AQVA

17/03/2016


 

 

La edición XXI de la exposición Las Edades del Hombre ya tiene cartel y lema: AQVA. Han sido presentados en la Feria de Turismo Interior de Valladolid (INTUR) de la mano de la Fundación Las Edades del Hombre y de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León con la presencia del alcalde de la localidad zamorana de Toro, que será sede de esta nueva edición, y la presidenta de la Diputación de Zamora. Para el título de la muestra se vuelve a recurrir a una sola palabra y en latín.

Las Edades del Hombre nunca ha celebrado una exposición monográfica dedicada al agua por lo que ha parecido sumamente conveniente dedicarle esta edición, destacando, además de sus valores evangelizadores y catequéticos, los artísticos e iconográficos. El simbolismo que representa es sencillo: unas manos que reciben el agua de lo alto y que a su vez lo transmiten, que para muchos puede evocar el gesto del bautismo, incluido el de Jesús por San Juan Bautista en el río Jordán. Además, la misma palabra forma, a través de su tipografía, la forma de un pez, el signo de reconocimiento entre los primeros cristianos.

El cartel de AQVA (imagen superior) lleva la firma de Eduardo Palacios, artista riojano afincado en Ávila, y ha sido diseñado por Esther Martín. Se trata de una obra de carácter figurativo en la que se ha empleado técnica mixta en papel con acuarela, grafito y témpera. Eduardo Palacios ya ha ilustrado otros carteles de Las Edades del Hombre durante el último ciclo expositivo: Monacatus, en Oña (2012), Credo, en Arévalo (2013), Eucharistia, en Aranda de Duero (2014) y Teresa de Jesús, Maestra de Oración, en Ávila y Alba de Tormes (2015).

La exposición AQVA tendrá lugar en Toro entre los meses de mayo y noviembre de 2016. El equipo de Las Edades del Hombre ya se encuentra en la Colegiata de Santa María La Mayor y en la Iglesia del Santo Sepulcro para adaptar los espacios de los templos al concepto expositivo propuesto por la Fundación, el equipo de arquitectos y el comisario de esta edición, José Ángel Rivera de Las Heras. Los talleres del Monasterio de Santa María de Valbuena ya han comenzado a recibir algunas de las obras que estarán presentes en la muestra. El departamento de restauración las pondrá a punto para que brillen con luz propia siguiendo un relato que de nuevo buscará emocionar y conmover a cientos de miles de visitantes.

 

 

Se dice que Zamora es tierra de pan y de vino, tierra diferenciada de este a oeste por el río Duero. A la zona norte se le llama "Tierra del Pan", a la situada al sur, "Tierra del Vino". Ambos elementos, pan y vino, definen a Zamora y a los zamoranos. Es el río Duero el que traza de forma natural la referida división. Una línea viva marcada por sus aguas, mientras camina decidida, atravesando Toro y Zamora, camino de Portugal. El pan y el vino, ya fueron tratados en la exposición Eucharistia, que tuvo lugar en Aranda de Duero (2014).

El agua, además de ser un bien natural no exento de contradicción, lo es también cultural, y símbolo cargado de religiosidad, cuyas manifestaciones se insertan en el patrimonio intangible de nuestro pueblo. Por esta razón, y dada la riqueza antropológica, bíblica, eclesiológica y sacramental, que contiene este elemento natural, como es puesto de manifiesto en la carta encíclica Laudato si, del papa Francisco.

La Colegiata de Santa María La Mayor es un templo construido entre los siglos XII y XIII. Una mezcla de los estilos románico y gótico que lo hacen especialmente atractivo. Comenzó a construirse bajo el reinado de Alfonso VIII, pero su edificación no terminaría hasta finales del XIII. Posee tres naves, crucero rematado por magnífico cimborrio, una portada norte en la que están esculpidos los ancianos del Apocalipsis, y la puerta gótica de Occidente o Majestad (imagen superior), policromada y con espléndida ornamentación.

Los recursos patrimoniales con que cuenta la población zamorana, así como las inversiones realizadas por la Junta de Castilla y León en los últimos años para la restauración de los mismos, y el apoyo popular y oficial con que ha contado la candidatura toresana, han sido decisivos para que Toro (Zamora) resultase elegida merecidamente sede de la próxima edición de la muestra de arte sacro Las Edades del Hombre. Desde el año 2001 en que la Catedral de Zamora acogió la exposición Remembranza, ninguna localidad de la provincia había contado nuevamente con la oportunidad de acoger otra edición de Las Edades del Hombre.

 

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