Se trata del diseño y ejecución de la pintura central del nuevo estandarte de la Hermandad del Santo Entierro de la localidad granadina de Montefrío. Representa, en primer plano, el Santo Sepulcro de Cristo custodiado por tres soldados romanos adormilados; dos de ellos aparecen flanqueando la urna marmórea, mientras que el tercero se encuentra tras la misma, apoyando sobre ella los brazos y la cabeza en actitud de plácido sueño.

Tras el sepulcro aparece el Monte Calvario con las tres cruces vacías que se difuminan en un cielo nublado y tenebroso. Esta composición está directamente inspirada en la XIV estación del Vía Crucis que se conserva en el Hospital de Mujeres de Cádiz, obra anónima sevillana realizada en cerámica.

El bordado de la pieza, donada por un particular a la mencionada cofradía, ha corrido a cargo de Jesús López Alfonso. Las líneas del dibujo siguen las propias del bordado sevillano del siglo XVIII, siendo el motivo principal las hojas de acanto alargadas, quebradas en ángulo y serpenteadas por un tallo del que emergen hojas y flores, alternando las abiertas con las cerradas y formando dos ramos en el centro de los extremos inferiores; en el derecho, encontramos el detalle anecdótico de un pájaro posado, picoteando en una de las flores.

En cuanto a la ejecución, el bordado se halla realizado en técnica mixta: el roleo principal se ha confeccionado en aplicación, a base de raso de seda dorado, perfilado en cordón; mientras que las piezas menudas se han hecho con hilo de canutillo de oro, lo que aporta al estandarte variedad de matices.