NUEVA OBRA DE DANIEL HERRERA

16/08/2019


 

 

Escultura mariana con la advocación de Nuestra Señora de la Palma para la presidencia del templo parroquial que lleva su nombre en la localidad gaditana de El Puerto de Santa María.

Esta imagen de talla completa, de 170 cm de altura, nos muestra una representación alejada de los cánones clásicos de María con el divino infante en sus brazos, pues en este caso Jesús es representado como un niño inquieto que se aferra a su madre con una mano, mientras con la otra intenta agarrar la palma que lleva la Virgen en su mano derecha, al tiempo que gira la cabeza buscando la atención del espectador.

Por tanto, Cristo no se halla recreado como un niño divino que flota sobre los brazos de su madre mientras bendice al fiel que le adora, sino como otro pequeño más en el que todos podemos vernos reflejados ya que todos hemos sido niños. Un niño que además pesa, que no es etéreo, de ahí que la mano izquierda de María, que es la que lo sostiene, se entierre sobre los ropajes del niño.

María está feliz, aunque una profunda tristeza se desprende de su mirada al ser conocedora de los acontecimientos que su hijo padecerá. Los ropajes dejan ver las marcas de la gubia, así como la madera de fondo entre las policromías de las telas, lo que nos aleja de la decoración recargada de oros.

El artista muestra también los botones de madera tallados, lo que constituye un homenaje al patriarca San José, carpintero y humilde, pues en este simulacro mariano prima la sencillez y la verdad de la madera.

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

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