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La Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid (ESCRBC) ha culminado la restauración del retablo de Santa María y Todos los Santos de la Catedral de Cuenca y lo ha devuelto ya al templo metropolitano; donde luce en su ubicación original en el interior de la capilla del Socorro por el excelente resultado de la restauración, ya que ha permanecido durante muchos años en el lateral derecho de la capilla, desplazado de su ubicación primitiva en el lugar principal.

Los trabajos de restauración de esta joya del gótico flamenco de finales del siglo XV -el retablo más antiguo de cuantos se conservan en la catedral conquense- han consistido en el desmontaje y traslado de la pieza a las instalaciones de la Escuela en Madrid, donde los alumnos de cuarto curso de nivel de Grado han gozado de la oportunidad de participar en el proceso de restauración, cuyo objetivo ha sido la devolución íntegra de las piezas a su estado inicial, respetando en todo momento su estética y los elementos originales del retablo.

El retablo, de autoría anónima, fue adquirido en 1486 por el canónigo Gonzalo González de Cañamares para entronizar la capilla que, el referido año, mandó construir en el templo como panteón familiar. Dicha capilla sufrió una considerable reforma en el siglo XIX.

El proceso de restauración del retablo, en el que han participado diez estudiantes de la especialidad de Conservación-Restauración de Escultura durante el curso lectivo -bajo la dirección de Luis Priego-, comenzó en septiembre del pasado año 2017 y ha concluido según los plazos previstos acordados.

Proceso de restauración en la ESCRBC

La restauración de esta interesante pieza de la retablística de los Países Bajos ha supuesto la segunda colaboración entre la Fundación Iberdrola España y la ESCRBC, tras la realizada en el retablo de la Virgen del Rosario de la iglesia salmantina de Navamorales, llevada a cabo entre 2015 y 2016.

Este retablo, según el blog http://elarteencuenca.es, consta de ocho hornacinas de similar proporción donde se encuentran un total de dieciséis tallas de madera policromada, colocadas de dos en dos en cada nicho, más otra hornacina central de mayor tamaño en la que se representa a la Virgen coronada con el Niño en brazos.  

La puesta en marcha de este proyecto de restauración ha sido posible gracias al inestimable apoyo de la catedral de Cuenca y su Cabildo, que desde el primer momento se han brindado a colaborar en todo lo necesario con la Escuela de Restauración e Iberdrola para la conservación de su patrimonio.

Esta colaboración de la Fundación Iberdrola España es un ejemplo más de su compromiso con la promoción, recuperación y conservación del patrimonio histórico-artístico, así como apoyar la formación de una nueva generación de profesionales capaz de impulsar la transformación hacia un modelo energético sostenible.

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