NUEVA OBRA DE RAMÓN CUENCA SANTO

Con información de Santiago Rodríguez López (01/06/2013)


 

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El escultor alicantino Ramón Cuenca Santo retoma la clásica iconografía de la Virgen de la Soledad de los Padres Mínimos de la Victoria (Madrid), ataviada según el protocolo de una viuda castellana, al igual que hiciese en dos de sus anteriores simulacros marianos.

El famoso modelo de Gaspar Becerra, con gran repercusión en la plástica barroca, fue versionado en multitud de ocasiones, tanto en tallas completas como en bustos; tipología esta última más propia de la devoción privada. En ese sentido, cabe señalar el pretendido parentesco de la obra que nos ocupa con algunas versiones granadinas, tanto en la resignada expresión de dolor contenido como en sus valores polícromos.

Este busto de Dolorosa, que recibe la advocación de Nuestra Señora de la Amargura, pertenece a una colección privada de Murcia. Ha sido modelada en terracota y policromada al óleo, mostrando una pálida carnación a pulimento, matizada por la gama de rojos que dan lugar a los frescores. De los ojos brotan cinco lágrimas de cristal; estos han sido policromados sobre la pieza, colocándose sobre ellos pestañas de pelo natural.

Concebida como imagen vestidera, la altura es de 40 cm. Se asienta sobre peana ochavada de perfiles cóncavos que ha sido dorada al agua con oro fino, completándose el conjunto con labores de cincelado en la cartela de rocallas del frente, sumando 18 cm a la altura total del conjunto.

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

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