Más que con los dibujos o la pintura, Durero desarrolló sus nuevas ideas a través de los grabados que creaba según sus propios conceptos y por su cuenta. Estos grabados lograron una amplia difusión, por lo que el artista se dio a conocer en toda Europa. De la serie de grabados en madera titulada La Gran Pasión, derivó el tema iconográfico del Cristo de la Humildad y Paciencia, muy extendido en España, que representa a Jesús sentado sobre una peña, esperando en el Calvario a que concluyan los preparativos de la Crucifixión.

El titular de la cofradía granadina de los Estudiantes ofrece la variante de Varón pensativo o meditabundo, que en lugar de rogar desesperado al Padre, reposa la cabeza sobre su mano derecha y dirige la perdida mirada al frente, meditando sobre el sacrificio que le aguarda. Es una interesante talla del último cuarto del siglo XVII, heredera de los modelos de los Mora, aunque el anónimo escultor suaviza el dramatismo, simplifica el estudio anatómico y concentra gran parte de sus méritos en el modelado de la cabeza, enmarcada por largas ondas pegadas al cráneo; el semblante inquieto, a la vez que abstraído, y la singular postura de la mano derecha sobre la sien, mientras la izquierda cruza el desnudo tronco y descansa sobre la pierna derecha. El sudario, de lienzo encolado, muestra estampación hebrea y forma un gran pliegue en la cadera derecha. La efigie se recrea muy torturada, con abundantes vías de sangre, cardenales y llagas en sus carnaciones.

Por primera vez, la hechura cristífera procesionará mañana Miércoles Santo acompañada de cuatro nuevas tallas vestideras que acaba de terminar el artista veleño Israel Cornejo, las cuales conforman una escena integrada dentro de los instantes previos a la Crucifixión en el Calvario: San Dimas (el Buen Ladrón) mirando con fervor al Señor antes de ser crucificado, un soldado romano que lleva la corona de espinas y las ropas de Jesús, Gestas rebelado con una piedra ante la guardia y otro soldado que contiene bruscamente al Mal Ladrón.