Se trata de un trabajo efectuado sobre la imagen del Niño Jesús de Praga que recibe culto en el convento carmelita de San José (San Cayetano) de la capital cordobesa. Es uno de los estrenos principales con los que la Archicofradía de Nuestra Señora del Carmen Coronada conmemora el primer aniversario de la Coronación Canónica de su titular, celebrada el 12 de mayo de 2012 en la Mezquita-Catedral de la ciudad andaluza.

Por un lado, se ha restaurado la espléndida peana neobarroca sobre la que se asienta el Niño. Hablamos de una pieza labrada en el taller del escultor valenciano Pío Mollar (1878-1953).

La peana imita un rompimiento de gloria y se halla centrada por la cabeza alada de un querubín. Otros dos angelitos, de cuerpo completo, se sitúan con alborozo en sus laterales para adorar al Divino Infante; uno lleva la medalla de la Archicofradía y otro un estandarte con el lema de la devoción al Niño de Praga ("Cuanto más me honréis, más os favoreceré"), bordado por las Carmelitas Descalzas de Sevilla.

La peana ha sido nuevamente dorada por Rafael Barón Jiménez, mientras que las tres figuras angélicas han sido restauradas por los imagineros Juan Jiménez y Pablo Porras.

La intervención, estrenada con motivo de la procesión del pasado 11 de mayo, ha supuesto una revalorización de esta valiosa peana que, debido a su precario estado de conservación, pasaba casi inadvertida; destacando ahora la calidad del trabajo de talla, especialmente de sus tres angelitos.

Del mismo modo se ha limpiado la encarnadura de la talla del Niño Jesús, obra salida de talleres levantinos a comienzos del siglo XX. Una restauración debida también a los imagineros Jiménez y Porras.