Ayer, a las 21:00 horas, se bendijo en la Iglesia de la Merced de Córdoba la primitiva titular del templo, una imagen mariana de candelero para vestir que ha sido analizada y recuperada para el patrimonio cordobés por el historiador Francisco Mellado Calderón. La bendición fue impartida por el Obispo de Córdoba en un multitudinario acto que contó con la participación del Orfeón Cajasur.

La original patrona del cenobio mercedario ha sido atribuida por Mellado Calderón a Alonso Gómez de Sandoval (1713-1801), artista barroco fundamental en la Córdoba del siglo XVIII. La existencia de la efigie, que contaba con cofradía propia y formó parte de la procesión organizada para la dedicación de la Iglesia de la Merced en 1745, aparece acreditada en los antiguos archivos del templo, pero no en los nuevos, de ahí que se establezca como indeterminada la fecha en que fue reemplazada como titular de la iglesia por la Virgen Comendadora que antaño ostentaba la presidencia del coro, ésta última talla segura de Gómez de Sandoval.

El desuso de la primitiva Virgen de la Merced tuvo que conducir a un progresivo deterioro de la escultura, que fue hallada en estado lamentable por Mellado Calderón en la Atarazana de la Diputación de Córdoba, propietaria del edificio desde la Desamortización de Mendizábal.

Una acertada restauración por parte de la Escuela Taller La Merced VI le ha devuelto a la imagen un esplendor que se ha visto culminado con su restitución al culto público. Dicha intervención ha consistido en la ejecución de nuevo candelero y juego de manos, limpieza y fijación del busto, reintegración de elementos perdidos y rescate de la policromía original. Para la bendición, la talla ha contado con ropas propias de la Orden Mercedaria, confeccionadas por el bordador Francisco Pérez Artes; nueva corona del orfebre Emilio León Salinas, y un cetro, propiedad del convento, que ha sido también recuperado para el culto.

Por último, comentar que, desde el año 1985, la Escuela Taller La Merced, propiedad de la Diputación de Córdoba, es la encargada de la restauración del templo mercedario, gravemente dañado en 1978 por un incendio fortuito que destruyó el retablo mayor y parte de los retablos laterales. Para la sustitución de imaginería perdida han contado con la colaboración del escultor e imaginero cordobés Antonio Bernal Redondo.