Con su última obra, nuevamente el veterano escultor e imaginero de La Unión (Murcia) vuelve a cultivar la iconografía de San Juan Evangelista, en este caso a través de una escultura de bulto redondo de tamaño inferior del natural (mide 76 cm de altura), labrada por Galo Conesa en terracota policromada y estofada. Su destino en este caso es una colección particular de la localidad murciana de Archena.

Al igual que con la representación del apóstol que presentamos el pasado mes de marzo, el santo se integra en el pasaje de la Entrada en Jerusalén, llevando en su mano izquierda una palma como símbolo de alabanza a Jesús, mientras con la derecha hace ademán de señalar su figura; que si apareciera, estaría montada sobre un jumento. El rostro del santo denota la inquietud propia de los preludios de la Pasión del maestro.