La Hermandad de los Remedios organiza en el Museo de Ceuta (Paseo del Revellín, nº 30) Verbum Caro. Iconografía del Divino Niño en Ceuta, una exposición que propone contemplar la ternura y el amor de la iconografía del Niño Jesús a través de una selección de imágenes y cuadros que forman parte del patrimonio espiritual de la Ciudad Autónoma, ya sean porque reciben culto público en los distintos templos o por pertenecer a particulares que les tributan íntima veneración cotidiana.

Esta muestra es el pórtico de los actos conmemorativos que dicha corporación de penitencia desea celebrar oficialmente a partir del próximo año 2015 para conmemorar el III centenario de la colocación de la primera piedra y consagración de la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, su sede canónica.

Hasta el 11 de enero de 2015, dentro del tiempo litúrgico de Adviento, Verbum Caro brinda una ocasión única para recrearse en la conmovedora imagen de Dios Niño, a través de creaciones artísticas y piadosas que tratan de hacernos asequible el misterio cristiano de la Encarnación. Junto a obras realizadas por verdaderos artistas, disfrutaremos de creaciones populares con toda la frescura, ingenuidad y sabor devocional que atesoran. El conjunto abarca un arco cronológico que arranca en el siglo XVII y alcanza nuestros días.

La muestra Verbum Caro se compone de seis apartados que, por cuestiones prácticas y estéticas, no han podido estructurarse linealmente en las salas del Museo de Ceuta (horario: martes a sábados, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas; días festivos, de 11:00 a 14:00 horas), por lo que cada una de las piezas se ha marcado con el título del capítulo al que pertenece y un color representativo del mismo:

Hijo de María
La estampa de la Virgen con Jesús Niño en sus brazos es una entrañable muestra de la pequeñez y la debilidad asumida por Dios en el misterio de su Encarnación. La ternura de la maternidad y la devoción que despiertan las imágenes marianas queda representada en este primer apartado, presidido por la imagen de Nuestra Señora del Rosario, titular de la antigua Esclavitud Confraterna con sede en la Parroquia de los Remedios.

Nacido en Belén
Entre importantes ciudades, Dios escogió la pequeñez de Belén (la "Casa del Pan") como privilegiado lugar de su nacimiento. Así lo había anunciado el profeta Miqueas: "Mas tú, Belén Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel". Belén, Casa del Pan, se convierte así en cuna de ese Dios-Niño-Pan que se guarda en los sagrarios y se entrega como verdadera comida.

Presintiendo la Pasión
Las representaciones del Niño Pasionario alcanzaron su máxima popularidad en el barroco. Volcar, aunque solo sea de manera simbólica, los duros momentos de la Pasión en la carne inocente del Niño Dios conmueve profundamente a los fieles. El Mesías cristiano nació para morir y ese Jesusito que "juega" con la cruz y lleva en un canastillo los improperios o atributos representativos de los martirios que le aguardan, nos emociona. El cáliz de amargura no le será retirado y no habrá piedad para el Cordero de Dios que un día será izado en el ara del Calvario como víctima propiciatoria.

El Salvador Triunfante
A la Pasión de Cristo le sigue el triunfo de su Resurrección. El Niño ya no llora, y en su humanidad glorificada vemos la hermosura de un pequeño Rey. Los Niños Triunfantes se muestran erguidos, a veces sobre el orbe, y enarbolan la cruz, no como signo de martirio y sufrimiento, sino como blasón de victoria y emblema de vida.

En Brazos de los Santos
El Niño se deja abrazar por la humanidad en muestra del incomprensible e incondicional amor de Dios a sus criaturas. No hay atributo o distinción iconográfica más grande en la representación de un santo que llevar en brazos la imagen entrañable del Niño Dios.

Los Niños Perdidos
Nos reencontramos con obras perdidas en los templos ceutíes. Los responsables de la muestra, al final de su recorrido, ruegan a las autoridades responsables la salvaguarda del patrimonio, tomando como ejemplo quienes lo guardan con celo en sus hogares.