La última obra que ha podido entregar el escultor e imaginero onubense Abraham Ceada Santana, y en la que ha estado trabajando durante estos últimos meses, es esta imagen de Jesús crucificado realizada en barro cocido, con policromía al óleo y unas dimensiones de 32 cm.

La figura se fija sobre una cruz que, al igual que la peana, ha sido realizada en madera por el carpintero onubense Andrés Cantero. Ambas piezas proporcionan al conjunto una altura total de 95 cm. La cruz, de sección rectangular con molduras, muestra una decoración a punzón con motivos geométricos.

El crucificado se encuentra actualmente en el altar mayor de la Iglesia Conventual del Santo Ángel de la ciudad de Sevilla, y viene a conmemorar la celebración del 25 aniversario de la ordenación sacerdotal del prior de la Orden de Carmelitas Descalzos, fray Juan Dobado Fernández.

Esta representación de Cristo muerto tiene el cuerpo levemente caído a su izquierda y la cabeza inclinada a su derecha, creando así una línea dinámica que proporciona movimiento ante la verticalidad del madero. Posee también una policromía rica en tonalidades verdosas y azuladas para dar el aspecto de claros síntomas del fallecimiento en la piel del redentor, lo que unido al desplome que ejerce el peso del cuerpo inerte sobre la sujeción de los brazos en la cruz ayudan a esa visualización dramática de la muerte de Jesús en la cruz.

Otros detalles de esta última creación de Ceada son el perizoma, dorado al igual que los remates del INRI, concebido como un lienzo desgajado por el vuelo, y la corona de espinas en color verde para mejor distinguirla de los cabellos, que han sido policromados en tonos castaños, casi rubios, al igual que la barba.