NUEVA OBRA DE JUAN Y SEBASTIÁN MARTÍNEZ CAVA

Alejandro Romero Cabrera (02/03/2021)


 

 

Los imagineros murcianos Juan y Sebastián Martínez Cava acaban de presentar una nueva obra que, en muy pocos días, se ha granjeado una gran cantidad de beneplácitos y de comentarios favorables, ensalzando la belleza de este conjunto iconográfico. Se trata de una representación de la Divina Pastora, realizada por los hermanos escultores para una colección particular de la ciudad de Murcia.

Es un conjunto escultórico de vestir, en el que la Virgen, de estar de pie, mediría aproximadamente 1'30 m. Con esta obra, los HH. Cava vienen a demostrar que también es necesaria una gran maestría para construir una imagen de vestir, en la que la estructura corpórea de la Virgen quede perfectamente reflejada a la hora de vestirla. Así, el cuerpo de la Señora se encuentra completamente anatomizado y perfectamente imbricado en el peñasco montañoso sobre el que se asienta, también construido por los propios artistas con encomiable dedicación y fidelidad al natural. La Virgen aparece sentada directamente sobre la roca, con la pierna izquierda más estirada; porta en su mano izquierda el cayado pastoril y con la mano derecha acaricia con delicadeza la cabeza del cordero, animal también magníficamente representado por los imagineros.

Los HH. Cava comprenden y defienden que todos los elementos de un conjunto escultórico de temática religiosa son decisivos para el éxito final de la obra. De ahí que ellos también se hayan encargado del diseño y colocación de la indumentaria y sus ornamentos suntuarios: las sayas interiores; la saya de color coral; el manto azul; el chaleco de auténtica piel de cordero enriquecido con el forro en tisú de plata; el velo de tul; el cinturón y sombrero de María y el collarín del cordero, exquisitas piezas del malagueño taller de bordados de Sebastián Marchante Gambero; las flores antiguas de tela y las espigas, previamente tratadas por los escultores... Y todo colocado de forma que, con su vestición, los imagineros han continuado haciendo escultura.

Cabría destacar otros detalles muy importantes de la Divina Pastora, elaborados igualmente de forma artesanal por los HH. Cava, como por ejemplo los ojos y pestañas de la Virgen María y del cordero; el ramillete de rosas de pitiminí hechas por ellos mismos en porcelana, o la original mantilla de tul muy transparente y lisa, sólo con decoración en la cenefa realizada con un antiguo encaje de bolillos, recurso este último bastante novedoso que permite admirar, sin ningún impedimento, el espléndido modelado de sus amplios cabellos y, al mismo tiempo, que la Virgen se muestre decorosamente tocada.

Los hermosos detalles de joyería tradicional murciana, pertenecientes al ajuar de los comitentes, dan el brillo perfecto a esta imagen mariana que refleja mediterraneidad y murcianía en todos sus componentes, desde la composición hasta el estilo, pasando por las facciones, patronajes, colores y otros detalles.

 

Nota de La Hornacina: Alejandro Romero Cabrera es Historiador del Arte. Acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

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