RESTAURACIÓN DEL CRRM PARA CARTAGENA

15/03/2020


 

 

La Cofradía Marraja de la Semana Santa de Cartagena ha recibido la imagen del Cristo de la Agonía en la mañana de este lunes, 15 de marzo. La talla del crucificado, que ha sido restaurada por el Centro de Restauración de la Región de Murcia (CRRM), ha regresado a la capilla que la Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Marrajos) tiene en la iglesia castrense de Santo Domingo.

Al acto han acudido la concejala de Interior del Ayuntamiento, Esperanza Nieto; el director general de Bienes Culturales de la Comunidad Autónoma, Rafael Gómez; el hermano mayor marrajo, Francisco Pagán; el presidente de la Agrupación Santa Agonía, Vera Cruz y Condena de Jesús, Agustín Alcaraz Peragón; el capellán Fernando Gutiérrez, y el director del CRRM, Francisco López-Soldevila.

La escultura, un Cristo crucificado tallado en 1942 por el escultor e imaginero barcelonés Carles Flotats i Galtés (Barcelona, 1880 - Canet de Mar, Barcelona, 1949), fue trasladada el pasado mes de noviembre al CRRM. La Comunidad Autónoma atendió así la solicitud de la Cofradía Marraja para llevar a cabo un estudio radiológico con el fin de garantizar la estabilidad de la cruz, circunstancia que finalmente quedó asegurada.

Según manifiesta la popular corporación de penitencia de Cartagena, en base a las explicaciones dadas por el director del CRRM, los trabajos han consistido principalmente en el mencionado estudio, el sellado de las fisuras que había en la cruz, limpieza de la imagen, restañado de pequeñas carencias de policromía y estuco, y posterior aplicación de una reintegración cromática diferenciada y barnizado protector final.

El Cristo de la Agonía es una de las últimas obras de Carles Flotats, hijo del también escultor Joan Flotats, en cuyo taller se formó e incluso continuó la labor del progenitor tras su muerte. Creador de numerosa producción sacra, además de retratos y piezas civiles en bronce y piedra, Carles plasmó en este crucificado el arte pasionista catalán propio de su tiempo, fusión de un sobrio y patético realismo y de la herencia modernista y rodiniana.

 

 

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