El personaje que ha originado el mito de San Sebastián nace en el año 256 d.C. en la Galia Narbonensis y se educa en la ciudad italiana de Milán. Fue nombrado capitán de la Guardia Pretoriana de los emperadores Diocleciano y Maximiano, famosos por sus persecuciones contra los cristianos. Cuando Maximiano le ordena abandonar el cristianismo, Sebastián se niega y el Emperador, para dar ejemplo, ordena que sea atado a un poste y asaetado por la propia Guardia Pretoriana que Sebastián capitaneaba.

Los pretorianos, sin embargo, hacen un mal trabajo, ya que Santa Irene, otra cristiana que fue a recoger el cuerpo de Sebastián para enterrarlo se da cuenta de que todavía está vivo, lo lleva a su casa y lo cuida hasta que se recupera. Sus amigos le recomiendan que discretamente se aleje de Roma, pero Sebastián no solamente se niega, sino que inesperadamente se presenta de nuevo ante Maximiano para increparle. El emperador, sorprendido primero y enfurecido después, ordena que sea azotado hasta la muerte.

Gonzalo Díaz, propietario de la mítica Sala Conca en el municipio canario de San Cristóbal de La Laguna (conocido popularmente como La Laguna), lleva años coleccionando obras de San Sebastián creadas por numerosos artistas. La exposición colectiva Conca Coleccionando San Sebastianes, que incluye creaciones de artistas como Rosa Muñoz, Juan Ángel de Corral (imagen superior), Florentina Fuentes, Tarek Ode y Encarneviva, muestra desde hoy algunas de las piezas sobre dicho tema que se encuentran en su colección.

La Sala Conca fue creada en los años 70 para indagar en las entrañas del ser humano a través de la expresión de la creatividad libre de lo establecido, genuino y seriamente materializado en el eclecticismo de la pintura, la escultura, la fotografía, la literatura, la música, el arte de acción y el diálogo. Después de un trágico cierre, ha resurgido modificando toda su manera de funcionar. La conciencia de estar sufriendo una crisis mundial que conduce al cierre de galerías y museos, ha llevado a Gonzalo Díaz a transformar integralmente su espacio.