El patronazgo de la imagen de Santa María de las Nieves sobre la isla de La Palma es fruto de un proceso cuyo inicio se remonta, al menos, a la segunda década del siglo XVI. Poco a poco, de forma especial, en la segunda mitad de aquella centuria y sobre todo a partir de 1646, la devoción se fortaleció y la Virgen de las Nieves fue invocada para que propiciase favores, prodigios y milagros ante todo tipo de adversidades: sequías, ataques enemigos, plagas de langosta, enfermedades, etcétera.

La institución en 1676 de la bajada, cada cinco años, de la imagen de la Virgen de las Nieves a Santa Cruz de La Palma supone un hito en esta historia devocional de medio milenio que se ha mantenido hasta nuestros días, enriquecida y renovada como la expresión más representativa de la cultura isleña. Esta tradición fue instituida coincidiendo con una rogativa propiciatoria de la lluvia. Con el tiempo, la imagen había ido ampliando su protagonismo devocional hasta convertirse en "abogada de todos", como indica un documento anterior. Su patronazgo se solapó al de otras advocaciones, santos y santas, invocados como protectores especializados ante trances diversos y como patronos de distintos colectivos.

Esta historia devocional ha ido creando numerosas manifestaciones plásticas, no solo referidas a la venerada imagen de la Virgen de las Nieves, sino también a la amplitud del santoral católico, que se transforman en excelentes documentos históricos de variada índole. Esculturas, pinturas, textiles y documentos (tanto canarios como del resto de España, Europa o América) componen Favores, prodigios y milagros, una exposición que reivindica, de nuevo, la relevancia del patrimonio cultural de las Islas Canarias.

Las obras presentes en Favores, prodigios y milagros ilustran este capítulo de la historia artística y religiosa de la isla de La Palma. A la vez, permiten valorar su riqueza patrimonial: la variedad de estilos, gustos y procedencias que han contribuido a definir una sensibilidad propia.

La muestra, visitable hasta el 5 de enero de 2021 en el Espacio Cultural CajaCanarias de La Palma (Plaza de España 3, Santa Cruz de La Palma) se divide en cuatro secciones: la primera, en la Sala 1 del recinto, es "Salus Populi Palmensis" y se ocupa de la imagen y advocación de la Virgen de las Nieves y de la institución de su bajada; la segunda, también en la Sala 1, es "Arte y piedad personal", con un importante espacio para las devociones privadas; la tercera, en la Sala 2, es "Remedios divinos", sobre milagros y exvotos, patronos y protectores; y la cuarta y última, en el Patio Central, es "Vestigios de barro", con interesantes piezas en terracota. El horario es de lunes a sábado, de 10:00 a 13:30 y de 17:30 a 20:00 horas (sábado, solo mañanas).

La muestra se compone de un total de 55 obras, que abarcan un amplio espacio temporal de la historia de La Palma y de Canarias, incluyéndose piezas fechadas desde el siglo XVI hasta la actualidad. Los visitantes podrán contemplar tallas como el "San Miguel de Las Angustias" (Amberes, 1510-1520) y, al mismo tiempo, el "San Miguel triunfante" del escultor contemporáneo Miguel Ángel Martín (2000), como síntesis de la larga y rica trayectoria de estas iconografías. De la misma manera, la sede de la Fundación CajaCanarias en La Palma, ubicada en la histórica Casa Massieu de la capital insular, acoge entre el elenco expositivo de Favores, Prodigios y Milagros una relevante escultura de "San José", de escuela sevillana asignada a la gubia de Benito de Hita y Castillo (hacia 1758) que perteneció al oratorio situado antiguamente en el propio inmueble.

Favores, prodigios y milagros aporta un nuevo capítulo al ciclo de exposiciones de arte sacro que la Fundación CajaCanarias ha venido ofreciendo a la sociedad durante toda su trayectoria. Estas muestras se constituyen como espacios para una triple función: la difusión del legado de los pueblos canarios como medio para acercar la historia del archipiélago, la conservación de los bienes expuestos en el contexto que les corresponde (ya que solo se preserva aquello que se conoce bien) y la investigación sobre el patrimonio cultural de las Islas Canarias, puesto que cada exposición trae consigo una labor científica consciente que tiene como fin ahondar y revisar la historiografía, aportando luz a un pasado de cuya mejor interpretación depende nuestro presente y futuro.