INTERVENCIONES REALIZADAS EN SINOVAS (BURGOS) POR BATEA RESTAURACIONES

19/01/2021


 

 

El consejero de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega, ha visitado hoy la localidad burgalesa de Sinovas para conocer las actuaciones acometidas en la Iglesia de San Nicolás de Bari por parte de la empresa Batea Restauraciones (Taller Diocesano de Restauración de Burgos).

Sinovas pertenece a la comarca de la Ribera del Duero, cuya riqueza enológica y vitivinícola es pareja a la de su importante conjunto de bienes culturales y patrimoniales. Por ello, la Consejería de Cultura y Turismo ha realizado una importante inversión en los monumentos de este territorio. Otras intervenciones acometidas han sido las de la Iglesia de Santa María en Aranda de Duero, el Palacio de Avellaneda en Peñaranda de Duero, el Torreón de los Guzmanes en Caleruega o el yacimiento de Clunia en Peñalba de Burgos.

Ortega ha recordado que en 2009 se acometió una actuación integral de arquitectura, entorno y funcionalidad en el templo, que ha permitido la conservación del edificio y la preservación de los bienes muebles que conserva.

En la restauración que se ha acometido ahora se ha intervenido en el retablo, en las yeserías de la escalera y el púlpito y en las armaduras policromadas de la nave central y el coro bajo. Las actuaciones han supuesto una inversión de 371.028 euros y han sido cofinanciadas con Fondos Feder.

 

 

En el caso del artesonado gótico-mudéjar de la nave, obra del primer tercio del siglo XV de la que se conserva una tercera parte del original (sus dimensiones actuales son 720 x 760 cm de los 1900 x 760 que tuvo en origen), las actuaciones han consistido principalmente en el desmontaje de las piezas talladas en madera de pino, consolidación y reposición haciendo que sean discernibles de las originales, tratamiento de xilófagos en la armadura, eliminación de barnices en policromías, y aplicación de una nueva capa de protección que ha restablecido su valor cromático tras efectuar la reintegración imprescindible.

Similar actuación ha recibido el alfarje del coro bajo, obra también gótico-mudéjar en madera de pino policromada, de menor tamaño (590 x 252 cm) y formado por una serie de vigas, llamadas jacetas, que reposan sobre una viga maestra en la zona central.

 

 

En el caso de las yeserías con las que están realizados el púlpito y la escalera de acceso al coro, la restauración ha consistido principalmente en la eliminación de encalados para devolver la profundidad a la talla y recuperar la definición del relieve subyacente, así como en la reposición de pérdidas en los volúmenes de mayor entidad bajo criterios de mínima intervención. Ambas piezas son también de estilo gótico-mudéjar y fueron construidas hacia 1525 por los hermanos Sebastián y Juan de la Torre, maestros de tracería.

 

 

Por último, en la restauración del retablo mayor (en la imagen superior, la obra anterior a la restauración), colosal obra romanista realizada hacia 1570 por el entallador y escultor burgalés Francisco de Logroño, fiel seguidor de la escuela de Juni -si bien parece que trabajó a sus órdenes otro entallador llamado Juan Beltrán-, se han llevado a cabo principalmente correcciones en el nivelado, encolado de piezas, fijación de policromías, limpieza y reintegración del color. A Francisco de Logroño, en principio, deben también asignársele tanto los relieves -Anunciación y Adoración de los pastores- como las tallas del retablo -San Nicolás de Bari, la Virgen con el Niño, el Calvario del ático y dos profetas-, por lo que ejercería también de imaginero.

La policromía y el dorado del conjunto corrieron a cargo de Bartolomé de Trujillo el Mozo y de Pedro Pérez el Mozo, quien también realizó las dos tablas pintadas de San Nicolás ("Proclamación de San Nicolás" y "San Nicolás y los tres generales"). Las dos pinturas marianas sobre tabla ("Asunción" y "Coronación") se deben a otra mano menos diestra, por lo que quizás se encargó de ellas otro policromador y dorador, no un pintor.

 

 

Todas estas actuaciones han devuelto su valor al espléndido conjunto, donde sobresalen el artesonado, considerado uno de los de mejor calidad de Castilla y León -cuya iconografía trata todo tipo de temas, tanto religiosos como profanos, lo que denota una gran imaginación-, y el gran retablo romanista, realizado en madera de pino tallada, policromada, dorada y estofada.

El consejero ha destacado que esta intervención en Sinovas representa "una oportunidad para seguir consolidando la Ribera Duero como un destino turístico de excelencia y sostenible, que contribuya a mejorar la cohesión territorial, suscitar el desarrollo socioeconómico y ayudar a fijar población". Por ello, la Consejería considera que se debe promover un modelo de gestión innovador, basado en la recuperación social de los principales referentes del patrimonio cultural y natural, y que este legado cultural se integre definitivamente en la cadena de valor del territorio, convirtiéndose en un factor que realmente contribuya a su desarrollo.

Asimismo, la Consejería de Cultura y Turismo considera que es necesario mantener planteamientos de responsabilidad de todos los agentes sociales frente a la necesidad de cuidar los bienes más destacados desde una óptica moderna de sostenibilidad en la intervención pública.

Por último, comentar que las reformas también ha incluido la de la instalación eléctrica, con el fin de favorecer la contemplación de los bienes intervenidos y la iluminación general del templo.

 

 

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