San Juan Bautista

Obra realizada en madera policromada, a tamaño natural (150 cm de altura), para el templo parroquial de San Bartolomé Apóstol del municipio de Santa Cruz de los Cáñamos (Ciudad Real).

El escultor e imaginero cordobés lo representa como el asceta y penitente que bautizó a Jesús en el Jordán y lo reconoció como el Mesías anunciado por los profetas, vestido con túnica de piel de camello y con los atributos del cordero, la concha del bautismo y el báculo crucífero del que pende la inscripción Ecce Agnus Dei.

El santo lleva el torso semidesnudo y aparece en éxtasis señalando al cordero que reposa sobre el suelo donde apoya sus pies, en lo que parece un diálogo místico o visión celestial entre el solitario adolescente y su Creador invisible, que adopta la forma del animal que simboliza el sacrificio del Hijo y el suyo propio como precursor de Cristo.

Luque Bonillo se inspira en el naturalismo del barroco italiano a la hora de plasmar la anatomía, los cabellos y el rostro de este Bautista apolíneo, juvenil y dotado de una excepcional belleza.