NUEVA OBRA DE FRANCISCO JAVIER MUÑOZ BOLUDA

Con información del autor (29/03/2021)


 

 

Nuestro Señor Cautivo de la Salud es una efigie labrada a tamaño natural, de un porte aproximado de 180 cm, realizada por el escultor e imaginero manchego Francisco Javier Muñoz Boluda. La talla se expone al culto desde ayer, Domingo de Ramos, en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Camarenilla (Toledo).

El encargo, realizado antes de la pandemia, trataba de realizar una relectura de la iconografía clásica del madrileño Cristo de Medinaceli, y por lo tanto su advocación sería Cautivo y Rescatado. La talla del siglo XVII que se venera en los Capuchinos de Madrid, una obra sevillana del círculo de Martínez Montañés, viste hábito procedente de la Casa Ducal de Medinaceli, principal benefactora de la liberación de cautivos cristianos en la toma de la guarnición de La Mamora por la Orden Redentorista de los Trinitarios.

El proyecto se estaba desarrollando en los plazos requeridos hasta que la pandemia derivada de la Covid-19 cercenó nuestro ritmo de vida. Una vez concluido el primer confinamiento, la necesidad del artista hizo que se cambiara el busto por uno nuevo en el cual expresar la propia experiencia vivida, de este modo se propuso modificar también la advocación de Rescatado por la de la Salud como recuerdo y reconocimiento a todos los sanitarios al pie del cañón, así como en memoria de todos los fallecidos.

Muñoz Boluda trata de representar a Jesús cautivo y maniatado. El nuevo busto busca expresar la resignación por lo que quedaba por venir afrontándolo con entereza y la confianza necesaria que el Padre le había transmitido. Además de humilde, se muestra poderoso invitando al diálogo a quien lo contemple y expresándole que puede afrontar la carga que sea necesaria. De este modo, la misma confianza transmitida por el Padre, Jesús nos la ofrece para poder afrontar cualquier desafío en la vida, y más aún en estos tiempos que corren.

El autor ofrece diferencias con respecto al modelo del XVII no solo en los rasgos faciales, más serenos también en este caso, sino en otros detalles como el hecho de reemplazar la peluca por el cabello tallado y la carencia de la corona de espinas al hallarse más ajustado al pasaje del Prendimiento que al de la Presentación al Pueblo.

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

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