En octubre del pasado año 2015 se formalizó el contrato entre el escultor e imaginero hispalense Juan Antonio Blanco Ramos y la Hermandad de la Resurrección de Badolatosa (Sevilla) para realizar una nueva efigie de Santa María Magdalena que acompañó al Cristo -obra también de Blanco Ramos (1992-1993)- en la procesión del domingo 28 de marzo, convirtiéndose así el misterio de la ascensión de Jesús a los cielos en el llamado Noli me tangere o encuentro del Maestro con su discípula antes de subir junto al Padre.

Para la talla de María Magdalena, labrada a tamaño natural en madera de cedro real para vestir, su autor ha tomado como modelo a la cantante gaditana Sara de la Cruz, centrándose sobre todo en el retrato de sus rasgos faciales y en la recreación de una larga cabellera -negra, en este caso- que es característica de los simulacros de la santa. Emocionada por la aparición del Resucitado, la Magdalena se muestra arrodillada, señalando con sus manos al espectador la figura de Jesús mientras dos lágrimas de alegría brotan de sus ojos.