Las obras de rehabilitación en la Ermita de San Cristóbal del municipio vasco de Forua (Bizkaia) han dado lugar al descubrimiento de una estela precristiana de extraordinario valor patrimonial e histórico. El templo, según Juan Manuel González Cembellín, director del Museo de Arte Sacro de Bilbao, reúne importantes elementos que aún están a la espera de ser estudiados, pero que sin duda, aportarán mucha información.

La estela es muy similar a la hallada en Jainko, en la cercana localidad de Arrieta, pero la pieza de Forua se encuentra en mejor estado de conservación. Se trata de una pieza que combina motivos astrales, de tradición indoeuropea, con otros cruciformes que se suponen de carácter indígena. Un modelo que solo se ha documentado en Bizkaia, y que algunos investigadores suponen reflejo de un grupo fuertemente cohesionado que ocupaba el espacio entre las rías de Bilbao y Gernika.

González Cembellín destaca la participación del Ayuntamiento de Forua y de su alcalde, Mikel Magunazelaia, en este hallazgo. De hecho, fue el propio Magunazelaia, en una de sus frecuentes visitas a las obras una vez terminada la sustitución de la cubierta de la nave, quien retiró un pequeño fragmento de enlucido y descubrió que el dintel de la ventana que tenía ante sus ojos no era una pieza cualquiera.

El hallazgo fue inmediatamente comunicado al Servicio de Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura de la Diputación Foral de Bizkaia, y ahora se está elaborando un informe sobre esta pieza, labrada en piedra arenisca (80 x 35 x 18 cm) con un disco astral que representa al sol en su frente. Tiene dos cruces paralelas en el voladizo, que se cruzan perpendicularmente a la altura del medio superior con otras dos idénticas. Es una piedra sagrada cuya exaltación ha tenido lugar a lo largo de los siglos.

El director del Museo de Arte Sacro explica que esta estela nos lleva posiblemente al cambio de era, entre el siglo I A.C. y el I D.C. En la construcción de esta ermita, citada ya documentalmente en el siglo XI y reedificada hacia 1500 en estilo tardogótico, se reaprovecharon materiales de construcción romanos -recordemos que el asentamiento romano de Forua está muy cerca-, por lo que el edificio actual supone una sucesión de saltos en la historia que podrán ser conectados en un futuro estudio de conjunto y que nos hablan de una continuidad de culto en un mismo punto, a pesar de los cambios de religión.

Por otro lado, la ermita está dedicada a San Cristóbal, el santo caminero que, según la leyenda, transportó al propio Niño Jesús. Y es que el viejo camino que comunicaba Gernika con Bermeo pasaba por allí. Un camino posiblemente vinculado al comercio en época romana y a la trashumancia ganadera en etapas anteriores.