BENDICIÓN DE LA VIRGEN DEL DULCE NOMBRE (MÁLAGA),
OBRA DE ANTONIO BERNAL REDONDO

Rocío Cortés Ramírez (19/09/2005)

A las 12 de la mañana se abrían las puertas de la parroquia de la Divina Pastora, en el señero barrio de Capuchinos. Un sol maravilloso lucía en la plaza donde se reunieron cofrades y gentes del barrio para la bendición de la nueva imagen de María Santísima del Dulce Nombre.

En una iglesia pequeña, pero muy bien acondicionada para el acto, la imagen de nueva hechura se encontraba sobre un altar efímero colocado debajo del coro, frente a la Divina Pastora de las Almas y bajo la atenta mirada de las hermanas Clarisas.

Minutos más tarde, sobre las 12:30, hora programada por la Hermandad, comenzó la ceremonia con la procesión de entrada, durante la cual, la recién nacida coral de la cofradía del Santísimo Cristo del Amor, Schola Cantorum Ubi Charitas entonó Pueblo de Reyes, el primero de los cantos de la solemne ceremonia.

El Señor te ha bendecido, María, más que a todas las mujeres de la tierra. Con esta frase, Felipe Reina Hurtado, Delegado Episcopal de Hermandades y Cofradías de Málaga, daba comienzo a la misa en la que sería bendecida la imagen del escultor imaginero Antonio Bernal Redondo.

A las 13:10 horas sonaron las campanas de la iglesia: María Santísima del Dulce Nombre estaba siendo bendecida por el párroco y director espiritual de la hermandad franciscana, Alfonso Rosales Trujillo. José Perea Córdoba actuó como padrino. Dos pequeñas varas de nardos sirvieron para rociarla con agua bendita, el nardo, flor de septiembre, flor del mes del Dulce Nombre de María. Seguidamente, se procedió al encendido de las velas del altar, el gesto del antes y el después, y que subrayó la importancia de lo que acababa de ocurrir: la escultura pasaba a ser imagen Sagrada.