ALABASTRO

06/11/2022


 

 
 

Martirio de San Sebastián

Anónimo de Brabante o Henao
Hacia 1550-1600
Colección privada
Foto: Cedric Verhelst

 
 
 
 

Ninfa durmiente

Atribuida a Willem van den Broecke
Hacia 1555-1560
Rijksmuseum de Ámsterdam

 

El alabastro, más lujoso que el oro y suave como el terciopelo, era un material muy popular en la escultura europea. El Museo M de Lovaina y el Museo del Louvre de París se han unido para tratar de mostrar ejemplos de todos los aspectos de este material utilizando obras maestras de los siglos XIV al XVII, el periodo de su máximo esplendor que va desde el Medievo hasta el Barroco.

Tanto los aspectos materiales como los inmateriales del alabastro se explican en la exposición Alabastro (Albast) del Museo M de Lovaina. La muestra proporciona más información tanto de las características que hicieron que este material fuera tan popular, como las técnicas utilizadas. Hasta el 26 de febrero de 2023 los visitantes pueden pasear entre fragmentos de retablos góticos, altares barrocos, objetos coleccionables poco habituales y lápidas gigantes, así como sorprenderse con las posibilidades que ofrece este material único.

El alabastro es un tipo especial de piedra, y aunque en ese momento fuera un material muy utilizado, había lagunas en su conocimiento. Por ejemplo, cuando se restauró la tumba de Felipe el Temerario en Dijon (Francia), parecía que no había forma de rastrear de dónde procedía el alabastro empleado en su ejecución. Incluso en algunas piezas los estudiosos ni siquiera estaban seguros de si estaban labradas en mármol o en alabastro. Ambos materiales son todavía difíciles de diferenciar, e incluso en la Edad Media utilizaban ambos términos indistintamente. El alabastro parece mármol, pero es mucho más suave y, por tanto, más fácil de trabajar. Estatuas y utensilios se realizaban con alabastro desde la Antigüedad. Por ejemplo, muchos jarrones y macetas eran fabricados con alabastro ya que se podían ahuecar con bastante facilidad.

 

 
 

Santa Catalina (detalle)

André Beauneveu
Hacia 1374-1384
Museo M de Lovaina

 
 
 
 

Anunciación

Tilman Riemenschneider
Hacia 1495
Museo del Louvre
Foto: Stéphane Maréchalle

 

Para esclarecer todavía más lo anterior Alabastro exhibe unas 130 obras maestras realizadas por los mejores artistas especializados en la talla del alabastro desde sus comienzos en el siglo XIV hasta su apogeo en el XVII, caso de André Beauneveu, Jean Mone y Conrad Meit (Sur de los Países Bajos), Tilman Riemenschneider (Alemania), Jean de Cambrai y Germain Pilon (Francia) o Diego de Siloé y Damián Forment (España). Un gran proyecto sin precedentes que muestra tanto piezas monumentales como pequeñas joyas virtuosas.

Pero la historia del alabastro no acaba en el siglo XVII. Es por ello que el M - Museum Leuven también muestra con Alabastro obras contemporáneas de la artista belga Sofie Muller (Gante, 1974). La exposición está comisariada por Marjan Debaene (M) y Sophie Jugie (Louvre).

Trabajar el alabastro requiere mucha práctica por parte de los artistas ya que la rugosidad del tubérculo de alabastro recién extraído contrasta con la suavidad aterciopelada y la belleza del producto final una vez ha sido pulido. Haciendo uso de esta contradicción, la obra de Sofie Muller presente en la muestra Alabastro cincela una historia que trata sobre la fragilidad de la psicología humana.

 

 
 

Retablo de Santa Ana

Robrecht Colyns de Nole II
1610
Museo M de Lovaina
Foto: Dominique Provost

 
 
 
 

Cabeza de San Juan Bautista en bandeja

Círculo de Lucas Faydherbe
1656
Colección privada
Foto: Cedric Verhelst

 

A partir del siglo XIII el alabastro se puso de moda en las cortes francesa e inglesa como material para sepulcros funerarios como el mencionado de Dijon. De este contexto cortesano se filtró a otros círculos de élite: nobleza, iglesias y monasterios, ciudadanos ricos... Se convirtió en un material exclusivo para esculpir. Puedes hacer con el alabastro lo que puedes hacer con la madera, incluso con las mismas herramientas. Por el contrario, el mármol hay que perforarlo, cincelarlo y cortarlo, es mucho más difícil hacer un trabajo fino con este material. Además, no es fácil obtener mármol. A excepción del belga negro y rojo, hay que cruzar los Alpes para conseguirlo. El alabastro, por el contrario, es bastante fácil de encontrar en Europa. La gente piensa en canteras donde se cortan grandes bloques, pero el alabastro se extrae del suelo en una especie de nódulo.

El alabastro tiene una gran desventaja: su extrema suavidad. Debido a que es tan suave, es casi soluble en agua. Por lo tanto, no se puede usar en el exterior porque se erosiona de inmediato. A veces se ven objetos de alabastro que casi se han derretido porque se limpiaron o lavaron demasiado.

Una de las grandes piezas de la exposición proviene de la colección permanente del Museo M de Lovaina. Se trata del "Retablo de Santa Ana" que alcanza los 6,5 metros de altura, realizado en 1610 por Robrecht Colyns de Nole II (también llamado Robert Nole), en origen para el convento de las celestinas del barrio lovaniense de Heverlee. Hay una pantalla multimedia para ayudar a descubrir la historia de esta colosal obra maestra.

 

 
 

Alegoría de la muerte

Anónimo
Hacia 1530
Museo del Louvre
Foto: Pierre Philibert

 
 
 
 

Camino del Calvario

Anónimo de Malinas
Hacia 1550-1600
Museo M de Lovaina
Foto: Cedric Verhelst

 

La colaboración entre el M y el Louvre, la primera gran colaboración entre ambos museos, es única y lógica. Por un lado, el M - Museum Leuven tiene una colección de escultura medieval de renombre internacional y es apreciada más allá de sus fronteras por la valía de sus piezas, entre ellas obras de alabastro ya que los Países Bajos fueron un entorno con importancia y liderazgo en los trabajos con este tipo de material.

Por otro lado, el Departamento de Esculturas del Louvre lanzó un programa de investigación en 2010 sobre el uso del alabastro en Francia desde el siglo XIV hasta el XVII, al ser especialmente importante poder rastrear el origen del alabastro y permitir situar mejor los trabajos. Dicho departamento se asoció con el Laboratoire de Recherche des Monuments Historiques (Ministerio de Cultura de Francia), cuya área de geología es muy competente. Junto con el Bureau des Recherches Géologiques et Minières, los investigadores desarrollaron un análisis isotópico, abordando primero obras bien documentadas y cuya labor en alabastro era conocido. Con ellas se probó el análisis de isótopos y resultó ser extremadamente confiable. Gracias a esa colaboración se identificaron piezas e incluso yacimientos de alabastro, como el del macizo del Jura en los Alpes.

El alabastro ha sido objeto de investigación multidisciplinar en varios países europeos durante décadas. La investigación recogida en el catálogo de la exposición Alabastro combina análisis de materiales con enfoques históricos y artísticos. Esta publicación, realizada expresamente a raíz de esta muestra, reúne a todos los especialistas de renombre en el material y arroja luz sobre las múltiples facetas del alabastro. 

 

 
 

El Museo de Zaragoza ha prestado cuatro obras para la exposición Alabastro: "San Onofre" (imagen superior) y "La dote de las tres hermanas" de Damián Forment, "La Presentación de la Virgen en el templo" de Gabriel Yoli (imagen inferior) y "Blasón del Reino de Aragón" de autor anónimo. Las dos primeras son esculturas que pueden verse habitualmente en la sala de Renacimiento del Museo de Zaragoza, las dos últimas proceden de área de reserva, por lo que es una magnífica ocasión para disfrutarlas en un contexto único. Las obras del Museo de Zaragoza comparten espacio con un precioso relieve de autor desconocido prestado por el Museo de Huesca.

 
 

 

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