ARTE, DOS PUNTOS

19/07/2013


 

 
 

Juan Muñoz

Conversation Piece (Hirshhorn)
1995
Resina y arena
Colección "la Caixa". Arte Contemporáneo

 

El Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA) y la Obra Social "la Caixa" presentan la primera exposición organizada conjuntamente y mostrada de forma simultánea en ambas sedes. Así, la ciudad de Barcelona será la gran protagonista de esta exposición, que mostrará las cualidades de una de las colecciones más importantes del sur de Europa del periodo comprendido entre la segunda mitad del siglo XX y la actualidad, tanto por el número de obras -más de 6.000-, como por los artistas que contiene.

Desde la formalización del acuerdo firmado en julio de 2010 por Isidre Fainé, presidente de "la Caixa" y de la Fundación "la Caixa", y Leopoldo Rodés, presidente de la Fundación MACBA (y que se amplió al Consorcio del Museo), se ha llevado a cabo una programación expositiva conjunta a partir de distintas selecciones de los fondos de arte contemporáneo de "la Caixa" y del MACBA, que culmina ahora con ARTE, DOS PUNTOS. La primera de ellas fue ¡Volumen!, que pudo verse en las salas del MACBA en 2011. En ese mismo año, CaixaForum Madrid acogió La persistencia de la geometría y en 2012, se expusieron nuevas selecciones de obras en CaixaForum Palma (Miradas cruzadas) y en el Museo Guggenheim Bilbao (El espejo invertido).

Todas estas exposiciones han propuesto nuevas miradas sobre la historia del arte de nuestro tiempo, conectando con las inquietudes artísticas actuales. El objetivo último de esta unión es contribuir a aumentar la capacidad de generar conocimiento y sensibilidad en relación con el arte más actual, así como reforzar la difusión de la escena del arte contemporáneo tanto nacional como internacional. En este sentido, la última acción conjunta ha sido la exhibición de una selección de obras en el MUAC de Ciudad de México.

ARTE, DOS PUNTOS es un relato poco convencional escrito con el arte de hoy que interroga distintos episodios de los encuentros y desencuentros entre modernidad y vanguardia, las cuales han ido basculando y alterando la conciencia de la ciudad desde finales del siglo XIX hasta hoy. ARTE, DOS PUNTOS recorre estas tensiones confrontando obras y documentos del pasado con la creación y los lenguajes contemporáneos.

La exposición conecta los espacios del MACBA y los de CaixaForum. Si en el MACBA se exploran los distintos episodios de modernidad de la ciudad desde la creación contemporánea, en las salas de CaixaForum se perciben las inquietudes de la generación posmoderna, en la que el sujeto experimenta la fragilidad y el desencanto por la pérdida de las utopías liberadoras, como transmiten las prácticas artísticas de los años 80 y 90.

 

 
 

Jannis Kounellis

Sin título
1985
Madera y piedras pintadas

 

La exposición en el MACBA

La exposición no responde a cronologías lineales sino que se organiza en núcleos temáticos. La Exposición Universal de 1888 y la Exposición Internacional de 1929 comportan que Barcelona tome conciencia por primera vez de su modernidad y ponen las bases de un presente que, desplegando facetas y propuestas artísticas renovadoras, llega hasta hoy. Fue un acceso a la modernidad liderado por la arquitectura, el grafismo, las artes aplicadas y la experimentación poética; la pintura no se convierte en agente activo de la modernidad hasta los años 50. La exposición recorre este relato hasta la institucionalización de la vanguardia artística en los años 80 y 90, en un periodo llamado posmodernidad, que acompaña el posicionamiento de Barcelona como ciudad global. Arte, dos puntos. Barcelona vive el arte contemporáneo confronta la ciudad con su vocación de innovación y experimentación, con el espíritu de riesgo y la transversalidad en las artes.

En la planta 0 del MACBA se pone de manifiesto cómo las exposiciones de 1888 y 1929 marcan un primer acceso de Barcelona a la modernidad liderado por la arquitectura, la artesanía y las artes aplicadas. En el contexto de ambas se construyen edificios monumentales e iconos del racionalismo arquitectónico moderno, como el Pabellón Barcelona diseñado por Mies van der Rohe en 1929. La vanguardia de esa época influye también en la nueva pedagogía moderna encabezada por Francesc Ferrer i Guàrdia y en la experimentación literaria y poética que protagonizan nombres como Salvador Dalí, J. V. Foix, Josep Maria Junoy y Joan Salvat-Papasseit. Otro edificio que se convierte en un referente de modernidad es el Pabellón Español para la Exposición Internacional de París de 1937, construido por el gobierno de la República durante la Guerra Civil.

En el contexto de la posguerra, la modernidad se articula desde el impulso de la sociedad civil, que recupera parte del espíritu renovador de los años 30 con proyectos colectivos como las revistas Cobalto 49 y Dau al Set y el Grupo R. Dos hechos vuelven a situar a Barcelona como agente de modernidad y abren vías de contacto con el mundo: la Triennale di Milano en 1951 y la III Bienal Hispanoamericana de Arte en 1955. Por otra parte, la pintura abstracta norteamericana consolida un nuevo lenguaje artístico: el informalismo y el expresionismo abstracto lideran un canon estético que abarca desde los 50 hasta los 80.

En la planta 1 del Museo se muestra cómo las tensiones entre objeto, palabra, imagen y acción han sido recurrentes en las vanguardias de posguerra. Si en los 50 la pintura informalista y el expresionismo abstracto se incorporan como una nueva sensibilidad estética -Antoni Tàpies abandera en nuestro país la difusión de este lenguaje artístico-, desde los 60, los artistas pop expresan un nuevo deseo de realidad. El MACBA presenta en este contexto la obra de Alberto Solsona, artista catalán que trabajó en Madrid. La Fundación Solsona ha realizado una importante donación de la obra del artista al MACBA el pasado 2012.

A mediados de los 60, una generación de artistas crecida bajo la dictadura está en contacto con movimientos artísticos, sociales y políticos internacionales. Una fuerte conciencia de justicia social, de libertad de expresión y las primeras manifestaciones del feminismo impregnan el arte. En esa misma época irrumpe en el arte el uso del lenguaje como materia y metáfora. Enlazando con la experimentación poética de las primeras vanguardias históricas, el arte reflexiona sobre su propia condición discursiva. Ya en los 80 y 90, el retorno al objeto físico por una nueva generación de escultores pone en evidencia el gran cambio de paradigma creativo.

Por último, la planta 2 habla de cómo los Juegos Olímpicos de 1992 actúan como catalizadores de una Barcelona integrada en una lógica de servicios que a menudo se etiqueta como una economía de matiz postfordista. Este proceso de profunda renovación urbana, arquitectónica y social sitúa la ciudad en el imaginario del mundo. Ya inserida en la dinámica de la globalización, la nueva Barcelona, cuando se observa des de una escala local, no está exenta de conflictos y contradicciones, como se refleja en las prácticas artísticas. Estas prácticas otorgan una relevancia especial a la cuestión urbana, que se convierte en sintomática del nuevo momento histórico. El ámbito del arte despliega utopías urbanas y sociales, así como críticas a la lógica de los intereses de un capitalismo globalizado. La especulación en torno a la propiedad inmobiliaria se perfila como uno de los procesos clave para representar las formas de valorización de tienen lugar en la ciudad. Asimismo, hay quien reivindica la belleza de límites y periferias, allá donde la ciudad se convierte en residual y donde se gesta un nuevo proceso urbano que matiz más autónomo.

La exposición del MACBA ocupa todo el Museo y reúne 350 obras de 90 artistas como Ignasi Aballí, Joan Brossa, Eduardo Chillida, Tony Cragg, Pep Duran, Öyvind Fahlström, Richard Hamilton, Joan Hernández Pijuan, Jenny Holzer, Muntadas, Juan Muñoz, Martha Rosler, Dieter Roth o Jeff Wall, entre otros.

 

 
 

Joan Rabascall

Atomic Kiss
1968
Tela, acrílico y emulsión fotográfica
162 x 97 cm
Colección MACBA

 

La exposición en CaixaForum

Las dos últimas décadas del siglo XX fueron el escenario de grandes cambios en la política internacional y de acontecimientos catastróficos que produjeron el efecto apocalíptico propio del tiempo finisecular. Los 80 sufrieron la amenaza del agujero de ozono, el accidente de Chernóbil, el sida, los excesos de la política neoliberal de Margaret Thatcher y Ronald Reagan y el recrudecimiento de las hostilidades de la guerra fría hasta la caída del muro de Berlín en 1989. En los 90 se añadieron la guerra del Golfo y la desintegración de la Unión Soviética. Y sin embargo, en aquellos años se produjo la liberalización de los mercados y los grandes avances en nuevas tecnologías e Internet que permitieron acelerar el proceso de la globalización.

En el ámbito del arte se inició también una progresiva internacionalización. Si en los 80 el escenario reflejaba aún el orden geopolítico de la posguerra, centrado en América del Norte y Europa Occidental, en los 90 vemos una incipiente descentralización de los países de Occidente. En España, la transición democrática cambió radicalmente la composición y la apariencia del entorno artístico: el arte contemporáneo quedó integrado en las nuevas instituciones democráticas y se inició la institucionalización de un arte que quería ser incluido en el mapa de las tendencias más innovadoras. En esa época la Fundación "la Caixa" inició un potente programa de exposiciones de arte contemporáneo internacional y adquirió las primeras obras de su colección.

El arte refleja las contradicciones de esos años, en los que confluyen el abatimiento y el entusiasmo. Una nueva sensibilidad, fruto del escepticismo ante los principios universales y emancipadores, vacía de sentido la espera permanente de un futuro mejor y la creencia en una identidad única. La sensación de pérdida de referencias da lugar a una concepción plural del individuo y a narrativas centradas en subjetividades y vivencias personales. La generación de la llamada posmodernidad toma conciencia de la necesidad de hacer aflorar tanto las múltiples voces de la sociedad como las aflicciones del individuo despojado de su centralidad. Así, la experiencia del cuerpo se convierte en un refugio ante una sociedad fundamentada en la exclusión y la diferencia, y la parodia se convierte en un dispositivo eficaz para hurgar en las fisuras del pensamiento y en la condición del sujeto, que ahora se analiza y se redefine desde distintos puntos de vista.

La exposición de CaixaForum Barcelona incluye 55 obras de 35 artistas. En ella se dibuja la transición entre las utopías emancipadoras de los epílogos de la modernidad y las formas estéticas del desencanto y la vulnerabilidad propias de finales de los años 80 y de los 90. Las instalaciones de Joseph Beuys y Jannis Kounellis enlazan el espíritu existencialista del periodo de posguerra con la ansiedad de un arte visceral que cuestiona el viejo discurso estético occidental, burgués y masculino. Por otra parte, la dicotomía entre cuerpo y mente enfrenta el simbolismo mesiánico de Beuys con el antiidealismo de Mike Kelley, que reivindica la percepción del mundo a través del cuerpo como agente de conocimiento y que interroga los mitos de nuestra cultura y los discursos dominantes para centrarse en los que son prosaicos, residuales e irregulares.

Con la carga existencial de las palabras de Artaud, Nancy Spero se pone en la piel de los marginados para explorar las angustias que sufren. En muchas obras de este periodo se manifiesta la tendencia a definir la existencia del sujeto a través del dolor y el trauma -el dolor mental, el provocado por la diferencia, por el cuerpo o por enfermedades incurables-, como en el caso de Pepe Espaliú y Félix González-Torres.

En cuanto a las obras de Miroslaw Balka, Janine Antoni, Robert Gober, Sue Williams y Martin Kippenberger, remiten a cuestiones de identidad, diferencia y vulnerabilidad. En sus parodias, Bruce Nauman manifiesta la alienación, la violencia y la disfunción del ser humano, y Cindy Sherman, Rosemarie Trockel y Martha Rosler, por su parte, exploran los significados de las imágenes que produce la sociedad, así como las aproximaciones críticas a la práctica del arte. Gran parte de las obras expuestas exalta el carácter extraordinario de lo cotidiano y revela la realidad inquietante de las experiencias más comunes: los artistas han encontrado el modo de expresarlo con un sorprendente equilibrio entre lo banal y lo poético. Robert Gober lo consigue impregnando de carga psicológica sus simulaciones de objetos triviales, y Guillén-Balmes atendiendo las necesidades íntimas de otros. En estos términos, el arte se vuelve más emotivo, aunque no deja de ser crítico y a veces irreverente.

 

 
 

Tony Cragg

Sin título
1993
Piano, ocho sillas, piezas de madera y ganchos
Colección "la Caixa". Arte Contemporáneo

 

Hasta el 6 de enero de 2014 en el MACBA (Plaça dels Àngels, nº 1, Barcelona. Horario de verano hasta el 21 septiembre: lunes, miércoles, jueves y viernes, de 11:00 a 20:00 horas; martes no festivos, cerrad; sábados, de 10:00 a 20:00 horas; domingos y festivos, de 10:00 a 15:00 horas) y hasta el 29 de diciembre de 2013 en CaixaForum Barcelona (Avinguda de Francesc Ferrer i Guàrdia, nº 6-8, Barcelona. Horario: lunes a viernes, de 10:00 a 20:00 horas; sábados, domingos y festivos, de 10:00 a 21:00 horas; último viernes de cada mes, de 10:00 a 23:00 horas; noches de verano: miércoles de julio y agosto, abierto hasta las 23:00 horas).

 

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