RUBENS Y LOS ARTISTAS DEL BARROCO FLAMENCO
21/05/2025
La creatividad inigualable de Rubens, su influencia y la renovación estética que promovió protagonizarán del 29 de mayo al 21 de septiembre de 2025 la exposición Rubens y los artistas del Barroco flamenco, en la que sus cuadros dialogan con las obras de artistas como Anton van Dyck, Jacob Jordaens o Pieter Brueghel el Viejo. La muestra reúne 64 piezas procedentes de los fondos menos conocidos del Museo Nacional del Prado. El conjunto revela la carga intelectual y el estilo distintivo de Rubens y sus coetáneos flamencos, y se divide en los siguientes ámbitos: "Pasiones divinas", "Imagen y contrarreforma", "La creación arrebatada", "Mecenazgo y coleccionismo", "Arte y propaganda", "Rostros y personalidades" y "Dentro y fuera" y "Naturaleza muerta, naturaleza viva". Pedro Pablo Rubens (Siegen, 1577 - Amberes, 1640) fue el motor de una fuerza creadora que conquistó la Europa del siglo XVII. Sus arrebatadas composiciones, de un dinamismo casi violento, y la sensualidad que transmite su obra supusieron la definición de la pintura del Barroco. La influencia del estilo de Rubens en otros artistas ha hecho del arte barroco flamenco uno de los momentos más sugerentes y visualmente atractivos de la cultura occidental. Los pintores europeos de la Edad Moderna trabajaban en talleres y se valían de múltiples colaboradores. Ello se debe a la creciente demanda de pinturas que existió en la época, y se vio facilitado por las técnicas pictóricas del momento, que facilitaban la creación de múltiples cuadros simultáneamente, y por varios artistas. Rubens -pintor, diplomático y miembro de la élite ilustrada de Amberes- vivió en una época convulsa, en la que ser humano comenzó a replantearse su posición en el universo desde nuevas perspectivas. A lo largo de su vida, pintó unos treinta paisajes que reflejan su visión del mundo. Estas obras permanecieron en su colección hasta su muerte, lo que sugiere que las creó principalmente para su propio deleite. Sus paisajes han sido considerados como un atisbo a la mente del genio, permitiendo al espectador vislumbrar su erudición, sus nociones de la pintura y sus vivencias. Son sus obras más íntimas, en las que sintetiza la tradición paisajista flamenca con la mirada de un hombre inmerso en la era de las revoluciones científicas. En definitiva, Rubens creó un nuevo lenguaje sobre la naturaleza, en el cual un día se inspirarían artistas como Antoine Watteau, John Constable o Édouard Manet. |
Respecto a la producción religiosa de Rubens, forma un corpus amplísimo: un ejemplo de la concepción religiosa triunfante, alejado del mensaje combativo y dogmático propio de la pintura del periodo de la Contrarreforma. Este tipo de pintura, especialmente la concebida como pala de altar, es contundente y legible en su función propagandística, aunque se aleja del discurso militante de épocas anteriores. Paralelamente, Rubens cultiva otra modalidad narrativa del arte sacro más cercana e incluso íntima en forma de "sacra conversación". Este género pictórico, típicamente italiano, siempre está presidido por la Virgen, pero permite abordar metafóricamente una parte de su creación religiosa más devocional y variopinta, donde conviven temas que comparten la amabilidad del enfoque. De este modo, Rubens explora una vía interpretativa muy personal y de enorme belleza, con la que se aleja del "disciplinamiento" propio del momento en el que transcurre su obra pictórica. Por otro lado, Rubens realizó en cuatro ocasiones pinturas destinadas a convertirse en tapices, siguiendo un proceso creativo estructurado en varias fases. Su primer encargo (1616-1617) consistió en ocho escenas inspiradas en la historia heroica del cónsul Decio Mus, un trabajo solicitado por comerciantes genoveses. En 1622, mientras estaba en París, recibió un segundo encargo para diseñar una serie de doce tapices dedicados al emperador Constantino, aparentemente por orden del rey Luis XIII. Hacia 1625, la archiduquesa Isabel Clara Eugenia, gobernadora de los Países Bajos -en cuya corte Rubens desempeñó un importante papel artístico y político-, le confió la creación de veinte tapices con el tema del Triunfo de la Eucaristía, destinados a la iglesia del Real Monasterio de las Descalzas Reales en Madrid. En su último encargo (1630-1635), del cual no hay datos de quién lo realizó exactamente, realizó ocho escenas que relataban la historia de Aquiles, serie en la que estuvo implicado su propio suegro. Paralelamente a la muestra se llevarán a cabo diversas actividades: conferencias, visitas comentadas, visitas-tertulias, visitas-talleres y espacios de lectura y juegos. Dirección y horarios de Rubens y los artistas del Barroco flamenco: Avinguda Francesc Ferrer i Guàrdia, 6-8 (Montjuïc, Barcelona). Lunes a domingo y festivos, de 10:00 a 20:00 horas. |
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