Fuertemente influenciado por la pintura barroca, Roberto Ferri es considerado hoy en día el Caravaggio de nuestros días, aunque el mismo ha puntualizado que reconoce que su punto de referencia es el lombardo ni quien se autodefine en estos términos. En todo caso -dice bromeando- sería como un Caravaggio 2.0.

Profundizando su investigación en la pintura del Romanticismo, Academicismo y Simbolismo, propone un discurso crudo, provocador y cargado de un erotismo dramático que atrapa a cualquier espectador. Sus personajes, heroicos y triunfantes, transitan entre la luz y la sombra pintados con una minuciosa técnica con la que retrata de manera espectacular la anatomía del cuerpo humano.

Ferri refleja en sus pinturas un contraste entre lo antiguo y lo moderno, entre el academicismo y lo transgresor. Un pintor moderno que convive en armonía con las antiguas técnicas artísticas de los grandes maestros de la historia del arte, que va desde principios del siglo XVI hasta finales del siglo XIX.

Ferri explora el desnudo con elementos oníricos que abordan los sueños, lo profano, la espiritualidad, y la mitología. En definitiva, un artista que tiene la osadía de actualizar el Barroco con su herencia y que ahora podemos disfrutar en España, en una exposición titulada Roberto Ferri. Introspettiva que atrapará al público visitante con escenas de inquietante pasión, belleza y sensibilidad.

La muestra, abierta el público desde hoy, 18 de junio, en el Museu Europeu d'art Modern de Barcelona (MEAM. Barra de Ferro, 5), podrá verse hasta el próximo 3 de octubre de 2021 en el siguiente horario: martes a domingo, de 11:00 a 19:00 horas; lunes, cerrado.

Además de la figura humana de anatomía perfecta, el público que acuda al MEAM podrá descubrir que en estas piezas pictóricas hay otros elementos como los troncos de olivo -muy característicos de su tierra natal- así como utensilios y herramientas que remiten a instrumentos quirúrgicos de hace unos siglos. 

Roberto Ferri (Taranto, 1978) es un pintor italiano, profundamente inspirado por los pintores barrocos, en especial como hemos dicho por Caravaggio, pero también por otros grandes maestros del Romanticismo, la Academia -sobre todo la obra de Dominique Ingres y Jacques-Louis David- y el Simbolismo. En 1996, se graduó en el Liceo Artistico "Lisippo" de Taranto, una escuela de arte local en su ciudad natal.

Ferri comenzó a estudiar pintura por su cuenta, de forma autodidacta, hasta que se trasladó a Roma en 1999 para profundizar su investigación sobre la pintura antigua, en particular la realizada a partir de finales del siglo XVI. En 2006, se graduó con honores en la Academia de Bellas Artes de Roma.

Su carrera tomó notoriedad tras retratar al papa Francisco a partir de unas fotografías. Fueron dos las obras encargadas, que ocupan lugares privilegiados en El Vaticano, una de cuerpo entero y otra de busto. No son los primeros trabajos que Ferri realizó para la Iglesia, ya en 2010 recibió el encargo de realizar catorce telas para representar el Via Crucis de Cristo en la catedral de la ciudad siciliana de Noto, que fueron expuestas en el Palacio Grimani durante la famosa Bienal Internacional de Arte que tiene lugar en Venecia.

Esa muestra desató fuertes polémicas por la imagen de un Cristo atlético y sensual. A las objeciones, el artista declaró: "Cuando te hacen un encargo, en mi opinión, deben darte libertad. Si el cliente conoce al artista y su obra, lo mejor es que dé solo el tema, ya que si quiere obtener lo mejor de él debe dejar al artista en libertad a la hora de crear". Asimismo, respecto a su estilo, "irá evolucionado, pero seguiré con el mismo porque es el que me representa y me identifica, con el que mejor me expreso. No me dedicaré a lo abstracto", afirma Ferri.

Su obra está representada en importantes colecciones privadas de Roma, Milán, Londres, París, Nueva York, Madrid, Barcelona, Miami, San Antonio (Texas), Qatar, Dublín, Boston o Malta, así como en el Castillo de Menerbes en la Provenza. Como hemos apuntado, su trabajo fue presentado en el polémico pabellón italiano de la Bienal de Venecia de 2011, y ha sido expuesto en el Palazzo Cini, de Venecia, en la Bienal Kitsch 2010.

En Roberto Ferri. Introspettiva se exponen un total de 46 obras, 30 pinturas y 16 dibujos, donde muchos de los protagonistas son personajes heroicos, algunos en plena redención, aunque también aparecen ángeles-vampiros como símbolos de la impureza. El artista explora el desnudo femenino y masculino con elementos oníricos que abordan los sueños, lo profano, la espiritualidad y la mitología.

En su estudio en las afueras de Roma, Roberto Ferri usa pigmentos tradicionales y sigue con las antiguas técnicas de creación de colores, de forma similar a los creadores del Barroco, pudiendo dedicar más de cinco años a la creación de algunas de sus obras, como el "San Juan Bautista" de Barcelona, sede del MEAM.