La restauración y el traslado en el interior de la Basílica Santa María de Seu de Manresa del frontal de altar gótico de la Pasión, conocido como Frontal Florentino del siglo XIV, será un hecho en los próximos meses.

Este proyecto ha sido seleccionado para formar parte de Tiempo de Gótico, un ambicioso programa de intervenciones en patrimonio cultural mueble e inmueble del periodo gótico, fruto de un convenio firmado entre el Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña y la Fundación La Caixa.

El proyecto incluye la limpieza y restauración integral del frontal y la creación de un espacio expositivo en una de las capillas laterales de la basílica manresana que esté en consonancia tanto con el carácter litúrgico del edificio como con las necesidades ambientales de la pieza.

Estas intervenciones serán realizadas por los máximos especialistas del país. Se pondrá pronto en marcha un equipo de trabajo interinstitucional y profesional que comenzará a concretar y ejecutar las diferentes iniciativas que conforman el proyecto al que se ha otorgado un presupuesto de 125.000 euros.

Se conseguirá así cumplir con la voluntad de la Seu de tener el frontal en las condiciones deseadas de conservación, de darle el máximo de visibilidad y protagonismo y de devolverle su carácter litúrgico esencial.

El traslado del frontal en el interior de la Seu contribuirá a potenciar, aún más, el extraordinario conjunto patrimonial de época gótica formado por la iglesia proyectada por el arquitecto Berenguer de Montagut y los diferentes retablos góticos, entre los que sobresale el del Santo Espíritu (1394) obrado por Pere Serra.

La comunidad de la parroquia, los Amigos de la Seu y el equipo de gestión de la basílica pondrán toda la voluntad para que este proyecto sea una realidad en 2022, fecha en que se celebrarán los 700 años de la firma de contrato de Berenguer de Montagut para construir el templo gótico de la Manresa Medieval.

El Frontal de la Pasión, conocido popularmente como Frontal Florentino, es un frontal de altar gótico encargado por Ramon Saera, una de las personalidades manresanas más importantes del siglo XIV, al bordador florentino Geri di Lapo. En su testamento (redactado el 24 de noviembre de 1357 y conservado en el Archivo del Museo Comarcal), Saera dejó en herencia el frontal a la basílica manresana.