El escultor e imaginero granadino nos hace llegar sus últimas obras. Se trata de las estatuillas de San Pedro y San Pablo en bronce pulido y policromado para el respiradero trasero del paso procesional de Nuestro Padre Jesús de la Amargura, nazareno titular de la Hermandad del Santo Vía Crucis de Granada.

Son piezas de tamaño muy reducido (25 cm) para ajustarse a las capillas de las andas. Su fundición en bronce, tras un previo modelo en barro por Asenjo, se ha llevado a cabo mediante la tradicional técnica a la cera perdida. Para el estofado se ha utilizado el temple al huevo, y para las carnaciones el óleo al pulimento.

Se hallan concebidas con gran barroquismo, tanto en su modelado como en sus gestos; declamatorio en el caso de San Pedro, e introspectivo en el de San Pablo, acentuándose dicha actitud al quedar totalmente cubierto por la capa, ricamente decorada al igual que el resto de los ropajes de ambas figuras.

Cabellos ralos para San Pedro y larga barba para San Pablo. Los dos llevan el atributo del libro, cerrado en el caso de San Pedro y abierto en el de San Pablo, quien lee su famosa cita: "Si Dios está con nosotros, ¿quién podrá con nosotros?", toda una declaración de intenciones para estos tiempos de dificultad.