EL ESCULTOR ARCHIDÓNES JULIÁN ROLDÁN GUERRERO, SOBRINO NIETO DE PEDRO ROLDÁN

José Luis Romero Torres (20/10/2021)


 

 

Desde 1950 no ha habido nuevos documentos sobre los antecedentes familiares y la infancia del escultor e imaginero sevillana Pedro Roldán. La última monografía sobre su figura, escrita magistralmente por el profesor José Roda Peña, recoge los datos antequeranos aportados por el historiador Sancho Corbacho: el casamiento de Juan Roldán Conejo y María Alonso Sánchez -abuelos del escultor Pedro Roldán- en 1573; el nacimiento de tres hijos, Juan, María y Marcos; los casamientos de los varones; el del primogénito Juan Roldán Alonso con Inés de Estudillo en 1597 y el de Marcos Roldán Alonso con Isabel de Nieva en 1609, padres del escultor, así como la existencia de dos hijos de este último matrimonio, Marcos y Pedro Roldán, el escultor.

No obstante, Sancho Corbacho cometió dos equivocaciones: una, confundir Isabel de Nieva o Neva con su nuera Isabel Fresneda Gavilán y, otra, el parentesco entre el matrimonio Marcos Roldán e Inés de la Hixa y el escultor, pues ese Marcos no era su tío, sino su sobrino, por lo que el escultor Julián Roldán Guerrero era sobrino nieto de Pedro Roldán. La confusión se produjo porque desconoció que hubo tres Marcos Roldán -padre, hijo y nieto-, que han identificados por el historiador José Luis Romero Torres en el último número de la revista Laboratorio de Arte, editada por la Universidad de Sevilla (US).

Entre los dos Marcos Roldán que menciona Sancho Corbacho existió otro homónimo que no apreció. Por lo tanto, la descendencia por primogenitura fue: Marcos Roldán I e Isabel de Nieva, padres de nueve hijos, entre ellos el escultor; Marcos Roldán II, hijo del anterior Marcos, hermano del escultor y marido de Isabel Fresneda Gavilán; y Marcos Roldán III, nieto del primero, sobrino del escultor, marido de Inés de la Hixa y padre del escultor Julián Roldán Guerrero y de dos hijos más llamados Pedro y Manuel.

Son muy interesantes las aportaciones de Romero Torres a la figura del escultor archidonés Julián Roldán Guerrero, que ha tenido poca fortuna artística. Ceán Bermúdez confundió a los escultores Julián Roldán Guerrero y Marcelino Roldán Serrallonga en la breve biografía del segundo. También ha generado confusión la información extraída del expediente matrimonial de Marcelino Roldán, del que se ha deducido que Julián, quien declaró de testigo del contrayente, nació hacia 1650. Por otra parte, la historiografía sevillana lo ha considerado sobrino de Pedro Roldán, pero, en realidad, como expone Romero Torres, fue sobrino nieto.

Julián Roldán Guerrero era hijo de Marcos Roldán III y de Inés de la Hija Guerrero, y nieto de Marcos Roldán II e Isabel Fresneda Gavilán, según la declaración que hizo su abuelo materno Alonso García Guerrero -padre de la referida Inés- con fecha de 21 de marzo de 1652 en Archidona (Málaga), datos confirmados con los documentos que expone Romero Torres en Laboratorio de Arte.

El 11 de enero de 1637, Juan Crespo de Cabrera, cura de la parroquia de Santa Ana de Archidona y numerario del Santo Oficio de la Inquisición, bautizó a Julián, hijo de Marcos Roldán III e Inés de la Hija Guerrero, su mujer. Fueron sus padrinos Bartolomé de Casasola y su mujer Mencía de la Hija. Por ello, se descarta que Julián naciera en 1650, como se ha escrito. Y, además, fue imposible porque su padre estaba muerto en 1641, cuando Inés de la Hija figura como viuda de Marcos Roldán en un documento fechado el 9 de mayo de ese año.

Por la declaración de Alonso García Guerrero en 1652, como abuelo de Julián, Pedro y Manuel Roldán Guerrero, se sabe que Julián y su hermano Manuel ya vivían en Sevilla en ese año, mientras el otro hermano seguía estando en Archidona. En ese año Julián tenía 15 años, por lo que estaba en plena etapa de aprendizaje. En 1658 y siguientes años Julián vivía en casa de Pedro Roldán como registran los padrones parroquiales de Santa María Magdalena. En 1667 figura como oficial de escultor junto a su tío abuelo y dos más tarde ya era maestro.

Julián Roldán Guerrero trabajó en 1675 y 1676 con su tío abuelo Pedro Roldán en la Catedral de Jaén (esculturas de San Mateo y San Juan en la imagen superior). La última fecha conocida es la de 1688, en la que es clérigo de órdenes menores y estaba preso en la cárcel eclesiástica.

Por tanto, según las investigaciones de Romero Torres, el escultor Pedro Roldán, nacido en Sevilla casi por casualidad y perteneciente a una familia antequerana, tuvo ocho hermanos, desconocidos hasta ahora, que nacieron en Antequera, siete de ellos mayores que el escultor y una hermana menor. Pedro Roldán fue el octavo hijo del matrimonio Marcos Roldán e Isabel de Nieva. Después de su nacimiento en Sevilla, la familia volvió a Antequera, donde el escultor vivió su infancia y comienzo de su juventud. La formación artística lo desarrolló en Granada en el taller del escultor Alonso de Mena y Escalante, en cuya ciudad contrajo matrimonio y tuvo su primera hija. Después se estableció en Sevilla, en cuya ciudad vivió el resto de su vida.

En el taller familiar de Pedro Roldán trabajaron sus hijos, hijas, yernos y su sobrino nieto Julián Roldán Guerrero. De los hermanos del escultor que permanecieron en Antequera, algunos se vincularon con familias de la cercana Archidona, como sucedió con la descendencia de Marcos Roldán, homónimo de su padre y el primogénito de esa generación, de cuya rama desciende Julián Roldán Guerrero, uno de los discípulos de Pedro Roldán, cuya partida de bautismo en Archidona se aporta en el estudio publicado por Laboratorio de Arte (imagen inferior). La presencia de Julián Roldán Guerrero en el taller de su tío abuelo Pedro Roldán confirma que, desde Sevilla, este artista siguió manteniendo vínculos con su familia antequerana. 

 

 

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