RESTAURACIÓN DE AURORA ARROYO IBÁÑEZ

Moisés Marco (24/05/2013)


 

 

 

La imagen de la Inmaculada Concepción, titular de la Congregación de María Inmaculada, así como de las antiguas Congregaciones de San Luis Gonzaga e Hijas de María, en Callosa de Segura (Alicante), recibe culto en la capilla que lleva su nombre, situada en la Iglesia Arciprestal de San Martín de dicha población.

Se trata de una talla en madera policromada del escultor valenciano Pio Mollar Franch, realizada en el año 1942. Es de tamaño natural (180 x 60 x 60 cm) y representa a la Virgen con las manos juntas a la altura del pecho, ladeadas hacia su derecha. Viste hermoso traje enriquecido con motivos florales. La túnica de color azul que la recubre casi en su totalidad, está policromada con cenefa perimetral y motivos florales, realizados en ambos casos con la técnica del estofado y el burilado. Esta imagen sustituye a una anterior, realizada en 1915 por el escultor yeclano Venancio Marco, que fue destruida en 1936 al comienzo de la Guerra Civil Española.

La Congregación de María Inmaculada, en el momento de encargar la nueva talla, se desplazó a Valencia, donde tenía su taller Venancio Marco, autor de la pieza destruida en 1936; pero al no ser su creación del gusto de dicha Congregación, se desplazaron al obrador de Pío Mollar para encargar la imagen actual, que fue recogida el 15 de mayo e importó la suma de 10.000 pesetas.

Pio Mollar nació en Valencia y se formó en los talleres de su ciudad. Fundó un taller donde realizaba encargos de esculturas de carácter cívico, como panteones e imágenes religiosas, dentro de un estilo academicista con reminiscencias barrocas. Alcanzó notoriedad por la excelente ejecución de sus Cristos, en los que se advertía la influencia de los grandes imagineros valencianos como Forment, Vergara, Bonet y Muñoz. También cultivó otros géneros escultóricos glípticos, donde un sentido barroco singular clamaba la decisión de incursar el movimiento más expresivo. Fue autor de numerosos grupos escultóricos. El crítico de arte José María Bayarri destacó su buen carácter, su bondad, así como su condición de trabajador infatigable y de artista temperamental, conocedor del oficio. Visitó diversos países americanos y europeos para los cuales realizó diversos encargos. Falleció en Valencia el 28 de agosto de 1953. Su obra se haya representada en el Museo de Bellas Artes de Valencia y en numerosas colecciones oficiales y privadas españolas y extranjeras.

Desde julio a noviembre del pasado año 2012 Aurora Arroyo Ibáñez, Licenciada en Bellas Artes en la especialidad de Conservación y Restauración, llevó a cabo una intervención de restauración por encontrarse la imagen de la Inmaculada Concepción en un estado de conservación bastante precario.

 

 

 

Las principales alteraciones que presentaba eran las propias de una imagen de setenta años de antigüedad, como presencia de suciedad, grasa generalizada, erosiones, incisiones, desprendimientos y pérdidas de los dorados y de las policromías, rotura de elementos que forman la imagen (media luna y cola de dragón), oxidaciones de la técnica plata corlada y repintes, entre otros deterioros.

Antes de comenzar la intervención se realizó un minucioso trabajo de investigación. Por ejemplo, se practicaron radiografías "in situ" para la máxima conservación de la imagen, y se analizaron varias muestras de la policromía original y del repinte para abordar la restauración con la máxima información.

Una parte fundamental de la investigación requirió saber exactamente cuáles eran las partes originales en las reposiciones. Para ello se utilizó la llamada Luz de Wood (haz de luz emitido por una lámpara de mercurio, cuya longitud de onda está en el rango de 320 y 400 nm y aumenta el contraste de los distintos materiales con los que está realizada la imagen). Se pudo apreciar que la nube original estaba totalmente oculta por un estuco más nuevo y replateada. También se observó que todas las cenefas habían sido retocadas y repasadas en el perímetro exterior, en cuanto a la técnica de hacer relieve en las hojas de acanto y volutas sin criterio alguno.

Posteriormente, y antes de subirla a las dependencias superiores de la Iglesia Arciprestal, donde se montó un taller de circunstancias al efecto de la restauración, se consolidaron las zonas en peligro de desprendimiento.

A continuación, y ya en el taller, se practicó una desinsectación mediante un tratamiento de vacío y una limpieza mixta; consolidación del soporte lígneo (concretamente grietas y fisuras, así como zonas sueltas mediante resina acrílica en disolución, en proporciones bajas y sucesivas aplicaciones); se practicaron diversas limpiezas (mecánica y química); se aplicó una de capa de intervención para su posterior proceso de estucado de faltantes mediante estuco natural; impermeabilización de lagunas; reintegración cromática (en algunas lagunas como carnaciones se utilizó un criterio ilusionista y en cenefas se practicó la técnica del puntillismo; la técnica utilizada fue la acuarela y para ajustar el color se retocó con pigmentos al barniz; en zonas plateadas con oxidación se volvió a platear con plata fina); y para el acabado se aplicó una capa final de barniz.

 

 
     
     
Estado final

 

BIBLIOGRAFIA

AA.VV. Historia de Callosa según Montesinos, Monografías Callosinas, nº5, 1990, Albert-Bernabeu-Torres.

AGRAMUNT LACRUZ, Francisco. Diccionario de Artistas Valencianos del Siglo XX, Albatros, 1999.

BALLESTER RUIZ, Antonio. Notas para la Historia Religiosa de Callosa de Segura, 1985.

RIBES GILABERT, José María. Crónicas de mi Pueblo, 1987.

 

 
     
     
Estado final
     
     
 

 

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