SANTA ANA Y SAN JOAQUÍN EN EL MUSEO NACIONAL BÁVARO DE MÚNICH
26/07/2025
El escultor alemán Ignaz Günther (1725-1775) creó el púlpito y los cuatro altares laterales para la Iglesia Hospitalaria de San Maximiliano, de los Hermanos de la Misericordia en Múnich, demolida a principios del siglo XIX. Las dos esculturas de los padres de María, San Joaquín y Santa Ana, provienen de uno de esos altares. La impresión de un movimiento dinámico surge de la intrincada rotación de unos cuerpos alargados, con sus animados rostros y las bocas abiertas en actitud dialogante. Salvo Pinsel, ningún escultor coetáneo de Günther lo superó en la recreación de una expresión intensa, que aquí alcanza una espiritualidad exaltada al máximo. Günther nació en 1725, en la ciudad bávara de Altmannstein. Aprendió carpintería en el taller que su padre, Johann Gorg, tenía en su ciudad natal. De 1743 a 1750 fue aprendiz en Múnich del escultor Johann Baptist Straub, quien, al igual que Günther, es considerado uno de los representantes más importantes del rococó bávaro. En 1753 Günther asistió a clases en la Academia de Viena, donde obtuvo el Primer Premio de Escultura. En Múnich y Viena, Günther creó sus primeras obras escultóricas, tras lo cual fue nombrado escultor de la corte de Baviera. En 1754 pudo establecer taller propio en Múnich, ciudad en la que vivió hasta su fallecimiento en 1775, donde trabajó principalmente para clientes eclesiásticos. Su mobiliario litúrgico, sus altares y, especialmente, sus expresivas y vibrantes figuras, como las dos tallas que nos ocupan, representan la cumbre de la escultura rococó. No obstante, a partir de 1766 las influencias del neoclasicismo también son evidentes en la obra de Günther. Realizados en madera de tilo tallada, policromada y dorada, San Joaquín (179 cm) y Santa Ana (173 cm) se conservan actualmente en el Bayerische Nationalmuseum (Museo Nacional Bávaro) de Múnich. Por sus posturas, especialmente el giro que toma la santa al centro, es probable que flanquearan en el altar una talla de la Virgen niña, hoy en paradero desconocido. El cordero a los pies del santo representa la ofrenda que llevaba al templo cuando fue expulsado por el sacerdote debido a la ignominia que representaba no tener hijos en Israel. |
www.lahornacina.com