La historia de la Virgen del Amor y Sacrificio, imagen titular de la Hermandad de Santa Cruz (Dos Hermanas, Sevilla), es la historia de numerosas dolorosas andaluzas de Semana Santa cuyo aspecto se ha visto alterado por los ciclos de cambio estético y el peso de los autores de moda en cada época, lo que ha supuesto remodelaciones y cambios de semblante, muchas veces desacertados, que han modificado sustancialmente, o incluso borrado, su impronta original.

En este caso, hablamos de una imagen de candelero para vestir, en madera policromada, que estaba catalogada como obra anónima del siglo XVIII, a la que en 1980 el escultor Luis Ortega Brú remodeló hasta el punto de conferirle una nueva fisonomía. Veinte años más tarde, un nuevo retoque, localizado principalmente en la policromía y la zona de los ojos, cambió otra vez una apariencia que Francisco Arquillo decidió mantener en su restauración del año 2006.

La intervención realizada por el escultor Fernando Aguado Hernández entre mayo de 2024 y febrero de 2025 ha pretendido devolver el sello personal que Ortega Brú imprimió hace cuarenta y cinco años, para lo cual ha sido necesario volver a actuar en la policromía y los ojos de la dolorosa. Unos ojos que, entre otros detalles, habían perdido las sombras y otros detalles cromáticos aplicados por Brú para darle más profundidad a la mirada.

Para realizar esta intervención, Fernando Aguado, que también es director artístico de la Hermandad de Santa Cruz, ha realizado un amplio proceso de estudio previo a la imagen, que ha comprendido tanto tomas fotográficas, como pruebas de rayos X y tomografía axial computerizada. Para poder contemplarlo de cerca, la Virgen del Amor y Sacrificio estará expuesta a la veneración de los fieles entre los días 23 y 27 de febrero.