RESTAURACIÓN DE AETOS RESTAURA PARA MÁLAGA

Enrique Salvo Rabasco (11/10/2022)


 

 
 
Estado final
Foto: Daniel González

 

El pasado 5 de Septiembre, eran presentadas y bendecidas las labores de enriquecimiento y restauración del estandarte de la Aparición de Nuestra Señora de la Victoria a San Francisco de Paula, pieza perteneciente al patrimonio de la Real Hermandad de Nuestra Señora de la Victoria, patrona de Málaga y de su diócesis.

Como suele ser habitual en este tipo de obras, se trata de un conjunto formado por un soporte textil enriquecido con bordados, centrado por un óleo sobre lienzo anónimo de la primera mitad del siglo XX en el que se narra el sueño del rey Fernando III (San Fernando) que precede, justamente, a la reconquista de la ciudad de Málaga por las huestes cristianas y, por tanto, es el prólogo del patronazgo de Nuestra Señora de la Victoria.

Según la leyenda, en el sueño un anciano intercedía y pedía ante la imagen mariana por la consecución de la conquista. Ese mismo día llegaron a las estancias reales unos religiosos enviados por San Francisco de Paula, para pedir el permiso de fundación en España de la Orden de los Frailes Mínimos, congregación religiosa fundada por dicho santo italiano. Al mismo tiempo llevaban una carta del fundador en la que, a modo de profecía, indicaba al rey santo que no levantase el cerco porque en tres días la ciudad de Málaga caería en sus manos. El monarca entendió su sueño como una revelación divina y reconoció en el anciano a San Francisco de Paula, y por tanto que la responsable de la victoria, era la imagen de la Virgen que tenía en su oratorio. Tres días después, 19 de agosto, la ciudad era reconquistada.

El proceso de la restauración de la pintura del estandarte, que ha corrido a cargo de Enrique Salvo Rabasco, era especialmente complejo, no solo por el mal estado de conservación de la obra, sino por las particularidades de su uso. Debe tenerse en cuenta que no está pensada exclusivamente para su exposición, sino que procesiona cada año con las alteraciones que ello supone, fruto de los movimientos y cambios en las condiciones ambientales a las que tiene que exponerse.

Todo lo anterior había que tenerlo presente el restaurador de cara a la estabilización del conjunto, ya que presentaba numerosas arrugas, deformaciones, y pérdidas de capa pictórica, preparación e incluso soporte. Además, había que prepararla para albergar en su contorno un resplandor metálico.

En este sentido trabajamos según lo habíamos hecho en otros proyectos de características similares, como los faldones de María Santísima de la Victoria (Hermandad de la Santa Cena, Granada) o el estandarte de la Medalla Milagrosa que se expone en la Parroquia de San Miguel de Miramar, en Málaga. Llevados a cabo los tratamientos oportunos se completó el proceso con absoluto éxito, y una vez comprobado que soporte y capa pictórica habían quedado perfectamente estabilizados, se comenzó a trabajar sobre esta última.

 

 
 
Comparativa. Estado inicial y final
Fotos: Daniel González

 

El conjunto se terminó de colocar sobre una estructura que permitiera soportar las tensiones propias de este tipo de obras sobre lienzo y alojar el marco de orfebrería. Además, teniendo en cuenta que la pintura va expuesta en un estandarte, se procuró que, en su colocación, y durante su manipulación y uso, no se produjeran las deformaciones, pérdidas y abrasiones que se habían producido con anterioridad.

Una vez realizado lo anterior, se procedió a la limpieza de la superficie pictórica. Una limpieza basada en los resultados arrojados por el estudio con luz ultravioleta, eliminando así los repintes puntuales que se habían llevado a cabo y las sucesivas capas de suciedad y barnices oxidados que presentaba.

A continuación se estucaron y nivelaron las faltas que habían quedado visibles al retirar la antigua forración y se aplicó un estrato de intervención, de manera que hubiera una separación estratigráfica y de protección entre la capa pictórica original y la reintegración cromática, la cual se ha llevado a cabo siguiendo las técnicas específicas para ello en el ámbito de la Restauración, destinada a proporcionar una lectura unitaria de la obra. Finalmente, se aplicó una capa de protección que preserva la capa pictórica de los agentes ambientales.

Como hemos dicho antes, esta pintura va orlada en un estandarte con ricos bordados en oro sobre terciopelo azul, realizados por el taller de la de la Real Hermandad de Nuestra Señora de la Victoria que dirige Sebastián Marchante Gambero. Viene a sustituir a un anterior conjunto realizado en tejido adamascado de una calidad bastante precaria y en muy mal estado de conservación.

Todos estos trabajos han sido recogidos por la Real Hermandad de Nuestra Señora de la Victoria en una interesante y cuidada publicación en la que, además, se añade un "Ensayo acerca de las grandes virtudes marianas simbolizadas por elementos botánicos en las Letanías Lauretanas presentes en el Estandarte", llevado a cabo por Ángel Enrique Salvo Tierra y Miguel Ángel Vargas Jiménez, doctor y profesor de Botánica en la Universidad de Málaga (UMA) e investigador de botánica cofrade, respectivamente.

 

 

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