PEDRO ANTONIO FERNÁNDEZ VALCÁRCEL


 

 

¿Qué haces? ¿Cómo te defines?

Soy escultor-imaginero. Desde muy pequeño me sentí atraido por cualquier tipo de arte religioso, ya fuese arquitectura, pintura o escultura. A lo largo de mi trayectoria artística me fui peleando conmigo mismo para intentar superarme día a día. Principalmente, me considero que, dentro de este campo, intento innovar, aunque ya está todo realizado y sólo queda hacer más de lo mismo, aunque con el toque personal que cada autor confiere a su trabajo. Como ejemplo tomo a grandes maestros del barroco, no me sirven autores contemporáneos que también siguen aprendiendo día a día, puesto que en el mundo del arte no se acaba de aprender en la vida. Soy seguidor de la obra de los granadinos Jose de Mora, Alonso Cano, Pedro de Mena, José Risueño, Torcuato Ruiz del Peral... me vuelve loco la escuela granadina, la considero más espiritual, eleva más el espiritu del hombre hacia Dios.

¿Cuál es tu mensaje?

Cada artista transmite un mensaje dependiendo del contenido de su obra y su simbología. Yo, principalmente, el amor hacia la mujer, dadora de vida, realzando el papel de madre y redentora del genero humano a traves de Dios, por medio de su Santísima Madre, Nuestra Señora. También mi inconformidad y rebeldía hacia los demás imagineros ya consagrados por negarme la oportunidad de ser aprendiz en alguno de sus talleres, ya que hoy en día entran sólo empeños, gente que les entran por el ojo y que no tienen, a lo mejor, la inquietud imaginera corriéndole por las venas, y les niegan la oportunidad a chavales que sí se desviven y sienten la imaginería. Yo jamas me río de obras que exponen jovenes que empiezan en este mundillo, dado que transmiten su inquietud y muestran lo que hasta el momento son capaces de hacer, y eso ya es mucha valentía y digno de admiración.

Tu biografía en cuatro lineas.

Desde muy pequeño hacía figuras de plastilina. Con el tiempo pasé a modelar en barro. Mis primeros conocimientos se los debo a la familia Granados de Lucena (Córdoba). Realicé imagenes para particulares hasta que curse los estudios de artes y oficios en la escuela cordobesa de arte Mateo Inurria. Ahora tengo taller propio.

¿Cuelgas tú mismo tu trabajo en la red? ¿Dónde podemos verlo

Sí, tengo publicados dos blogs personales míos, uno de ellos se llama http://templario1977.skyrock.com y el otro http://escultor-imaginerovalcarcel.blogspot.com.

¿Cómo nace una idea? ¿Qué es para ti la inspiración?

Las ideas brotan a cada instante en la cabeza de alguien que sea creativo. Algún momento, algún suceso, algo que se comtemple, puede dar motivo de inspiración para una nueva obra. Sé lo que es estar de parto, más de nueve meses, incluso años, a pesar de mi condición o mi género masculino, dado que los artistas parimos nuestras obras de arte, y algunas veces llevamos la idea en la cabeza durante meses e incluos años hasta que podemos empezar a materializarla. Son los trabajos con los que más disfrutamos, los de creación propia.

¿Qué papel juega la tecnología en tu proceso creativo?

A este respecto soy muy tradicional. Amo la madera, el barro o la arcilla, y los bocetos a papel, pasta o barro para modelar. Yo trabajo con madera, terracota y realizo también imágenes a talla completa con telas encoladas.

¿Qué es el arte?

Arte es, desde un simple amanecer, hasta el llanto de un niño recién nacido. Arte considero la vida y todo lo que Dios creó, más bonito o más feo. Y arte considero también lo que el hombre cree o realice sin dañar a nadie y respetando los valores éticos y morales del género humano.

 

 

¿En qué circunstancias se te ocurren las mejores ideas?

Bajo circunstancias que ni me podría siquiera imaginar. Cuando estoy eufórico o demasiado contento, o viajando y visitando monumentos de otros lugares... En general, casi todo el día tengo ideas que me fluyen por la cabeza.

¿Cuándo, cómo empezaste a verte a ti mismo como artista?

Cuando era pequeño, en un escaparate de mi pueblo, pusieron por Semana Santa imágenes de escayola de Cristos y Vírgenes. Yo ansiaba tener una de ellas, pero, por circunstancias económicas, mis padres nunca me la pudieron comprar. Así que me puse manos a la obra y comencé a realizar yo mismo mis imágenes, primero en plastilina y después en barro. Y cuando ya nadie se reía de lo que yo presentaba, y empezaban a dudar de si lo había hecho yo o no, entonces me dije que algo de arte habría en lo que ya realizaba con mis manos. Pero, sobre todo, cuando me empieza a llenar totalmente lo que yo realizo y comienza a gustarme a mi mismo.

¿Cómo se debe evaluar una obra artística?

Siempre me aconsejan que dependiendo de las horas y del material empleado, pero por lo general para una obra no hay un tiempo estipulado para su creación. También depende del autor y del material. Y si a todo eso le sumamos el valor sentimental, y que cada obra lleva siempre parte de la personalidad del artista, no tendría valor material estipulado. Las obras siempre se cotizan dependiendo del precio estipulado por el mercado o la demanda actual del momento, pero en el futuro, incluso ya muerto su autor, suben considerablemente y adquieren más valor.

¿A qué artistas admiras y de qué manera influyen en tu obra?

Ya los he mencionado: los grandes maestros de la escuela granadina. Todos ellos realizan unas obras muy espirituales, que sólo su contemplacion eleva al hombre a un plano muy superior, acercándolo un poquito mas a Dios. Por eso mi obra se acerca un poquito a la escuela granadina, me considero una persona muy espiritual.

¿El arte auténtico es el arte necesario?

Todo arte es necesario. ¿A quién no le gusta admirar obras de arte en los museos, las galerías, las exposiciones, etcétera? Y algunas de ellas son obras totalmente prescindibles, pero que ayudan, y todavía hoy día hacen vibrar a todo el que las contemple con amor e inteligencia.

¿Te duele desprenderte de una pieza que has vendido?

Sí, siempre. Se llevan buena parte de mí, de mi interior. Nunca, en la mayoria de los casos, las vuelves a ver más, pero reconforta que las vayan a disfrutar y que vendrán otras nuevas a tu cabeza que llegarás a materializar.

En el arte no hay guía, ¿cómo sabes qué es lo próximo que debes hacer?

Siguiendo los instintos. Muchas veces improvisando, dejando volar la imaginación.

 

 

¿Qué papel han jugado en tu trayectoria las figuras de marchante, representante e intermediaros en general?

Siempre a través de intermediarios. Amigos que se interesan por el trabajo que has realizado y que, en determinado momento, apuestan por ti. Eso ayuda muchísimo.

¿Qué tipo de encargos te suelen hacer?

Ya tengo encargos u obras que hacen su estacion de penitencia o que están expuestas al culto público, como por ejemplo un misterio de Belén para la Hermandad de la Virgen de la Sierra, la venerada Patrona de Cabra (Córdoba). También la Virgen de la Luz de Aras para la aldea cordobesa de Campo de Aras, el Cristo Marroquí en Lucena (Córdoba), mi localidad natal, y una Dolorosa para el municipio cordobés de Nueva Carteya. Pero, por el momento, priman los encargos para clientes particulares, que bien piden una Dolorosa, bien un Cristo de un tamaño pequeño para poderlos colocar en casa y rendirles culto privado.

¿Cuál de tus trabajos es el que más te gusta?

Sinceramente y sin mentir, ninguno, porque a cada uno, con el paso del tiempo, les veo faltas, defectos o cosas que, posiblemente, serían mejorables, aunque sí hay trabajos con los que estoy mas satisfecho últimamente, como es el caso de una Virgen Apocaliptica embarazada que estoy actualmente realizando, o la Dolorosa de mi colección privada, de estilo granadina y con sus manos entrelazadas.

¿Coleccionas algún objeto?

Me pierden las Vírgenes pequeñas que se compran en los sitios de recuerdos, y cuando voy a visitar cualquier santuario mariano siempre cae alguna. También colecciono piedras y pequeños objetos de arte.

¿Qué aconsejarías a los que empiezan?

Maldad o mucha malicia. Mucha fuerza interior y, sobre todo, que crean en ellos mismos. Si no creen en ellos, no hay nada que hacer. También que piensen que lo que hacen es un "don" que Dios no da a todo el mundo, y que por eso hay mucha envidia, y mas de una vez, del que menos se lo esperen, recibirán la zancadilla.

 

 

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