RAMÓN MARTÍN

Jesús Abades (31/10/2013)


 

 

Ramón, naciste y resides en la localidad sevillana de El Viso del Alcor, sin vínculos artísticos en tu entorno, ¿cómo surgió tu vocación por la imaginería?

Pues como siempre en estos casos, gustándome desde niño el arte y la Semana Santa, y modelando mis pasitos con plastilina y barro sin cocer. A los 15 años, sin embargo, deje un tanto aparcada esa vocación para retomarla entre los 19 y 20 años de edad, cuando empecé a modelar más en serio, sin dejar de tomármelo como un hobbie, y conocí a mi maestro Ventura Gómez Rodríguez a través de un amigo de El Viso, miembro de una agrupación religiosa para la que Ventura realizó su primera Virgen Dolorosa. Como Ventura es del pueblo vecino al mío, Mairena del Alcor, me era muy cercano y poco a poco comencé a aprender el oficio en su taller. Yo tenía en ese momento un trabajo muy distinto, que decidí dejar para tomarme como una nueva profesión lo que hasta la fecha tenía solamente como una afición y abrir taller propio en El Viso del Alcor, gracias sobre todo a los primeros encargos que me hacían los clientes para su devoción particular.

La verdad es que en tus obras se advierte el estilo de tu maestro.

Claro. Aunque con el paso del tiempo creo que he ido formando un sello cada vez más propio en mis obras, hay detalles que aprendí de Ventura que no pienso perder, como por ejemplo la forma tan fina y ensortijada de tratar el cabello y la barba en las imágenes.

Con tan solo 28 años de edad, y en un plazo inferior a cuatro años, has entregado tres obras sacras en Sevilla, el destino más codiciado por la mayoría de los artistas de tu gremio, y una de ellas hasta ha procesionado en su famoso Corpus Christi. Hay quien no lo consigue en toda su vida por mucho empeño que le ponga.

Estoy muy contento con todo ello y me considero muy afortunado, porque soy humilde por naturaleza, llevo solamente seis años en esto, me queda mucho por aprender y creo que aún no tengo realmente un nombre en el oficio. Sé que haber entrado en Sevilla tan directamente es una suerte pero también un gran riesgo, porque si la obra no gusta en esa ciudad tu carrera puede hundirse en un abrir y cerrar de ojos. Tanto el Cristo de la Abnegación como los dos titulares de la Agrupación de Salud y Esperanza fueron encargos que recibí a través de internet. Y respecto a la procesión de la Dolorosa, es algo que viví como un sueño que tenía desde pequeño; aunque solo se tratase de un traslado con motivo de los altares del Corpus, fue una gran alegría ver a mi Virgen pasear por sitios tan emblemáticos de la capital como la calle Cuna o la plaza del Salvador.

¿Sueles alternar proyectos o eres de los que les gusta no empezar uno nuevo hasta acabar con el anterior?

Siempre alterno. Como sabes, este es un trabajo en el que es muy complicado llevar una sola obra adelante. Yo he llegado a bregar hasta seis trabajos a la vez, y es algo que considero muy bueno para el artista, ya que el cambio entre una y otra obra evita que te satures con una sola de ellas.

A los 23 años recibes tu primer encargo de envergadura para la villa cordobesa de Espejo.

Sí, el grupo escultórico de la Entrada Triunfal en Jerusalén. En este caso hay que hablar de un trabajo que surgió gracias a las redes sociales. Creo que mi Facebook recibe más visitas que mi web personal.

 

 
     
     
Jesús de la Abnegación
 
Entrada en Jerusalén (Bienvenida)

 

Me gusta especialmente tu Cristo Yacente para Cortegana (Huelva). Y no soy el único en opinar que es, quizás, la mejor de tus creaciones hasta la fecha.

En este caso el encargo tuvo su origen en un grupo de cofrades de Cortegana, de la Hermandad de la Humildad para ser más exactos, que me encargaron unos arcángeles para su paso de misterio. A raíz de eso surgió allí el encargo de otros arcángeles para la Cofradía de la Oración en el Huerto. Estos dos trabajos hicieron que una Agrupación Parroquial me encargara la imagen del Cristo Yacente para recuperar una advocación perdida en la Guerra Civil. Les presenté un pequeño boceto en barro, de tan solo 10-15 cm de largo, y me dieron total libertad para llevarlo a la madera. Desde un primer momento tuve muy clara para el Yacente la idea del movimiento en su hechura, porque no quería una figura recta y estática.

Muy importante ha sido el encargo de realizar el conjunto escultórico de la Entrada en Jerusalén para Madrid. Tu proyecto resultó elegido por una comisión entre una amplia terna de imagineros.

La verdad es que me sorprendió muchísimo la elección, porque en esa terna había compañeros muy buenos y con muchos años trabajando en esto. Sí tengo que decirte que los cofrades madrileños estuvieron tres o cuatro veces en mi taller y desde un principio noté un acercamiento que no tuvieron con otros compañeros. También me gustaría dejar claro que en ningún caso fue un trabajo regalado; es más, no era el más caro pero tampoco el más barato. En cuestión de precio, mi proyecto estaba situado en un término medio.

Hablando de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, resulta muy llamativo que sea tu misterio procesional más cultivado y con diferencia.

Cinco misterios de "La Borriquita" llevo hechos ya, Jesús. Me persigue, no me lo explico (risas). Y lo más curioso es que soy cofrade de la Hermandad de la Borriquita de mi pueblo, lo cual no deja de ser una mera coincidencia aunque eso conlleve cierta relación devocional con el misterio y un buen reflejo en el que mirarme. Es, además, la iconografía que más trabajo me da, ya que solo puedes inventar en la expresión del rostro del Cristo y en la postura y el movimiento que toma sobre la borriquilla, y en mi caso, al haber hecho tantos, innovar con cada nueva obra resulta todavía mucho más difícil.

También has cultivado mucho la representación del Niño Jesús, pasionista o no. Muchos de tus compañeros hablan de la dificultad a la hora de labrar una pieza infantil sin caer en lo exagerado o lo grotesco.

La cultivé más en mis inicios, cuando hacía muchos trabajos para la devoción privada, aunque no dejan de llegarme presupuestos sobre el tema. Ahora, aunque no la he dejado de lado ni mucho menos, prefiero labrar figuras adultas, de tamaño natural. Sí es cierto que es un tipo de obra complicado a la hora de plasmar las carnes tan blandas y regordetas de los niños sin caer en el exceso.

En una ocasión participaste en la Bienal de Higuera de la Sierra (Huelva), un prestigioso certamen que, como la mayoría de este tipo de eventos, ha perdido bastante fuelle en los últimos años.

Participar en la Bienal de Higuera de la Sierra me vino muy bien porque sirvió para dar a conocer mi obra en sus inicios. Por eso mismo es una pena que estos certámenes se vayan perdiendo, porque se esfuman oportunidades de dar a conocer el trabajo de los más jóvenes y mostrar la evolución artística de los veteranos. No solo expuse mi obra allí, también en una exposición organizada por la Hermandad de la Humildad de Mairena del Alcor y en varios comercios de Córdoba, Sevilla o El Viso del Alcor. Afortunadamente, nos quedan los escaparates y alguna muestra de Semana Santa para exponer nuestras imágenes.

 

 
     
     
Jesús de la Piedad
 
Entrada en Jerusalén (Espejo)

 

¿Te gustaría trabajar fuera del campo de la escultura sacra?

Mi trabajo está enfocado, principalmente, al mundo cofrade. Pero la verdad es que sí, que ahí está esa cosita, ese deseo de hacer una escultura profana, sobre todo un monumento que adornase una glorieta, un rincón, la plaza del Ayuntamiento de mi pueblo, por ejemplo... Sería muy bonito y aquí lo dejo caer.

¿Y cuál es el encargo ideal, dentro del ámbito religioso, que todavía no ha llegado a tu taller?

Siempre lo he dicho desde que empecé: me encantaría hacer un misterio del Traslado de Cristo al Sepulcro. Un grupo en el que estuvieran incluidas las imágenes de los Santos Varones y Santa María Magdalena. Es algo que me atrae mucho por razones estéticas. También tengo pendiente el tema de Cristo Crucificado, que es lo máximo para un escultor especializado en imaginería.

¿Estás cómodo trabajando en El Viso del Alcor? ¿Has pensado alguna vez trasladarte a la capital?

Estoy muy cómodo en mi pueblo. He estrenado en mayo un nuevo taller con más espacio y unas condiciones de trabajo muy buenas. Mi nuevo taller, en el que también puedo exponer mis obras terminadas, está en una calle tranquila, peatonal y céntrica, en la que cada día se puede escuchar las campanas de la iglesia. Todo ello es algo fundamental en mi trabajo. Respecto a Sevilla, no descarto tener en un futuro taller allí, pero sería más por mantener una relación más cercana con los ambientes cofrades tan importantes de la capital, pues aunque gracias a internet tienes acceso a todo, no es lo mismo que ese acceso sea inmediato y de primera mano.

Casi desde tu primera obra hemos publicado tu trabajo en La Hornacina; de hecho, eres como de la familia porque te hemos visto nacer y madurar como artista.

Desde siempre he conocido vuestra página. Para mí, entre otras cosas, es el referente más directo para conocer el trabajo de mis compañeros. Yo nada más concluir una obra, lo primero que pienso es publicarla en La Hornacina. La gente, además, muchas veces me comenta que ha visto mi último trabajo publicado en la página. Para mí, es uno de los mejores sitios a la hora de exponer una obra de arte.

Muchas gracias por todo, Ramón. Hablando de proyectos, ¿en cuáles estás trabajando actualmente?

Lo más inmediato, para la próxima Cuaresma del año 2014, es la segunda fase del misterio de "La Borriquita" de El Viso, formado por dos mujeres hebreas, y la primera fase de otro misterio del mismo tipo para Cortegana, compuesta por la figura de San Juan Evangelista. En ambos casos hablamos de grupos con imágenes de Cristo ya realizadas antes por otros autores. También con un San Juan debo comenzar el misterio de "La Borriquita" de Madrid, en este caso mío al completo. Otros proyectos son dos figuras de soldados romanos para la Cofradía de la Humildad, también de Cortegana, la conclusión del misterio de "La Borriquita" de Espejo con las figuras de San Pedro y una mujer hebrea, un grupo de la Coronación de Espinas para un particular, dos figuras del misterio de "La Borriquita" de Bienvenida (Badajoz), también mío, y otro Cristo de la Entrada en Jerusalén cuyo destino no puedo aún revelar, aunque todo esto será en su mayoría de cara a los años 2015 y 2016.

 

 

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