MANUEL CALIANI

Jesús Abades y Sergio Cabaco (25/02/2022)


 

"En la diversidad está la riqueza del patrimonio artístico"

 

 
 
Foto: Mauro Rodríguez

 

Eres escultor y pintor. ¿Compartimentas ambas disciplinas o empleas el mismo lenguaje plástico sin división?

Depende de la obra o del destino, para cada caso trato de buscar algo único. Pero es verdad que la cabra tira al monte y que encuentro similitud, indistintamente, si trabajo una obra escultórica o una pictórica, con la estética que acaba teniendo. Por ejemplo, si hablamos de la técnica de la mancha, eso es algo que descubrí en la pintura y con la que me siento muy cómodo trabajando; de hecho, cuando tengo oportunidad, experimento con la mancha, que hago con acuarela u otro tipo de pintura, y la llevo hacia el soporte escultórico. Una excepción, de momento, son las obras de imaginería al uso o las realizadas con las técnicas tradicionales barrocas, donde la mancha no tiene ya tanta cabida, pero me gustaría ir caminando hacia eso poquito a poco.

¿Esa combinación de técnicas viene de tu formación o ha ido evolucionando a lo largo de los años? Porque no sabemos si, desde un principio, tuviste muy claro que querías mezclar pintura y escultura.

Es algo que descubro con la pintura, con la que no me reencuentro hasta que estudié Bellas Artes. De pequeño hacía dibujos y pintaba, incluso estuve en una academia de pintura en Huelva dirigida por el pintor Manuel Vázquez, pero abandoné la pintura porque, ya adolescente, lo que me llamaba la atención era la escultura. Sin embargo, en la carrera, con profesores como Alberto Mañero o la acuarelista Carmen Márquez, me enamoré como nunca antes lo había estado de la pintura. Concretamente, a finales de la carrera, con la asignatura de Ilustración, descubro la acuarela, algo que tenía completamente descartado porque era una técnica que hasta ese momento no conseguí, aunque cursando el bachillerato tuve de profesor a Manuel Blandón, un acuarelista de Huelva muy reconocido. Al mismo tiempo, cuando redescubro la pintura y la acuarela, también descubro la técnica de la mancha y veo que me siento mucho más cómodo con ella, pues me gusta la expresividad que favorece ese elemento, que además me atrae más que lo lineal o que la propia línea. Fue entonces, a través de algunas obras experimentales que hago para mí mismo, cuando percibo que esa mancha, que hago con la técnica al agua, con la acuarela, también puede funcionar de alguna manera en la escultura. Y en eso todavía me encuentro, intentando encontrar la convergencia de los dos campos, pintura y escultura, en una misma obra.

Según tenemos entendido, también tuviste de maestra a la escultora onubense Amor Díaz Carretero.

Mi relación y amistad con Amor Díaz viene cuando estaba finalizando secundaria. En un foro sobre Semana Santa que había en Internet, vi que impartía clases de modelado, y yo estaba loco por encontrar a alguien que me enseñase a modelar. Así que contacté enseguida con ella e iba un día a la semana a sus clases. A partir de ahí forjamos nuestra amistad. He de decir que las primeras nociones de modelado en relación a la escultura las recibí de Amor, a la que estaré siempre muy agradecido.

¿Por qué ese interés por el arte sacro?

Desde que tengo recuerdos. Es curioso, además, porque en mi familia no hay nadie, prácticamente, que sea cofrade o tan religioso. Mis padres me llevaban a ver la Semana Santa como a todos los niños, como a una fiesta más de la ciudad, y a mi hermano y a mí nos apasionaba aquello; de hecho, no parábamos de jugar en casa a los pasos. Mi hermano sigue siendo cofrade, no tanto como yo, y pertenece a la Hermandad de los Estudiantes de Huelva. Pero el que se quedó más allá de ser cofrade y con una religiosidad marcada, soy yo. Me considero una persona muy creyente. Es algo que nació en mí, no que yo viera en mi entorno cercano. Yo siempre había sido muy "beatón", pero en la adolescencia empecé a darle seriedad a esas creencias. También he de decir, que aparte de jugar con mi hermano a los pasos, desde pequeñito ya me interesé por la escultura. Hacía vírgenes dibujadas y coloreadas en papel, las recortaba pero les daba forma para tener como un 3D que poder manipular para ponerle las cosas que yo sabía que se le pone a las imágenes: manto, rostrillo, corona, etcétera.

Dentro de las técnicas mencionadas, ¿cuál sería tu preferida si tuvieras que elegir una?

No podría elegir entre escultura y pintura, ni renunciar a ninguna de las dos. Sí puedo decir que, dentro de la pintura, la técnica con la que más disfruto y con la que más cómodo me siento es la acuarela o la técnica al agua, pero sobre todo la acuarela. Y dentro de la escultura, pues aunque sé tallar y trabajo la madera, donde más disfruto es en el propio modelado en barro, que es cuando se empieza a dar vida a la obra; sobre todo los primeros encajes y los primeros días de modelado, con eso disfruto mucho.

 

 
 
Nacimiento

 

Tu estilo es muy peculiar, quizás uno de los más peculiares que tenemos hoy dentro de tu especialidad.

En principio no rechazo nada, y tampoco he llegado a la abstracción, aunque no sé lo que acabaré haciendo dentro de unos años. Es mejor no decir de esta agua no beberé. No es que vaya buscando algo en concreto o pensando "para esta obra quiero inspirarme en el barroco" o "esta otra quiero que parezca impresionista". Más bien la propia obra, según su destino o lo que quiera yo representar con ella, es la que me dirige a la hora de beber de aquí o de allí. También diría que todo sale un poco sin pensarlo, que no me lo preparo a conciencia para que parezca de un estilo u otro. Imagino que es la mezcla de lo que se busca y las cosas que van saliendo de la cabeza del autor lo que conforma una obra en concreto.

En la mayoría de los casos, mis clientes me dan total libertad en la creación de mis obras, motivo por el que me siento muy privilegiado. En algunos casos, como una Inmaculada Concepción que realicé en madera para Moguer (Huelva), una imagen de vestir de unos 80 cm de altura, el cliente sí me pidió que pareciera una imagen barroca de Montes de Oca o que tuviera los rasgos de este escultor, pero es algo inusual en mi caso. Como ya he dicho, tengo suerte en ese aspecto porque, al fin y al cabo, soy yo mismo y me dejan expresar mis formas.

No cabe duda que el empleo de la mancha se ha convertido en uno de tus grandes intereses artísticos.

Al encontrar una mayor facilidad cuando descubro la acuarela, creo que me expreso mucho mejor con la mancha que con la línea. La propia mancha es muy sugerente, y llevada al arte sacro, queda muy evocadora a la hora de narrar la pasión de Cristo o el propio amor de Cristo, la historia de la redención y de la salvación. La mancha recuerda lo pasionista, la sangre, el sudor y las lágrimas derramados por Cristo. También creo que la expresividad que aporta va mucho con mi carácter, que es visceral, intuitivo, vibrante y fuerte. Por todo ello, trato frecuentemente de potenciarla o de utilizarla, así como de llevarla cada vez más a todas las disciplinas artísticas que trabajo, de una manera u otra.

Háblanos un poco de lo que ha significado para ti el aprendizaje escultórico en Sevilla junto a un artista tan reconocido como Juan Manuel Parra Hernández.

Juanma es mi gran referente y un espejo en el que mirarme. No solo por su obra o por su técnica, sino por la capacidad que ha tenido para ser él mismo con lo que hace. Una escultura de Juanma es inconfundible, al verla sabes que es suya, y esto no todo el mundo lo consigue. Aparte, es un ejemplo de constancia. Su vida es la escultura, está casado con el arte y más concretamente con el arte sacro, y esto también me lo ha enseñado; no solo las técnicas del oficio de la imaginería, sino también el día a día en un taller. Después de seis años en los que estuve a su lado, también me enseñó a ver este arte como un modo de vida en el que hay que ser constante y en el que muchas veces no hay horarios, ni fines de semana ni días de fiesta. El arte es un oficio que no entiende de esas normas o pautas que otros oficios tienen, y eso lo aprendí de Juanma.

Haberme formado con Juanma Parra es una de las experiencias más bonitas que he tenido. Cuando vine de Huelva a Sevilla, ya había hablado con él para poder entrar en su taller como aprendiz y compaginar mi formación en la facultad junto con la del taller. Y así fue. Desde el primer día que comencé mis estudios fui a su taller todas las tardes de lunes a viernes. Cuando dejé de compartir piso y comencé a vivir solo, fui buscando la zona de Triana. Al principio estuve en la calle Callao, al lado de la calle Castilla, y más adelante pude tener un sitio más grande que me permitió tener un taller. Ya en ese momento no estaba de aprendiz con Juanma porque me habían salido muchos trabajos de cartelería y algunos de imaginería, pero siempre quise buscar un sitio cerca de su taller. Al final, acabé en la calle Alfarería, donde también estaba Santiago Delgado Carrera, de forma que montamos una especie de "Triángulo de las Bermudas" en la zona. Siempre he mantenido el contacto con Juanma porque, aparte de mi maestro, se convirtió en un gran amigo. Sigue siendo y siempre será mi maestro; además de forma efectiva, porque muchas veces le llamo para que me aconseje o ayude con dudas que tengo o cosas que me han pasado realizando alguna obra. Suelo tirar mucho de él. Fue muy curioso porque otro escultor del grupo, Joaquín Barrera Cortés, también discípulo de Juanma, dejó la casa a la casa que yo me traslado, y al final, estuvimos los cuatro muy cerca, lo que resultó muy gratificante ya que así solíamos tener muchos momentos para quedar y vernos.

¿Desde cuándo estás en tu nuevo taller de González Serna, el tramo escindido de la antigua calle Huelva?

Pues desde el verano del pasado año 2021. Cuando Fran cambió su taller de bordados a otro local, decidí quedarme aquí. De hecho, ya compartíamos en parte el espacio, por lo que trasladamos su taller, y yo terminé de acomodarme e instalarlo todo aquí.

Formas parte de un círculo contemporáneo onubense de imagineros en el que también están Santiago Delgado Carrera, Abraham Ceada y tu maestro Juanma Parra Hernández. Juanma y tú seguís en Sevilla, pero Santiago y Abraham han regresado e instalado sus talleres en Alosno y Huelva, sus respectivas localidades de nacimiento. En cualquier caso, todos estáis siendo muy admirados por el público en general.

A partir de Juan Manuel Parra las generaciones que están llegando ahora, los compañeros que antes se han mencionado, están aportando muchísima calidad, y no solo a nivel técnico sino también a nivel de propuesta artística, porque no nos parecemos entre nosotros y cada uno cuenta las cosas a su manera, y realiza el arte sacro desde su propia concepción y desde su propio punto de vista. Santiago es uno de mis grandes amigos, y con Abraham también he tenido bastante contacto. Su propuesta no se parece nada a la de Santiago ni a la mía, y creo que eso es lo bueno, que esta oleada onubense ofrece una paleta muy distinta en general y muy distinta también entre nosotros mismos. Considero que es algo muy positivo porque ahí es donde está la riqueza en el panorama escultórico o de arte sacro en general.

Huelva es una ciudad a la que hay mucho que aportar y en la que hay muchas cosas que se pueden hacer. Se perdió mucho patrimonio y poco a poco se debería ir recuperando. Actualmente sé que hay una propuesta para el retablo del templo de San Sebastián, que pasaría a completar la parte inferior del altar mayor, debajo de la pintura mural que existe del patrón. Como digo, es una ciudad en la que podemos hacer y aportar mucho. Nosotros nos sentimos muy onubenses y nuestras raíces están claras, y en lo que a mí respecta, mi mayor ilusión sería poder tener una imagen procesional en Huelva, que es mi ciudad. También en la Semana Santa onubense, desde mi punto de vista, hay mucho que hacer, tanto en las hermandades nuevas que siguen surgiendo, como en las hermandades que están reemplazando su patrimonio, ya no solo en imaginería, sino en bordados, orfebrería, pasos procesionales, etcétera. Me alegra ver, aunque no está sucediendo tanto como me gustaría, que se está contando, por ejemplo, con Abraham Ceada en la ciudad, y que, aparte, muchas hermandades están optando por la personalidad propia, porque lo típico en Huelva y otras ciudades andaluzas ha sido siempre mirar hacia Sevilla y no siempre para bien, ya que al imitar, por ese simple hecho, no vamos a tener lo mismo que algo que ya existe. Aparte, muchas veces se ha imitado sin tener en cuenta si estará bien o mal, solo por el simple hecho de fijarse en la ciudad donde está lo que se imita. Creo que el poder hacer algo con personalidad propia es una gran oportunidad que tenemos todos los artistas que trabajamos para la Semana Santa.

 

 
     
     
Ángel (Nacimiento)
 
Belén (Preludio de la victoria sobre la mesa)

 

Queremos hablar contigo de la belenística, otra de tus grandes pasiones. Sobre todo ahora que el Gobierno español está tramitando elevar el Nacimiento o Belén a la categoría de Patrimonio Inmaterial de España.

Estamos de enhorabuena con esa medida ya que es algo muy tradicional en nuestro país, y concretamente en Andalucía. Aunque su origen sea italiano por San Francisco de Asís, y en Nápoles también haya una tradición muy importante, en España, a pesar del árbol de Navidad, nuestra tradición de siempre es el Belén. Está prácticamente en todas nuestras casas por Navidad, ya sean más modernos o tradicionales sus residentes. Además, es algo que trasciende más allá de la religiosidad. Sean más o menos creyentes los habitantes de las casas, el Belén no falta en casi ningún domicilio de nuestro país. Es algo que está dentro de nuestra cultura, y esta medida que ha tomado el gobierno me parece muy buena ya que lo protege y lo fomenta.

¿Qué aportas a los belenes que te encargan?

Una visión personal o muy peculiar, y no porque lo haga aposta. Lo que pasa es que, cuando me pongo a trabajar en ello, de forma intuitiva me salen cosas distintas a otras que haya hecho, y creo que eso mismo le confiere mi personalidad a ese tipo de obras, el que cada una tenga algo distinto. Es algo de lo que estoy muy orgulloso. A eso podemos unir la libertad a la hora de trabajar de la que hemos hablado antes, ya que al tener esa suerte, puedo ser yo mismo, y eso es algo que todos buscamos y que, además, permite que nuestras obras sigan evolucionando. En el caso del Belén, por resumirlo de alguna manera, trato de contar la misma historia que todos: el nacimiento o la venida de Cristo como salvador o redentor de la humanidad. Pero en cada uno de esos encargos intento agarrarme a una lectura distinta para no hacer dos obras iguales y para no aburrirme yo mismo, ya que es una temática que me encargan mucho e intento contarla cada vez de distinta forma.

Uno de tus encargos más mediáticos hasta la fecha fue, precisamente, el ángel para el Belén del templo sevillano de Santa María la Blanca, tanto por la importancia del lugar como por la fama del escultor e imaginero al que se le atribuye dicho Nacimiento, el barroco sevillano Cristóbal Ramos.

Aunque hubo muchísima alegría por la oportunidad, cuando me paré a pensarlo, me sentí muy pequeñito por el sitio donde iba a ir esa obra. Y es que hablamos de Santa María la Blanca, una de las grandes joyas del Barroco a nivel nacional e incluso internacional, porque no solo se trata de la iglesia en sí misma, sino de los artistas que trabajaron en ella: Murillo, Luis de Vargas, Cristóbal Ramos, La Roldana... Artistas de primera línea, y ahora yo tenía que hacer un ángel para el Belén atribuido a Cristóbal Ramos y a su círculo, y como es lógico, sentí mucha responsabilidad. Pero después, por otro lado, fue también una gran ocasión para aprender algo de otro artista, porque el requisito que tenía esa obra, que es de muy pequeñas dimensiones, era el de parecer obra de Ramos. Si hemos hablado varias veces sobre mis peculiaridades, podría parecer algo muy encorsetado a priori; pero al ser una obra que partía de cero, tuve la libertad de hacerla en la posición y simbología que yo quise. Es un ángel que porta la realeza de Cristo sobre un cojín (cetro y corona real) y se encuentra arrodillado, dando así una disposición piramidal al conjunto. Aunque de forma distinta, tuve la oportunidad de aportar algo mío en ese conjunto. Aparte del ángel, también está previsto realizar un fondo en relieve, a modo de retablo pequeñito, para la urna donde va ubicado el conjunto escultórico. Es algo que realizaré próximamente.

¿Cuáles son las obras de las que te sientes más satisfecho hasta el momento?

Con el último Belén que he realizado me siento muy satisfecho porque creo que ha sido un paso más a nivel técnico y, sobre todo, a nivel estético, porque los rasgos que presentan sus imágenes no se parecen a los de las que he presentado anteriormente. Planteo una Virgen y un Niño de cabellos rubios; la Virgen además tiene los ojos verdes por la atracción que me están provocando ahora los ojos claros. También opto por otras alternativas estilísticas en los peinados de las imágenes, como es el caso de San José, representado con unas patillas muy largas, tan típicas en el siglo XIX, y con un peinado rasurado por los lados y voluminoso por arriba, muy propio también del XIX. He tenido la oportunidad de experimentar con otras técnicas a las que quizás no estamos muy acostumbrados, como los rasgos claramente femeninos, más que andróginos, del propio Ángel. También le he querido dar un peinado que no se suele verse en este tipo de imágenes, con el pelo recogido en una coleta que le cae por un lado. Estoy muy satisfecho porque he podido ofrecer algo que no había hecho antes en mi obra.

En el caso del cartel de la Semana Santa 2020 de Rociana del Condado (Huelva), me siento muy orgulloso porque encontré de forma inesperada el poder contar el amor de Cristo por la humanidad y su gran esfuerzo por salvar al género humano a través de un símbolo cotidiano de dicha localidad que yo nunca hubiera pensado que me hubiera podido servir. Se me ocurrió representar la Eucaristía con una fresa partida por la mitad, que también puede evocar el propio corazón de Cristo y, además, rezumaba una sangre que caía formando los capirotes rojos del Cristo del Amor, obra de mi maestro Juan Manuel Parra. Poner de protagonista a una fresa en un contexto sacro fue como hablar del pan nuestro de cada día según Rociana del Condado.

 

 
     
     
Jesús de la Victoria
 
San Fernando Rey

 

Has intervenido en el documental "Dolores guapa" que trata sobre la relación entre la comunidad LGTBIQ+ y las cofradías. Con su director, Jesús Pascual, hablamos recientemente y elogió mucho tu intervención.

Jesús el director y Antonio Bonilla, que es el que se ha encargado de la producción contactaron, a través de un amigo en común, con mi novio Francisco Javier Sosa y conmigo para tener un testimonio más de la realidad que ellos han querido contar en este documental. La verdad es que nos sentimos bastantes sorprendidos de que quisieran contar con nosotros, habiendo quizás personas mucho más reconocidas en este mundo del arte sacro, pero aparte de eso, fue una experiencia que desde mi sentir personal ha sido muy enriquecedora y también una oportunidad de poder opinar sin ningún tipo de tapujos y públicamente sobre la realidad del colectivo LGTBI en la Semana Santa, que creo que es algo más que necesario.

Últimamente nos encontramos con una de cal y otra de arena. Frente a las declaraciones homófobas del obispo de Tenerife, quien ha comparecido hace unos días por ellas ante la Fiscalía canaria que decidió abrir una investigación por delito de odio, el movimiento alemán #OutInChurch, formado por personas de la comunidad LGTBIQ+, ha surgido para visibilizar su lucha en contra de cualquier discriminación dentro de la religión.

Si la Iglesia, y no quiero generalizar porque todos somos realmente Iglesia, pero si la Iglesia como institución oficial, la que conocemos, sigue funcionando con unas maneras tan atrasadas con respecto a la sociedad actual, es una institución que no tiene sentido. Es más que necesario que la Iglesia se vaya amoldando a los tiempos que corren, y creo que si estamos hablando de amor, de que Dios es amor, y yo así lo creo y la Iglesia así lo predica, todas las actitudes y las normas oficiales de la Iglesia también deberían caminar hacia el amor. Sin embargo, muchas veces no caminan para nada en ese sentido, y creo que, más tarde o temprano, tendrán que hacerlo porque, como he dicho, todos somos Iglesia, todos formamos parte de ella, y muchas de sus "normas" o pautas me parecen paralelas a ese discurso en el que creo: Dios es Amor. Mi esperanza está ahí puesta, como persona creyente y practicante que soy. Confío en el movimiento alemán del que estamos hablando, aunque no sé si lo viviré al nivel que me gustaría, pero creo que, poco a poco, con el papa Francisco, podemos llegar a avanzar mucho más. Lo contrario a lo único que lleva es a la doble moral, que es algo que no soporto. A la doble moral me refiero a que toda la variedad del colectivo LGTBI es parte de la naturaleza humana, algo que por otro lado es creación divina, o así lo considero yo y el resto de los cristianos; entonces, ir en contra de ello es ir en contra de la propia creación divina, y estoy seguro que Dios sí quiere que amemos como somos y como amamos, que nadie le está faltando el respeto a nadie.

Como docente de la ESO en Brenes (Sevilla), ¿ves inquietudes artísticas en tu alumnado?

Dentro de cada grupo siempre hay alguien a quien le gusta dibujar o le interesa el mundo artístico y que, de alguna manera, muestra interés. Pero así de primeras, yo diría que no, que no existe una inquietud por prácticamente nada, o por lo menos en la adolescencia de ahora. Los veo muy apáticos y muy pasivos con las cosas en general, exceptuando todo lo que tiene que ver con lo digital, que como lo da todo tan mascadito y tan a primera vista, creo que nos tiene a todos, y no solo a los adolescentes, un poco acomodados y aletargados. Hoy todo es el mínimo esfuerzo. También es cierto, al menos en mi caso, que una vez que llevas un tiempo con ellos y les dices que eres escultor y pintor, siempre te acaban preguntando, y ya si les dices que haces imágenes para la Semana Santa, aunque les guste o no, siempre te preguntan cosas o se sorprenden.

No es el caso del destino en el que estoy ahora, pero el año pasado tuve la oportunidad de impartir durante todo el curso la optativa de primero de bachillerato de Patrimonio Artístico y Cultural de Andalucía. Aunque en principio se metieron en la asignatura como lo que es, una optativa, al final trabajaron mucho para realizar exposiciones sobre trabajos, aparte de que aprendieron mucho y les gustó la materia. Y yo ya con eso, me quedé más que satisfecho. Cuando abordamos el Barroco, lo enfoqué mucho hacia la imaginería, e incluso llevé a clase una réplica de la Virgen del Rosario de la Macarena que hice y que todavía tenía en mi taller en aquel momento, para que vieran cómo eran las entrañas de una imagen y pudieran tocarla, lo que les llamó mucho atención y sintieron mucha curiosidad.

Entonces a priori no hay interés ni curiosidad por nada, porque ahora hacemos el mínimo esfuerzo por buscar cosas, por interesarnos por cosas o por investigar lo que sea, pero también es cierto que, en cuanto hay oportunidad de introducir, aunque sea un poco, algo que pueda ser objeto de interés o de atención, la gente responde. Creo que el arte es algo que a todo el mundo le llega a interesar de alguna manera. Y no hablo solo de arte plástico, sino también de la música, la danza o la literatura.

La calidad de los trabajos no se mide ni por el material ni por la iconografía. Ello no quiere decir que no haya gente que nos comente su interés por ver algo tuyo distinto a lo que sueles hacer ahora. Sabemos que estás tallando una Virgen dolorosa en madera a tamaño natural, entre otras cosas porque está con nosotros en esta entrevista, y antes hablaste de que te encantaría hacer una obra para la Semana Santa de tu ciudad.

Es lógico, por eso estoy realizando esta imagen dolorosa a tamaño natural. También me gustaría tener la oportunidad de hacer una obra para un espacio público, como un monumento u obra monumental, o trabajar una obra que vaya a ser después fundida en bronce o en metal. La piedra también me gustaría trabajarla y poder familiarizarme más con ella, ya que la he visto muy poquito en la carrera.

Yo estoy abierto a todo tipo de obras, y aunque ahora esté muy centrado en el arte sacro, también he realizado, por ejemplo, ilustraciones para portadas de dos obras literarias: una novela y un cuento para adultos que lleva por título "Juan marioneta", de José María Rodríguez López. El tema del desnudo pictórico también lo he tocado y me llama mucho la atención. En general, estoy abierto a todo tipo de propuestas. Ahora mismo estoy investigando, para un futuro proyecto del que aún no puedo hablar, la pintura sobre cristal, pero no con la intención de imitar a la vidriera, sino con la de jugar con la traslucidez del cristal.

Dejemos entonces ese proyecto sobre cristal en reserva y hablemos para terminar la entrevista de los proyectos que tienes entre manos y de los que puedas comentar algo al público.

Lo más inminente que va a salir del taller es una Piedad de pequeño formato para un particular, de unos 50 cm de altura las imágenes si estuvieran de pie; también en breve me voy a poner a trabajar en el cartel del 350 aniversario de la Hermandad de Nuestra Señora de la Alegría de Sevilla; una Virgen del Tránsito de pequeño formato, también para un particular; y quiero quitarme una espinita que tengo clavada con una colaboración con el diseñador y amigo Blas López, que también es de Huelva; queremos trabajar la figura de María Magdalena, que además es una santa que me interesa muchísimo junto con Santa Teresa de Jesús, y que en el acabado textil Blas colabore de una forma más marcada de la que suele colaborar en los ornamentos de las imágenes que realizo, quiero que realice un estilismo y unas ropas contemporáneos para la santa, al igual que hizo Zurbarán con su serie de santas vestidas al estilo de la época, y hacer así una serie de santas, empezando por Santa María Magdalena vestida con unas claves más contemporáneas.

 

 

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