LA PINTURA SACRA DE JEAN-LEÓN GÉRÔME

26/12/2024


 

En 2024 se han cumplido los 200 años del nacimiento del pintor y escultor francés Jean-Léon Gérôme (1824-1904), uno de los artistas más pintorescos del siglo XIX, tan célebre como polémico. Aunque habitualmente es más conocido por la perfección técnica de sus creaciones orientalistas e históricas, Gérôme fue también una figura fundamental para la pintura sacra de su época, ya que revivificó el género con soluciones inéditas con el fin de fomentar el poder de los textos sagrados, enfocando los diferentes temas bajo el prisma de la verdad arqueológica y topográfica gracias a sus diversos viajes a Oriente, en particular a Tierra Santa.

 

 
 

Consummatum Est


El artista quiso revolucionar el arte religioso con esta pintura de 1867, conservada en el Museo de Orsay (París), que representa la crucifixión de Jesús, también llamada Gólgota o Jerusalén. Fue presentada en el Salón de 1868, donde recibió duras críticas por alejarse demasiado de la iconografía tradicional, con una escena cercana a un fuera de campo cinematográfico de la que solo observamos la sombra. Existe una segunda versión en el Museo Van Gogh de Ámsterdam.

 
 
 
 
 
 

Alma transportada por un ángel


Este óleo sobre lienzo forma parte de la colección del Museo Georges-Garret de Vesoul (Francia), localidad natal de Gérôme. Además de hermosa, resulta una obra muy conmovedora a nivel personal para el artista ya que la pintó para conmemorar la muerte de su hijo Jean-Armand, fallecido en 1891 con tan solo 27 años de edad.

 
 
 
 
 
 

Entrada de Jesús en Jerusalén


Pintado en 1897, representa a Cristo a lomos de un asno blanco llegando a la ciudad de Jerusalén, donde es recibido por una multitud que tiende mantos y ramas ante su venida. Un boceto y un dibujo preparatorio fueron realizados por el pintor, con menos personajes que en el cuadro final, conservado en el citado museo de Vesoul.

 
 
 
 
 
 

La última oración de los mártires cristianos


Esta pintura de 1883 forma parte actualmente de la colección del Walters Art Museum de Baltimore (Estados Unidos). Algunos cristianos rezan a Dios por última vez antes de ser atacados por leones y tigres que salen por una trampilla subterránea, mientras a otros, crucificados y untados con brea, les prenden fuego desde las gradas. Según la crítica, es una de las obras más importantes del autor, cuya representación inspiró escenas de obras cinematográficas como el cortometraje "Nerón" (Luigi Maggi, 1909) o la famosa epopeya cristiana "El signo de la cruz" (Cecil B. DeMille, 1932).

 
 
 
 
 
 

Betsabé


Lienzo de colección privada perteneciente a la última etapa del artista (1889). Es una pintura sacra de estilo académico con matices orientalistas. Ambientada en la terraza de un edificio alto, representa la escena del Antiguo Testamento en la que el rey David queda subyugado por la belleza de la hermosa Betsabé, quien toma un baño en compañía de su sirvienta.

 
 
 
 
 
 

San Vicente de Paúl


Obra de juventud (1847) que se conserva desde 1984 en el Museo Georges-Garret de Vesoul. Fue encargada por la congregación de las Hermanas de San Vicente de Paúl de dicha localidad francesa. Desconocida para el público durante mucho tiempo, muestra al santo rechazando lo mundano en aras de lo místico en una pose tan arrebatada como heroica.

 
 
 
 
 
 

El profeta desobediente

Esta grisalla del Georges-Garret, creada hacia 1895, recrea un episodio del Antiguo Testamento, recogido en el Primer libro de los Reyes, sobre el profeta de Judá que desobedeció una orden de Dios y por eso fue atacado y muerto por un león, siendo hallado en el sendero junto al fiero animal, que permaneció a su lado, y al burro que le servía de montura.

 

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