GIGANTE POR LA PROPIA NATURALEZA


 

 

Introducción

El título Gigante por la Propia Naturaleza es un verso extraído del himno nacional de Brasil y que resume de forma nítida, dos de las grandes fortalezas brasileñas: su extraordinaria magnitud física y la potente presencia de la Naturaleza en la vida cotidiana. La exposición, que constituye una reflexión sobre el arte actual del Brasil, reúne alrededor de 70 obras de relevantes artistas como Adriana Varejão, Bispo do Rosario, Ernesto Neto, Volpi, Guignard, Anna María Maiolino, Ivan Serpa, Ivens Machado, Lygia Clark, Hélio Oiticica, Marepe, Vik Muniz, José Medeiros, Artur Barrio (Premio Velázquez 2011), Cildo Meireles y Rivane Neuenschwander, entre otros.

Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo que reproduce las obras expuestas y reúne textos de Celso Amorim, Guido Mantega, Paulo Herkenhoff, Auterives Maciel, Heloisa Buarque de Hollanda, Roberto Conduru, Consuelo Císcar, Wilson Lázaro, y Rafael Gil.

Esta muestra pretende revelar una reflexión sobre el arte en Brasil, desde propuestas de arte moderno, pasando por lo contemporáneo y llegando al arte actual. Brasil es, por tanto, el eje conductor que sirve para mostrar a través de artistas brasileños o que han residido en Brasil, sus pensamientos, sus impresiones, sus sentimientos y sus palpitaciones hacia este país. Las obras que interpretan estas emociones comprenden una cronología que va desde los años 40 del siglo XX hasta la actualidad. Para ello, se ha tomado como punto de referencia, como eje, el corazón, atendiendo a tres razones: por su clara analogía con la orografía de Brasil, por su color rojo expresión de su intensidad y por un sentido físico generador de vida, pálpito, como idea del impulso de la creación de los artistas. Así pues se ilustran los rasgos más distintivos de los cambios producidos en el gigante Brasil actual. Un país todavía muy desconocido y lleno de sorpresas.

El hilo conductor de la exposición es el ritmo. El ritmo es el movimiento de creación que diferencia este país respecto de otros. Por eso hasta el propio nombre de la exposición parte de un concepto al tomar una frase del himno de Brasil para hacer de ello el discurso de la muestra. Al seguir este discurso, se observa que el ritmo está en un movimiento, con notas musicales diferentes, exactamente igual que el mestizaje del pueblo que está construyendo este país. Un país donde la naturaleza tiene su propio ritmo dependiendo de la geografía donde se establezca. Una naturaleza invasiva. Una naturaleza que impera en la ciudad. Una naturaleza antropofágica.

La selección de los artistas de Gigante por la Propia Naturaleza conforma un panorama de cómo ha sido y cómo es la creación de los artistas brasileños en relación con la geografía del país. Por tanto, más que artistas, la exposición plantea la creación artística brasileña como un conjunto de obras, de piezas de arte que hablan de Brasil, que sienten Brasil, que expresan Brasil, que a través de ellas marcan el ritmo que vive Brasil. Por ello, en la muestra se establecen distintos espacios a través de diferentes recursos que hablan del ritmo.

 

 

Sonido y Forma

En este espacio se encuentra la instalación Mientras Estamos Aquí (F1), de Ernesto Neto, que evidencia el sentido constructivo arquitectónico y orgánico. Este artista entiende el arte como un acto sensitivo o una práctica de la experiencia.

Además, se puede ver el video de Roberto Evangelista, Mater Dolorosa - In Memoriam II, donde el artista expresa su visión sin idealización del Amazonas, entendido como un espacio para la supervivencia, un lugar donde se vive con el drama y se aprende con la tragedia, como ha llegado a afirmar el propio artista.

 

 

Ritmo Samba

La muestra quiere destacar el papel tan enraizado de lo festivo de este género musical, principal manifestación cultural. La samba es una danza practicada a finales del siglo XIX por los esclavos liberados, que llegó a convertirse a finales de los años 30 del siglo XX en símbolo de la identidad nacional brasileña. Por ello se muestra, entre otras, la pieza Estrela do Norte, de Delson Uchôa, uno de los más importantes artistas estudiosos del color en Brasil y cuya pintura constituye una celebración del color a través de una obra monumental, donde se aprecian las transparencias, la luminosidad, las diferentes texturas y la escala cromática.

Asimismo, hay que mencionar el cortometraje de Cao Guimarães titulado Quarta-Feira de Cinzas (F2), realizado con Rivane Neuenschwander, en el que se explora una situación cotidiana a través de un tiempo prolongado. Se trata del momento posterior al Carnaval donde un grupo de hormigas juegan, reúnen, esconden, recogen los restos de confeti, convirtiéndose en una fábula de uno de los mayores espectáculos del mundo.

 

 

Ritmo de Fe

Las diversas religiones, culturas y ritos ancestrales se funden en Brasil. Por ello se muestra esta confluencia, porque la proliferación de las distintas iglesias convive hoy en día en Brasil con la presencia constante de los ritos y tradiciones procedentes de la herencia africana, llegándose incluso a fusionar en ocasiones. En esta muestra, la fe más que una referencia a cualquiera de las religiones, se presenta como una actitud.

En este apartado figura la obra de Niura Bellavinha, cuya principal característica es el uso de composiciones monocromáticas donde, frecuentemente, se decanta por el rojo o el azul intenso. En su obra se ve una clara relación sensorial con el Barroco brasileño y la pintura china. En Sabará-Mangueira, creación en vídeo, usa como base para su investigación envases impregnados de pigmento en polvo. El resultado es una obra cargada de magnetismo y misticismo, envuelta en el misterio y donde permite volar a los sentidos hasta el infinito.

Asimismo hay que citar las dos pequeñas obras de la serie Africanas de Barrio, realizadas al óleo sobre cartón, el artista evoca la pintura ritual africana, de trazo sencillo y limpio, ornamental, rápido y efectivo. Sin duda, el antecedente más claro de estas obras se encuentra en la estancia de seis meses que el artista realizó en Angola en el año 1952. Allí Barrio tuvo la oportunidad de descubrir la cultura africana en toda su vasta extensión: la simplificación de medios y formas, la naturaleza expresiva y concreta, el fuerte cromatismo y el contenido mágico, fantástico y religioso que todo lo inunda.

Por otro lado, el descontento del fotógrafo José Medeiros (1921-1990) después de conocer la serie fotográfica realizada por el director francés Henri-Georges Clouzot sobre el ritual del Candomblé en la ciudad de Bahía y publicadas en Paris Match el 12 de marzo de 1951, le llevó a realizar a finales de ese año un amplio reportaje gráfico (F3) sobre la ceremonia del rito de iniciación al Candomblé. Las fotografías las ejecutó en un "terreiro" en la periferia de Bahía donde estaban siendo iniciadas las tres iaôs: "el terreiro de oxossi", "de la mãe-de-santo" y "Mãe Riso da Plataforma". Se trata de imágenes de las etapas del ritual de iniciación y de la fiesta de salida del medio religioso del culto afro-brasileño. En Iaôs, Candomblé, lejos de ser un documento meramente etnográfico, Medeiros retrata la imagen de lo sagrado, un mundo mágico y religioso, en el que destaca la objetividad en el encuadre, y en el que el cuerpo humano funciona como soporte ritualístico.

La admiración, el ritual y el culto al cuerpo son características que se han instalado, definitivamente, en el ámbito de los cariocas. En la obra de Alair Gomes (1921-1992) Beach Triptych, Nº 25, el tema principal es la reproducción de la belleza del cuerpo masculino. Sus fotografías contienen un carácter descriptivo, cuerpos girados, fragmentados, retorcidos, desde planos diversos, como si se tratasen de esculturas clásicas.

 

 

Diversas Perspectivas de Compás

En este espacio se dan a conocer los distintos grupos de sonidos que componen la música de Brasil. Artistas que piensan y obras que representan al gigante brasileño. Es el caso del Mapa Mudo de Ivens Machado, un gran corazón realizado con cascos de vidrio verde clavados sobre una superficie de hormigón y que representa el mapa de Brasil. La obra data del año 1979 y fue realizada durante la dictadura militar. Evoca al mismo tiempo la espesa vegetación brasileña y la parte superior de los muros protectores de determinadas viviendas, adquiriendo con ello un valor simbólico de las fronteras sociales y políticas del país. Frente al arte táctil, la obra de Machado es una declaración de principios de un objeto que impide cualquier contacto por parte del observador.

Destaca también la obra de Walmor Corrêa Curupira da Série Unheimlich (F4), realizada en 2005. Curupira es un personaje diabólico de la leyenda brasileña que suele atacar a los indios en los bosques. Por ello, los indios suelen dejar plumas de ave, flechas y otras cosas, como una especie de ofrenda a estos seres, para que no les hagan mal alguno. Curupira es un persistente mito brasileño. Hasta hoy en día en el norte y nordeste del país lo describen como un ser pequeño, ágil, con los pies girados al revés, cabeza rapada y, a veces, con un único ojo, desprovisto de sexo y sin ningún orificio. Es el señor de la caza, de la vegetación y protector de los bosques. Curupira es, en definitiva, un ser fantástico. Esta pieza sobresale por la precisión y el rigor que emplea en cada uno de los detalles, eliminando el fondo y utilizando casi exclusivamente el plano frontal.

 

 

Descompás Social

Las diferencias económicas y sociales de este gran país todavía son bastante extremas y, aunque la clase media comienza a crecer entre el conjunto de la población, aun representa a un segmento muy pequeño respecto del total de los brasileños. Las fuertes desigualdades sociales, económicas y culturales dibujan distintas sociedades dentro de un territorio común. Esto evidencia un descompás social, donde los ritmos son muy distintos entre la ciudad y el campo, entre el norte y el sur, entre el centro y la periferia.

Por eso, quizás, algunos artistas se inclinan por llevar a cabo obras que inspiren otra realidad, que trasladen al espectador más allá del espacio real en el que viven, generando fantasía, invitando a soñar. Los tres collages de Rivane Neuenschwander sobre As Mil e Uma Noites Possíveis (43, 45 y 49) son buena muestra de ello. La artista utiliza variedad de materiales, métodos y estrategias para presentar su trabajo. Cada collage (F5) es una constelación de confeti, confeccionado con hojas de libros de Las Mil y Una Noches que recopila cuentos árabes del Oriente Medio medieval, y que coloca sobre un fondo negro.

Neuenschwander investiga sobre la astronomía como disciplina científica que se centra en los objetos celestiales y en los fenómenos extraterrenales. La artista brasileña se inspira en la Naturaleza y explora los fenómenos de la misma, construyendo la llamada Narrativa Conceptual Brasileira. Crea una serie de relaciones orgánicas en las que intervienen temas como la naturaleza, el lenguaje, la temporalidad y la poesía.

 

 

Viento de Cambio

Y quizás porque la realidad brasileña inspira la necesidad de crear y fomentar la ilusión, fomentar los sueños y descubrir la esperanza, se precisa promover un viento de cambio, que recree las experiencias personales, que genere el desarrollo de la fantasía, que haga posible la utopía.

En este sentido resulta muy ilustrativo el video Meu Mundo Teu de Alexandre Siqueira. Narra la historia de amor entre dos adolescentes, Jefferson y Tayana, que viven separados por las orillas del río Amazonas. La magnitud de la naturaleza brasileña se interpone entre los dos. Su investigación no está en las imágenes, sino en la historia que cuenta y en el proceso de construcción de su trabajo. Se trata de un relato lleno de afecto, emociones y quimeras.

Algo parecido a lo que ocurre en la obra de los grafiteros Os Gêmeos, Pavão Misterioso (F6), inspirada en la obra de José Camelo de Melo Rezende, Romance do Pavão Misterioso. Este romance fue escrito a finales de los años 20. Se trata de una historia de amor y heroísmo.

 

 

Gesto del Ritmo

La muestra concluye abordando otro de los rasgos que caracteriza a la cultura brasileña, que le ha dado dimensión internacional y que ha proyectado el país como referente mundial, su arquitectura. Una arquitectura del gesto que ha venido marcada por la obra de maestros como Oscar Niemeyer o por Lucio Costa (1902-1998). Construcciones que se singularizan por su forma de concebir la línea, el volumen y el espacio, que se distinguen por un trazo limpio, elegante y sencillo. Es el gesto del ritmo, un impulso del ánimo.

Muchos artistas han percibido esta importancia del gesto y la han trasladado a su obra. Este es el caso del carioca Pedro Varela, quien presenta su interpretación de una ciudad (F7). La obra de Varela invita al espectador a entrar en su ciudad, y que se genere un pensamiento crítico en relación a los espacios urbanos contemporáneos. El vacío remite al paisaje oriental, especialmente los realizados por los monjes budistas como un camino para adquirir un grado de contemplación más elevada. El artista crea una atmósfera distinta a las ciudades actuales. Es una ciudad pensada, imaginada, irreal. Representa el sueño de ciudad.

 

 

Conclusiones

A través de las distintas propuestas artísticas reseñadas anteriormente se descubren los principales rasgos de del arte brasileño actual. Guiado por un ritmo irregular, con sonidos dispares y con sones asimétricos. Pero, indudablemente, lleno de sorpresas, sugerencias y audacia.

 

 

Hasta el 17 de julio de 2011 en el IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) de Valencia
(Guillem de Castro, nº 118) Horario: martes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas; los lunes, cerrado.

 

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