HISTORIA DEL BODEGÓN ESPAÑOL


 

 
 

Bodegón con Cardo, Francolín, Uvas y Lirios

Felipe Ramírez
Óleo sobre Lienzo
71 x 92 cm
1628

 

Introducción

La pintura de bodegones contribuye a establecer una de las múltiples facetas de la imagen histórica que se tiene de España, merced al punto de vista que ofrecen sus temas del día a día, en este caso los alimentos, los objetos de cocina y los utensilios caseros habituales, así como ciertas formas de las relaciones sociales, la gastronomía, las cocinas e incluso el ámbito de la decoración; además goza de una especial significación en razón de la carga simbólica que gran parte de sus obras poseen, debido a las alegorías que encarnan y a los mensajes que difunden, que van desde el espíritu religioso hasta la expresión material de la prosperidad.

 

 
     
     

Plato con Endrinas y Guindas

Juan Van Der Hamen y León
Óleo sobre Lienzo
20 x 28 cm
Hacia 1596-1631

 

Dos Fruteros sobre una Mesa

Tomás Hiepes
Óleo sobre Lienzo
67 x 96 cm
1642

 

El Siglo de Oro

Desde el final del siglo XVI y la iniciación del XVII, la pintura de bodegones y floreros llegó a constituir un género independiente en Europa, por lo que comenzó a ser valorada en sí misma y no sólo como acompañamiento de asuntos religiosos, mitológicos, alegóricos o históricos en general.

Si bien fue en Italia y en Flandes donde empezaron sus pintores a crear piezas distintivas del género, en España también apareció y se estimó desde fecha temprana, a lo largo de los primeros años del Barroco, reinando Felipe III (1598-1621); con el tiempo, fue creciendo su importancia y popularidad, alcanzando su apogeo en los periodos sucesivos de los monarcas Felipe IV (1621-1661) y Carlos II (1665-1700).

La pintura de bodegones ofrece un panorama singular de motivos: los alimentos, que van desde las hortalizas a los animales vivos o sacrificados, los embutidos e incluso las frutas, hasta los cacharros, de barro, loza fina o metal, los dulces en sus múltiples manifestaciones, los distintos utensilios, etcétera. Sus autores han alcanzado gran renombre: Juan Van der Hamen, Felipe Ramírez, Juan Fernández el Labrador, Francisco de Zurbarán, Hiepes, Pereda, Arellano y otros más que dieron categoría y gloria a la escuela española.

 

 
 

Ramillete de Flores

Luis Paret y Alcázar
Óleo sobre Lienzo
40 x 35 cm
Hacia 1780

 

El Siglo de la Ilustración

Habiéndose extinguido la dinastía de los Austrias en el año 1700, debido a la muerte de Carlos II, fue un nieto de Luis XIV de Francia, Felipe V (1700-1746), quien ocupó el trono español.

Inicialmente, los principios estéticos del barroquismo continuaron, pero tanto la llegada de autores extranjeros, como la modificación paulatina de la administración y las instituciones del reino español, determinaron la evolución de las artes, proceso que se acentuó durante los reinados siguientes de los monarcas Fernando VI (1746-1759), Carlos III (1759-1788) y Carlos IV (1788-1808).

La pintura de bodegones de la primera parte del siglo XVIII vivió de las ideas del periodo precedente; por el contrario la segunda mitad conoció un evidente desarrollo claramente dominado por la figura de Luis Meléndez, creador de varias series de bodegones dotados de una perfección, belleza y equilibrio que convierten a sus creaciones en auténticas obras maestras.

Indudablemente, aparecieron otros autores bien definidos pero ninguno alcanzó el nivel cualitativo de Meléndez; no obstante, destacan Paret y Castillo, entre otros. Por último, la colosal figura de Francisco de Goya, con un innovador lenguaje desagarrado puesto al servicio de un expresionismo muy personal, cierra la centuria, prefigurando ideas que definirán el realismo del siglo XIX.

 

 
 

Bodegón

Eugenio Lucas Velázquez
Óleo sobre Lienzo
79 x 100 cm
Hacia 1817-1870

 

El Siglo XIX

El comienzo de la centuria estuvo cargado de crisis de carácter socio-político, debidas al abrupto final del reinado de Carlos IV en 1808, la posterior invasión francesa con la imposición del gobierno intruso de José Bonaparte y la correlativa Guerra de la Independencia (1808-1813).

El período concluyó con el regreso del rey legítimo en el año 1814, Fernando VII, cuyo reinado, que se caracterizó por un acentuado absolutismo así como por la pérdida del imperio americano, se extiende hasta su muerte en el año 1833. Fue sucedido por su hija Isabel II (1833-1868); a lo largo de su época, España inició el proceso de industrialización, pero también conoció una larga fase de guerras civiles.

Muchos de los pintores de bodegones y floreros de esta etapa se formaron en el siglo XVIII, por lo que su estilo artístico depende en una gran manera de los principios técnicos y estéticos de aquél, con un alto componente decorativo, de resultados tan brillantes como atractivos.

Entre los nombres de los artistas más destacados del período, figuran los de Romero, Espinós, Montalvo, Romá, Parra y Lucas, sobresaliendo las alegres e intuitivas creaciones de quienes se formaron en la Escuela de Flores y Ornatos de la Academia de Valencia.

 

 
 

Bodegón con Dos Racimos de Uvas

Juan Fernández el Labrador
Óleo sobre Lienzo
29 x 38 cm
Hacia 1629-1657

 

Nota de La Hornacina: Todas las obras pictóricas que ilustran
el dossier se conservan en el Museo Nacional del Prado de Madrid

 

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