En esta entrega les presentamos la imagen de María Santísima de la Concepción, una Dolorosa labrada por el reconocido escultor e imaginero cordobés Miguel Ángel González Jurado, artífice de numerosas imágenes procesionales para la Semana Santa de Andalucía y otros puntos del país, que pertenece a la colección particular de Julio Calatrava, autor de las fotografías de la pieza que ilustran el reportaje.

A diferencia de lo que suele ser frecuente en este tipo de tallas destinadas al culto doméstico, la Virgen, labrada en madera de cedro para vestir con policromía al óleo, es de tamaño natural: 169 cm de altura. Las carnosas manos, extendidas por delante del pecho, sujetan los atributos habituales en esta iconografía: el rosario y un largo pañuelo de encaje. Lleva también joyas profanas para su adorno.

Concebida como una Virgen Niña muy debilitada por el dolor, deja caer su cabeza hacia el lado izquierdo, con la expresión al borde del desmayo: ojos apagados, labios temblorosos y pérdida de color en su bello rostro. Posee tres finas lágrimas de cristal: dos caen por el lado izquierdo y una por el derecho. El autor le confiere una sutil pátina de tintes añejos para conseguir un acertado acabado de obra antigua.