DOSSIER... ASOARTE

RESTAURACIÓN DE LA IMAGEN DEVOCIONAL DE
NUESTRO PADRE JESÚS DEL GRAN PODER (MURCIA) POR ASOARTE

Texto y fotografías de María del Loreto López Martínez

Recientemente, la empresa ASOARTE ha restaurado la imagen titular de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder de Murcia, también conocido popularmente como el Cristo de los Toreros, incluida dentro de la Cofradía del Santísimo Cristo del Amparo y María Santísima de los Dolores, propiedad de las Madres Capuchinas, en cuyo Monasterio del Malecón de la capital murciana se venera.

Se trata de una talla de tamaño ligeramente menor del natural, en madera policromada con devanaderas, sin enlienzado interior, de vestir, que cuenta con peluca de pelo natural y ojos de cáscara de huevo.

Pocos datos existen sobre la historia de la imagen, aunque parece no existir dudas sobre la autoría de la talla de su cabeza, atribuida al escultor e imaginero Nicolás de Bussy y datada en el año 1693. El resto es de época reciente: la estructura y pies corresponden al artista Antonio García Mengual (1927-2007), mientras que las manos son del también escultor y restaurador Manuel Mateo Cuenca, nacido en el año 1951.

Durante los trabajos de restauración, se han efectuado una serie de estudios complementarios que nos han dado la posibilidad de comparación con otra imagen de Bussy: el murciano Cristo de la Sangre, pero hemos de tener muy en cuenta que esta última, a pesar de la total certeza sobre su autoría, también sufrió los estragos de la barbarie de la Guerra Civil y una profunda transformación.

Dado que no podemos basar nuestro análisis comparativo en otro dato que no sea el aspecto formal, en ese sentido es indudable que la fisonomía tiene mucho que ver, especialmente en la disposición expresiva, a pesar de que la policromía marca distintos algunos rasgos; pero hay algo indudable: la forma de colocación de los ojos, que corresponden a los denominados de cáscara de huevo, y que, según observamos en las radiografías, están insertados desde el exterior, abriendo una gran cuenca ocular y cerrando el párpado posteriormente con un modelado de estucos, tal y como se aprecia en la imagen del Cristo de la Sangre, a través del estudio publicado por el Centro de Restauración de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

En otro sentido, es a simple vista detectable la ligera desproporción entre el tamaño de los pies y las manos en relación con el rostro, así como la factura de estos elementos -que, aun teniendo en cuenta su distinta autoría, no llega a aproximarse a la calidad de la talla de la cabeza-, ni el policromado, que además es apreciablemente distinto entre estos, amén de contar con una madera de base, el pino común, de muy reciente corte, por lo que no hay posibilidad de dudas en cuanto a la diferencia cronológica entre dichos elementos y la única parte original del siglo XVII que conserva la imagen: la cabeza.

Las profundas trasformaciones sobre el original han variado sustancialmente lo que debió ser su aspecto, especialmente en el color de las carnaciones, que sin duda no son las originales, de las que, tras los estudios previos, no se han detectado restos significativos; únicamente, se ha descubierto completamente la zona pilosa de la barba, que conservaba restos ocultos del original, de un tono mucho más claro que la policromía superpuesta.

La intervención ha sido de carácter conservador, para frenar el deterioro de la escultura:

- Levantamiento de repintes alterados.

- Sellado de grietas de unión.

- Estucado y reintegración de desprendimientos, golpes y roces.

- Sustitución de las burdas y deterioradas pestañas de cerda por otras artesanales de pelo natural.

- Reforzamiento de la estabilidad del encuentro de las devanaderas con la peana.

- Resanado de la plata corlada de la misma.

El equipo técnico de ASOARTE que ha intervenido en dichos trabajos ha estado formado por los profesionales Paloma Jiménez García, Isabel María Sánchez Prieto, Miguel Angel Pomares Torres y Miguel Sánchez Pedreño.

Nota de La Hornacina: María del Loreto López Martínez es
Master en Restauración del Patrimonio y Directora de Asoarte.

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