RESTAURACIÓN DE UN TERNO DE LA VIRGEN DE LA FUENSANTA

Texto y fotografías de Alejandro Romero Cabrera


 

 
     
     
Si el pasado mes de septiembre del año 2008 le tocó el turno al traje diseñado por el modisto parisino Worth en los años finales del siglo XIX, ahora la Camarera de la Patrona de Murcia, doña Pilar de la Cierva Kirpatrick, ha recuperado para su vuelta al uso uno de los mejores trajes que posee la Virgen de la Fuensanta. Además de su gran valor artístico, este traje es depositario de una inmensa importancia histórica y social para dos ciudades españolas y hermanas: Valencia y Murcia.
 
En 1957, una riada del Turia anegó por completo la ciudad de Valencia y toda su extensa huerta. Los daños fueron descomunales: un centenar de muertos y desaparecidos, miles de heridos, incontables daños materiales, cientos de familias sin hogar… Ello ocurrió tanto en la propia capital levantina como, sobre todo, en toda su huerta, donde la humildad de los materiales con que estaban construidas sus casas y la situación de las mismas propició una de las más tristes catástrofes de España.
     
     
 
     
     

Tras estos sucesos, la histórica unión sentimental de Murcia y Valencia se materializó en unas exitosas campañas de ayuda que, desde Murcia, consiguieron “resucitar” a la ciudad de Valencia y toda su huerta. Así, incontables rifas y cenas benéficas, envíos de ayudas monetarias y de personal voluntario, campañas publicitarias... Todo ello centrado desde Murcia.

 

Incluso importantes recuerdos históricos que se subastaron en Valencia para sacar dinero, fueron comprados sin dilación por autoridades y gente anónima de Murcia, como por ejemplo la partitura original del Himno a Valencia, del Maestro José Serrano, adquirida por unos empresarios murcianos, quienes la donaron al Archivo Histórico Municipal de Murcia.

     
     
 
     
     

El terno completo (manto, vestido de la Virgen y túnica del Niño), es de raso de seda azul celeste, profusamente bordado en oro, con algunos detalles en plata, siguiendo fielmente la elegante técnica del bordado valenciano, con recargado pero fino dibujo en estilo neobarroco y mucha presencia del bordado sobre cartulina.

 
En el frente del manto aparecen bordados los escudos de Valencia y Murcia, y en la espalda la paloma, símbolo del Espíritu Santo, así como los distintos elementos del escudo de España de la época. En el delantal, un ramo de azucenas, símbolo de la pureza de María, bordadas en plata sirve de base al anagrama de la Virgen.
     
     
 
     
     
El corpiño del terno posee una de las más peculiares características de las indumentarias marianas valencianas, al llevar combinadas con el bordado e incrustadas en el tejido, valiosísimas joyas sin desmontar. Todo el manto y el traje del Niño Jesús van perfilados por unas ricas labores de pasamanería, a base de alamares metálicos con piedras incrustadas. Tanto estas joyas del corpiño, como todas las que fueron necesarias para fundir el oro destinado al bordado, fueron donadas para la Virgen de la Fuensanta por el pueblo de Valencia.
 
La feliz puesta en valor de este traje ha consistido en una discreta y larga limpieza del raso y el bordado, reposición del forro y de los sistemas de sujeción al miriñaque, todo realizado en Madrid, donde estas prendas no sufren la intensa humedad que hay en Murcia, y continuará con la recuperación artesanal por parte de la camarería de todos los alamares faltantes. El reestreno ha tenido lugar en las recientes celebraciones del LXXXII Aniversario de la Coronación Pontificia, concretamente en la Procesión General del Martes de Pascua, el pasado 14 de abril.

 

Nota de La Hornacina: Alejandro Romero Cabrera es Licenciado
en Historia del Arte y Caballero de la Orden de la Fuensanta
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