MANE NOBISCUM DOMINE

Jesús Abades y Sergio Cabaco


 

 

Con motivo del Año de la Eucaristía, la Adoración Nocturna Española de Moguer ha organizado, desde el 26 de septiembre hasta el 9 de octubre, Mane Nobiscum Domine, una muestra que en palabras de su comisario, Juan Bautista Quintero Cartes, tuvo como fin la reflexión sobre la Eucaristía y un acercamiento al público de las expresiones artísticas que ha generado durante siglos la devoción al Santísimo Sacramento.

El salón de exposiciones del Monasterio de Santa Clara fue el escenario de un evento en el que se mostraron notables obras del patrimonio sacro del municipio onubense: escultura, pintura, orfebrería, bordados y documentos. Nuestro repaso seguirá un orden expositivo a través de las cuatro áreas temáticas en que se ha estructurado la exposición y recogerá, a nuestro juicio, las piezas más interesantes de la muestra.

 

 

PRÓLOGO - MUJER EUCARÍSTICA

María, en un término utilizado por Juan Pablo II, es la Mujer Eucarística, en cuanto que el que "nació por nosotros de la Virgen María (...) está presente en el Sacramento".

 

Anunciación
Aunque en el catálogo de la exposición se presenta como una pintura anónima sobre tabla, realizada hacia 1500, Juan Miguel González Gómez la cataloga como una obra anónima sevillana, pintada en torno al año 1530 (1). El óleo sobre tabla mide 80 x 65 cm y procede de la Parroquia de la Granada. De gran valor artístico, se enmarca en un espléndido retablito de traza renacentista, por cuyos entablamento y basamento discurre un versículo del Cantar de los Cantares: "TOTA PVLCHRA ES AMICA MEA/MACVLA NON EST IN TE". En la escena, que transcurre en una pétrea estancia con ventanas rectangulares y solería de damero, aparecen dos clases de personajes: los protagonistas, María y San Gabriel, y los donantes, en grupos de reducida escala (a la izquierda, dos monjas clarisas, y a la derecha, una dama con dos sirvientas). La Virgen, recogida en oración, cruza las manos sobre el pecho y ostenta sobre su cabeza un nimbo alusivo a su divinidad. El arcángel porta un banderín el que se recoge el anuncio de la Encarnación del Verbo: "AVE MARÍA, GRASIA PLENA, DOMINVS TECVM" (2).

 

 
 

 

BANQUETE

El aspecto más evidente de la Eucaristía es el de banquete o convite sagrado, en que Cristo es la comida. Es la cena del Jueves Santo, y la anticipación del "banquete de las bodas de Cordero". Es por lo tanto la fracción del pan, donde los caminantes hacia Emaús reconocen al Señor, que se queda "veladamente en el pan partido".

 

Evangelistas
Labrados en plata de ley para ornamento de la desaparecida custodia procesional de la Parroquia de Nuestra Señora de la Granada. Son obras realizadas en tamaño académico, que pueden situarse en el siglo XVIII.

Vinajeras
El conjunto, en plata de ley, se compone de un plato o salvilla sobre el que reposan los dos recipientes separados por una campanilla, todo ello labrado con profusa decoración rocalla, propia del siglo XVIII.

Ternos
Se expusieron dos grupos de piezas: los ternos de los Reyes Católicos, de San Francisco (siglo XVII) y el de la Granada (siglo XVIII). Ambos conjuntos, bordados en hilo de oro y sedas de colores, se conservan en el Monasterio de Santa Clara, sede de la muestra.

Portapaz
De estilo gótico y conservado en la Parroquia de la Granada. Suele fecharse entre los años 1501 y 1517 y se halla labrado en plata sobredorada. Los portapaces eran utensilios con los que en las iglesias se daba la ceremonia de la paz a los fieles.

Cáliz del Obispo Infante
La Parroquia de la Granada conserva esta magnífica pieza, labrada en plata de ley y fechada en el año 1627. Presenta una espléndida decoración en su base, realizada empleando cabezas de ángeles alados.

Copón
Obra realizada en plata sobredorada y estilo barroco por los prestigiosos plateros José Alexandre y Diego de Cárdenas (siglo XVIII). Procede de la Parroquia de la Granada.

Portaviático
Obra moderna (siglo XX) con la forma del Sagrado Corazón de Jesús llameante y coronado con la cruz. Los portaviáticos se usan para llevar la comunión a los enfermos impedidos para asistir a los oficios religiosos. También se conserva en la parroquia.

 

 
 

 

SACRIFICIO

Este apartado de la muestra incide en el aspecto sacrifical del misterio eucarístico. La misa es Memorial que "nos presenta el Sacrificio ofrecido una vez por todas en el Gólgota". En ella se actualiza el sacrificio de Cristo, su entrega hasta el extremo. Se unen así pasado, el presente y el futuro, pues la Eucaristía es prenda de la gloria futura, ya que Jesús, "Muriendo se empeñó como rescate; Reinando, como premio se nos brinda".

 

Niño Dios
Interpretado como Niño Pasionario, pese a su expresión letífica, con la mano izquierda sosteniendo la cruz del sacrificio al que se entregará voluntariamente, mientras bendice con la diestra. Inspirado directamente en un modelo del escultor Juan Martínez Montañés que se conserva en una colección particular sevillana, parece ser obra de un discípulo avezado del maestro jiennense, cuyo Niño Jesús para la Hermandad Sacramental de la Parroquia del Sagrario de la Catedral de Sevilla fue la inspiración para las realizaciones posteriores sobre el tema en el barroco. Se cataloga como obra del siglo XVII y forma parte de la colección particular del poeta moguereño Francisco Garfias.

Cristo de los Remedios
Imagen de tamaño académico que representa a Jesús en el pasaje del escarnio, una vez coronado de espinas y vestido con la clámide púrpura por los verdugos. Se le muestra sedente sobre una especie de taburete, con la caña sostenida a modo de cetro y las manos atadas. Presenta valores plásticos de gran interés, tanto en el excelente modelado y policromía como en la expresión abstraída y majestuosa del Varón. Es obra del siglo XVIII y tanto las potencias como el paño, bordado en hilo de oro en sus vistas, parecen ser coetáneos a la talla. Se conserva en el coro del Monasterio del Santa Clara.

Cruz de Guía
Ejemplar de gran interés por su antigüedad (siglo XVIII). Perteneció a la extinguida cofradía moguereña del Crucificado de la Sangre, cuyo titular fue destruido en 1936. Presenta una curiosa decoración pictórica en su parte superior a base de una soga entrelazada, en alusión al instrumento del cautiverio de Jesús.

Cristo Crucificado
Es una imagen académica que podría ser empleada sin problemas para presidir una celebración eucarística sobre una mesa de altar. Se le representa muerto y asido al madero, de tipo arbóreo, por tres clavos. Tanto la esbletez de su hechura como la serenidad del rostro, pasando por el elegante desplome de la cabeza, nos remiten al refinamiento dieciochesco, más preocupado por la belleza que por el virtuosismo anatómico. Se halla en la colección particular de Rafael Rodríguez.

Jesús con la Cruz a Cuestas
Interesante lienzo dieciochesco que muestra a Jesús camino del Calvario, probablemente caído en tierra por el peso del madero, mientras es increpado violentamente por un sayón a seguir la marcha, y recibe la compasión de su Madre, San Juan y Santa María Magdalena. A diferencia de los furiosos rostros de los verdugos, las figuras femeninas aparecen deshechas en llanto; María ruega por su Hijo y San Juan intenta sosegar en vano a la Magdalena. El rostro de Jesús se dirige al materno para dirigirle palabras de consuelo. Se conserva en la Parroquia de la Granada.

Pelícano
Altorrelieve destinado a decorar la portezuela del tabernáculo de la Parroquia de la Granada. Es una obra neobarroca del XX que tiene como más famoso precedente la figura alegórica de un pelícano abriéndose el pecho con el pico para alimentar a sus crías, labrada por Francisco Antonio Gijón (1694) para la sevillana Cofradía del Amor con el fin de simbolizar el sacrificio de Cristo con su sangre para la salvación de los hombres.

Relicario
Es propiedad de la cofradía moguereña del Nazareno y en su interior guarda una reliquia del Lignum Crucis. Excelente muestra de orfebrería contemporánea, fue cincelado en plata dorada y en su color por Talleres Mallol.

 

 

PRESENCIA

En la Eucaristía "se realiza de modo supremo la promesa de Jesús de estar con nosotros hasta el final del mundo". Esta presencia real de Jesucristo ha hecho brotar desde siempre la adoración y la contemplación en la Iglesia, sirviéndose del culto público y privado del Santísimo Sacramento.

 

Ostensorio
Obra del orfebre Vicente Gargallo y Alexandre, sobrino del mencionado José Alexandre, cuya trayectoria se documenta entre 1782 y 1802, fecha de su fallecimiento (3). Labrado en oro de ley, muestra un estilo más propio del XVII que de su época de ejecución.

Ostensorio
Valiosa creación, fechable a principios del siglo XVI e inmersa en la tradición del gótico flamígero. Su traza, en la que se mezclan las ventanas geminadas caladas, los arbotantes y los pináculos, recuerda las del Copón de la Parroquia de Almonte (Huelva), sin alcanzar el sublime virtuosismo de esta pieza.

Puerta del Sagrario
Pese a su interés, se trata de una pieza inédita que tuvo como función el servir de portezuela de un tabernáculo; hasta que hoy en día, adosada a unas planchas de terciopelo rojo, se conserva en la colección particular de José Antonio Díaz Roca. La decoración, que muestra a una custodia enmarcada por ces y rodeada de racimos de uva y espigas de trigo, es un notable ejemplo de la orfebrería rocalla del XVIII.

Sagrario
Es obra neobarroca (siglo XX), en plata dorada y en su color, decorada con columnas de fuste estriado y con el relieve del Cordero Místico en su portezuela.

 

 

ALIMENTO PARA EL CAMINO

En la Eucaristía han encontrado los Santos "el alimento para su camino de perfección (...) y han vivido indecibles horas de gozo "nupcial" ante el Sacramento del altar". Con este cuarto capítulo se cierra la exposición (4).

 

Santa Rosa de Lima
La composición, plena de dulzura y encanto, muestra a la santa peruana vestida con sus hábitos dominicos y cuidando a un niño enfermo y pobre, el cual, agradecido por sus atenciones, se dispone a abrazarla con arrobo. Se cataloga como obra del siglo XVII, suponemos que teniendo en cuenta que la santa murió en el año 1617, y forma parte de la colección particular de José Morales.

San Francisco de Asís
La talla, de tamaño académico, formó parte de un retablo, tal y como demuestra el dorso aplanado y escuetamente tallado. Actualmente se conserva en la mencionada colección particular de José Morales. Frente a un modelado discreto, destaca una interesante policromía con motivos vegetales, propios del Setecientos. La imagen no es ajena al quehacer de artistas como el retablista y escultor Julián Jiménez.

Santa Clara
La imagen, de tamaño menor que el natural, es una de las mejores obras de Francisco José Zamudio Barroso, imaginero contemporáneo de Isla Cristina (Huelva). La santa porta la custodia en su mano derecha, su mirada es ausente y muy bella, y los hábitos están modelados con intencionada tosquedad. Ocupa una hornacina del altar mayor del monasterio, en recuerdo de una talla que fue destruida en los disturbios de 1936.

 


 

BIBLIOGRAFÍA

(1) GONZÁLEZ GÓMEZ, Juan Miguel. La Navidad en las Artes Plásticas de Huelva, Huelva, 2002, pp. 40-41.

(2) Ibídem.

(3) GONZÁLEZ GÓMEZ, Juan Miguel y Manuel Jesús CARRASCO TERRIZA, La escultura del Crucificado en la Tierra Llana de Huelva, Huelva, 1999, pp. 228-229.

(4) Los textos introductorios de las cuatro áreas temáticas son de Juan Bautista Quintero Cartes.

 

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