RESTAURACIÓN DE ARTE Y RESTAURACIONES MORENO

Con información de Esther y Laura Moreno (10/10/2016)


 

 
 
Estado inicial. Detalle del busto

 

Introducción

Se trata de la restauración de la imagen del Santísimo Cristo del Calvario de Pinto (Madrid). Ha sido un trabajo muy emocionante y gratificante para las restauradoras, ya que comenzaron con una obra que, según muchos fieles, era seriada -e incluso pensaban que era de escayola-, y a lo largo de la intervención, fueron descubriendo que no solo se trataba de una imagen en madera policromada, sino que procede del siglo XVI.

Sin duda, es un Crucificado con mucha historia a sus espaldas, y esta restauración lo ha corroborado. Hablamos de una intervención ha sido muy importante para los fieles de Pinto, pues les ha devuelto una imagen a la que han profesado su fe durante siglos y que creían perdida desde la pasada centuria.

 

 
 
 
 
 
 
Estado inicial. Detalles del cuerpo

 

Historia

Según contaban las personas mayores de la localidad, el Cristo del Calvario fue destruido en octubre del año 1936 por integrantes del bando republicano, que entraron en la ermita de Pinto que lleva su nombre y donde estaba ubicado. Narran que lo tiraron de bruces y lo destruyeron a hachazos, y que una persona que pasaba por el lugar consiguió recoger todo lo que pudo de la imagen y esconderlo en un pajar.

Después de la Guerra Civil la imagen fue reconstruida y devuelta a su ermita, aunque no se sabía a ciencia cierta si era la misma o no, ya que circulaba el rumor de que se habían enterrado los fragmentos en el cementerio, y que esta era una imagen seriada y de escayola.

En el año 2004 el Cristo sufrió una intervención en la que se le efectuó un repinte generalizado, con un resultado bastante desafortunado, pues le daba un aspecto que no correspondía con la realidad e incluso daba la razón a quienes apuntaban que era una imagen seriada del siglo XX y de escayola.

Dicho repinte, sin duda, fue llevado a cabo para esconder los deterioros que presentaba la imagen con el devenir de los años, ya que en ningún caso se había restaurado adecuadamente. Es por ello que, a través del repinte, las restauradoras encontraron grietas, levantamientos, golpes, craquelados... que permanecían camuflados.

 

 
     
     
 
     
     
Limpieza del repinte de 2004

 

Hallazgo de repintes

La imagen llegó a manos de las restauradoras con el fin de eliminar este desafortunado repinte del año 2004, y dejar la policromía que el Cristo presentaba anteriormente y que se suponía era de posguerra. Sin embargo, a lo largo del proceso, se dieron cuenta que presentaba tres policromías más, además de la que se estaba retirando del año 2004. La que se ha conservado finalmente es una policromía de posguerra realizada para reparar los daños que la imagen sufrió durante la Guerra Civil; la cual, además, corrobora que la imagen fue totalmente destrozada, llegando incluso a perder partes de su talla, como veremos más adelante.

 

     
     
 
     
     
Proceso de estucado

 

Policromías

Como hemos apuntado, debajo de esta policromía de posguerra las restauradoras encontraron otras dos capas de policromía. Una de ellas aparece en muchas zonas del cuerpo, sobre todo en las de desgaste -como son las manos y los pies-, en las que se deja traslucir un tono más sonrosado. Esta policromía, hecha a pincel y por tanto no pulimentada, seguramente sería del siglo XVIII por el estado en el que actualmente se encuentra, ya que presenta un craquelado producido por la antigüedad de la pintura.

Debajo de esta policromía encontraron la que sería la policromía original, de un tono más moreno que la anterior pero no tanto como la que se ha conservado de posguerra. Esta presenta también un craquelado de antigüedad como la anterior, y seguramente se trata de una policromía pulimentada, aunque el rasgo más definitivo de la misma es que presenta el perizoma o paño de pureza dorado completamente en oro fino, con estofados, lo que nos data la imagen en una época concreta: finales del siglo XVI.

 

 
 
Resultado final del paño. Reproducción del craquelado
 
 
 
 
Resultado final del paño más la cata

 

Radiografías y catas

Los estudios radiográficos y las catas realizadas durante la restauración han demostrado que la talla fue destrozada en la Guerra Civil: los brazos y los pies fueron seccionados, así como el cuerpo en varios trozos cortados longitudinalmente. Incluso la cabeza pudiera haber sido seccionada. Muestra de todo ello es que algunas de sus partes -espalda, dedos y otras partes de las manos, y fragmentos de piernas y pies- han sido reconstruidas nuevamente. Se han conservado como partes originales del siglo XVI, la cabeza, parte frontal del torso, el paño de pureza, los brazos casi en su totalidad y algunas partes de las piernas.

 

     
     
 
     
     
Estado final. Detalles

 

Criterios de intervención y conservación

Cabe decir que las distintas intervenciones y repolicromados completos que ha sufrido la imagen a lo largo de su historia han tenido mucho que ver en el aspecto con el que ha llegado a nuestros días, ya que cada repolicromado nuevo presenta una capa de estuco; es decir, después de la policromía original del siglo XVI, encontramos una capa de estuco y una policromía del XVIII, después una nueva capa de estuco y la policromía de posguerra, que es la que se ha conservado por ser más afín a los recuerdos actuales de sus devotos.

Con ello queremos decir que la talla que ahora vemos dista su aspecto bastante de lo que veríamos si se levantaran todas las capas de estuco y dejáramos a la luz la policromía del XVI. De hecho, en las radiografías realizadas podemos ver que tiene la boca más abierta, los ojos algo más abiertos, y la talla de la barba es más profunda y más alta de lo que podemos apreciar actualmente. Todo esto se encontraría debajo de las capas de estuco y policromía realizadas a lo largo de su historia.

En el perizoma, por el contrario, se decidió levantar la policromía de posguerra y dejar a la luz la policromía del XVIII, ya que al eliminar una capa de estuco, dicho paño ha ganado bastante en calidad y profundidad de talla. Al faltar la parte de atrás, como hemos dicho anteriormente, y ser ésta un añadido de posguerra, se ha reproducido la policromía y el craquelado en esta zona simulando el del XVIII. Asimismo, se ha dejado una cata de la policromía original del XVI, dorada en su totalidad, pero que no se ha levantado, pues estaba bastante deteriorada y faltaba, como hemos dicho, toda la parte trasera, por lo que la Hermandad del Cristo ha preferido no descubrirlo por el momento, pero dejando constancia de su presencia a través de dicha cata.

 

 

Grabado de 1751

La policromía de la carnación es la de posguerra, que como hemos dicho anteriormente ha sido la respetada por ser la que los fieles recuerdan. También decir que la cruz es anterior a la Guerra civil, pero no se trata de la original del siglo XVI, como podemos ver en el grabado que se conserva de 1751.

Si nos damos cuenta del tremendo parecido del rostro de la imagen actual con el de dicho grabado, y fijándonos en éste, vemos que el Cristo llevaba un nimbo en su cabeza que ahora no tiene. En la intervención efectuada por las restauradoras se ha encontrado en la cabeza un agujero por el que se supone iba sujeto dicho nimbo.

 

     
     
 
     
     
Estado final

 

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