DA VINCI, EL GENIO


 

 
 

Estudio para la Batalla de Anghiari. Lucha por el Estandarte cerca del Puente

Leonardo Da Vinci
Hacia 1503-1504
Pluma y tinta
101 x 142 mm
Gallerie dell’Accademia de Venecia

 

Presentación

La exposición Da Vinci, El Genio es un proyecto generado por Canal de Isabel II, sobre la base de la creada por Grande Exhibitions, la Fundación Anthropos y Pascal Cotte, que nace con el objetivo de mostrar al público los aspectos menos conocidos de uno de los personajes más complejos de la Historia, Leonardo Da Vinci. Para ello ha sido fundamental la colaboración de veintinueve prestigiosas instituciones y museos nacionales e internacionales que han cedido obras nunca antes expuestas en España, y que se han distribuido en dos espacios.

El primero de esos ámbitos está dedicado al Leonardo más íntimo, una recreación del Studiolo del artista, un espacio destinado al trabajo y a albergar la biblioteca donde se exponen documentos originales y reproducciones de cuarenta piezas de excepcional valor (manuscritos, incunables, y post-incunables) procedentes de prestigiosas instituciones (Biblioteca Nazionale Centrale de Florencia, Biblioteca Nacional de España, Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense, Biblioteca del Monasterio del Escorial, Biblioteca Capitular y Colombina, etcétera). Dichos ejemplares se corresponden con títulos de las obras que Leonardo poseyó según se comprueba en el listado de sus libros existente en el Códice Madrid II. Los dibujos originales de Leonardo, dos pertenecientes a la Gallerie dell´Accademia de Venecia y tres a la Pinacoteca Ambrosiana de Milán, se ubican en una única vitrina en el espacio central de la exposición.

El segundo espacio, creado especialmente para Arte Canal, está dedicado a la pintura y en él se exponen obras de los discípulos italianos de Leonardo, entre las que destaca una copia de La Última Cena realizada por Giampietrino, que se podrá ver por primera vez en España, procedente de la Royal Academy of Arts de Londres, a partir de febrero. Junto con las pinturas de los discípulos italianos, hay una amplia representación de la huella de Leonardo en el Renacimiento español, con obras de Fernando Yáñez de la Almedina -como su dibujo de Dos Manos proveniente de la Gallerie dell´Accademia de Venecia- y de Fernando Llanos, conocidos como los Hernandos. Además, y por primera vez, Canal de Isabel II ha encargado la restauración de dos cuadros que podrán verse en la muestra. Se trata de dos cuadros de la Catedral de Cuenca realizados por Yáñez de la Almedina, La Piedad y La Adoración de los Magos.

En la elaboración de estas dos magníficas áreas de la exposición han colaborado Elisa Ruiz García como comisaria científica y coordinadora general de la exposición, y Pedro Miguel Ibáñez como comisario científico. Elisa Ruiz, doctora en Filología Clásica por la Universidad Complutense de Madrid y catedrática Emérita de Paleografía y Diplomática de la UCM, es considerada como la investigadora que, en el ámbito español, conoce más en profundidad la figura de Leonardo da Vinci. Por su parte, Pedro Miguel Ibáñez es catedrático de Historia del Arte de Escuelas Universitarias, con destino actual en la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de Cuenca, de la Universidad de Castilla-La Mancha. Además, es considerado como el principal experto en España de los discípulos de Leonardo en España, con más de treinta publicaciones al respecto.

En la otra parte de la exposición se presentan más de sesenta réplicas de artefactos ideados por Leonardo, construidas por artesanos italianos dirigidos por Modesto Veccia, experto vinciano radicado en Florencia que dedicó más de una década al estudio e investigación de los códices de Da Vinci. Algunas se han realizado a pequeña escala; otras a su tamaño real; y otras sobredimensionadas para impacto del visitante. Además, la gran mayoría de estas máquinas son manipulables para los visitantes de la muestra.

El recorrido continúa con un espacio dedicado al que se considera uno de los retratos más famosos del mundo, la Monna Lisa, basado en el estudio fotográfico que el ingeniero francés Pascal Cotte, inventor de la primera cámara multiespectral, realizó de la obra. Fotografías de increíble definición y detalle que permiten apreciar rangos ópticos que el ojo humano no puede ver en condiciones normales.

Asimismo, se ha elaborado un original cronograma, compuesto e ideado por la catedrática y comisaria Elisa Ruiz y el arquitecto Víctor M. Sanz, como complemento indispensable de la visita con el fin de que se puedan establecer las coordenadas espacio-temporales en las que se situó la vida de Leonardo.

Todo el recorrido se ha envuelto de un mapa sonoro casi cinematográfico. Su diseño se ha abordado desde la decisión principal de no optar por un sonido del Renacimiento, sino crear una invención total, nueva y exclusiva. El mapa está articulado en torno a trece núcleos sonoros que jalonan toda la exposición. Cada núcleo está formado por tres elementos auditivos: la "banda sonora de la vida" de Da Vinci (sonidos de su entorno, de su medio ambiente natural o de su vida diaria), el "sonido de las máquinas" de su invención, y, en tercer lugar, de piezas musicales propiamente dichas.

La música se basa en dos pasiones de Leonardo: "razón", expresada en el ritmo, la matemática de la percusión; y su amada naturaleza significada de alguna manera en la voz, el sonido de la expresión. El resultado es una composición nueva y original cuya masterización es exclusiva y única para la acústica de esta sala. Pero no podía faltar el apoyo audiovisual de la exposición. Como ya se ha hecho en otras exposiciones, Canal de Isabel II ha construido una sala exterior, en la explanada de Arte Canal, donde se ha creado un pequeño cine con 144 butacas para que los visitantes puedan disfrutar de la película en 3D Leonardo Da Vinci. La Mirada del Genio.

Una novedad más y que no se había hecho con anterioridad es la creación de un espacio que se ha denominado Rincón Gastronómico. En él, situado en la zona de la tienda, se podrán degustar cinco creaciones que el afamado cocinero Sergi Arola ha elaborado, inspirado tanto por la figura del personaje como por su época y el lugar que le tocó vivir. Estas creaciones gastronómicas permitirán a los visitantes acercarse a sabores y productos típicos italianos, como la coca -característica de la región del Veneto-, que sirve de base en la denominada Sfumato, o un carpaccio de setas porcini con queso parmesano en el plato Italia, o incluso acercarse al pensamiento e inquietudes de Da Vinci, gracias a sus creaciones de Alquimia, Misterio y Geometría que son las tres que cierran una carta que seguro sorprenderá. Arola, que cuenta desde el año 2009 con dos estrellas Michelín, es uno de los pioneros en la consolidación de la gastronomía española contemporánea y cocinero próximo al mundo de los museos a través de experiencias como el restaurante del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

 

 
 

Dos Caricaturas

Leonardo Da Vinci
Pluma y tinta sobre papel
Pinacoteca Ambrosiana de Milán

 

Leonardo Da Vinci. La Mirada del Genio

Nació el 15 de abril del año 1452 en la localidad toscana de Vinci, cerca de Florencia. Fue hijo ilegítimo de ser Piero da Vinci, notario, y Caterina, una joven campesina. En torno a los 14 años de edad entró a trabajar como aprendiz en el taller florentino de uno de los artistas más considerados de la época, Andrea di Cione, más conocido como Verrocchio.

Entre los años 1466 y 1476 Leonardo trabajó para Verrocchio y junto a otros pintores famosos como Perugino y Boticcelli. En aquellos días, los artistas eran verdaderos artesanos y debían poseer una gran gama de habilidades. Con la pintura El Bautismo de Cristo, Leonardo exhibió sus auténticas aptitudes ante Verrocchio. Su mentor, que había recibido el encargo, se reservó para sí las figuras principales y repartió el resto entre sus aprendices. A Leonardo le correspondió un ángel que sostenía el manto de Jesús. Lo pintó al óleo, para darle mayor profundidad y color, y Verrocchio quedó maravillado ante el talento de su joven discípulo. Leonardo contaba con poco más de 20 años de edad y este episodio fue el punto de inflexión en su trayectoria profesional.

A partir del año 1476 Leonardo inició su camino de aprender todo lo que podía ser aprendido. Una de las facetas más originales de Leonardo es su permanente afán de indagar. A pesar de que -debido a su condición de hijo ilegítimo- no había recibido la educación canónica de su época y no sabía latín, recurrió a su capacidad de observación y confió en lo que podía evidenciar la experiencia. Y este método fue el que aplicó en todo lo que llevó a cabo a lo largo de su vida.

La proyección en 3D Leonardo da Vinci. La Mirada del Genio, creada expresamente para esta exposición de Canal de Isabel II por la empresa El Ranchito, ganadora de siete premios Goya, permite al espectador introducirse en la fascinante forma de observar e interpretar el mundo de Leonardo. Con una estructura basada en la clasificación de los elementos y los seres vivos de los tratados científicos de su época, la película plantea un recorrido por las cuestiones que más le intrigaban, qué ideas geniales surgieron de su estudio y cómo se plasmaron en sus obras y diseños.

La película propone un viaje por esta visión genial en la que todo en la naturaleza está relacionado y comparte patrones de movimiento y armonía. Una peculiar mezcla de arte y ciencia, enraizada en un profundo respeto por la vida y el mundo natural, que nos resulta hoy más cercana y también más necesaria. Se analiza, t también, cómo Leonardo estudiaba cada tema desde los más diversos puntos de vista, cómo llegaba a proponer nuevos enfoques y teorías muy avanzados para su época y cómo aplicaba estos nuevos conocimientos en sus obras de arte y en sus sorprendentes inventos.

En esta pieza estereoscópica, la visión en 3D es fundamental para dar dimensión y profundidad al rico universo de Leonardo. Así, se permite una mirada cercana a los elementos naturales que fueron su fuente de inspiración, dando tridimensionalidad y movimiento a sus dibujos y diseños, y ofreciendo al espectador la sensación de recorrer los escenarios principales de su vida. El taller de Verrocchio donde trabajó como aprendiz, el Castello Sforzesco de Milán que ayudó a renovar o el palacete francés de Clos-Lucé donde pasó sus últimos días, son algunos de los lugares que aparecen en la película.

La música de la producción, creada por José Negrete, se inspira en las fuentes de la época, revisitando el espíritu de búsqueda de la belleza y la sensación de maravilla que provocaba para Da Vinci la fusión entre arte y ciencia. La experiencia del cine 3D se ve acrecentada con sensaciones externas que envuelven y sorprenden al espectador, como la vibración del suelo y luces estroboscópicas que, de manera puntual, acompañan algunos efectos de la película.

 

 
 

Perfil Masculino

Leonardo Da Vinci
Punta de metal sobre papel
Pinacoteca Ambrosiana de Milán

 

Leonardo inventor

Leonardo fue, sin duda, el genio más grande que jamás ha existido. Muchos dirán que no hay con quien pueda compararse, y probablemente sea cierto. No sólo fue un artista brillante que destacó entre sus pares del Renacimiento. También fue un científico e inventor entregado, así como escultor, músico, matemático, ingeniero y arquitecto, entre muchas otras cosas. Estaba fascinado por el estudio de la naturaleza y sus principios. Fue un gran estudioso del vuelo de las aves, le interesaron las sombras y los efectos creados por la luz sobre los rostros y objetos. Impulsado por una curiosidad inagotable, le atraían todas las disciplinas artísticas y fue un observador incansable que dedicó su talento a la resolución de un amplio rango de problemas y a la invención de artefactos que tardarían siglos en hacerse realidad.

Leonardo sintió toda su vida una gran fascinación por el comportamiento del agua -a la que consideraba la principal fuerza motriz de la naturaleza-, y destacó como ingeniero hidráulico. Siendo niño, se dedicó a observar cómo discurría la corriente de un arroyo cerca de su pueblo natal de Vinci, en la Toscana. Más tarde, concibió proyectos para encauzar y controlar ríos y para drenar llanuras inundadas y pantanos. Dibujó analogías entre las acciones del agua y el viento, estudiando las olas y las corrientes de aire. Algunas de sus máquinas voladoras parecen formal y conceptualmente barcos. Uno de sus principales proyectos hidráulicos buscaba desviar el curso del río Arno para irrigar el valle alrededor de Florencia, estudió soluciones hidráulicas ya ensayadas por otros ingenieros para incrementar su efectividad o proponer soluciones alternativas. Mejoró, por ejemplo, el tornillo de Arquímedes -para elevar agua o material excavado-, la sierra hidráulica, la escafandra de buceo, los barcos de doble casco, el barco propulsado por paletas y el sencillo salvavidas. Leonardo también fue más allá de las aplicaciones prácticas, liberando su imaginación para diseñar un submarino y un sistema para atacar barcos enemigos, perforándoles el casco bajo el agua, artilugios que pueden verse en la exposición.

Aunque Leonardo se declaró partidario de la paz, vivió tiempos de conflicto, cuando las ciudades-estado italianas peleaban entre sí y contra los franceses. En este ambiente, los ricos e influyentes patronos de Leonardo preferían las máquinas bélicas que las creaciones artísticas. Las guerras plantearon nuevos desafíos técnicos y estratégicos, y algunas de las facetas más ingeniosas de Leonardo se relacionan con la ingeniería militar. Así, ideó puentes colgantes de emergencia, escalas para asediar fortalezas, cañones, catapultas, carros armados provistos de guadañas y carros blindados, que son los antecedentes de los actuales tanques, y que también podrán verse en la muestra.

A lo largo de su vida, trabajó en muchos y diferentes proyectos de ingeniería, inventando máquinas para realizar ciertas tareas de forma más eficiente y mejorando máquinas que ya existían. Diseñó montacargas y grúas para elevar pesados materiales, máquinas textiles, taladros y excavadoras, entre muchos otros artefactos que pueden ser vistos y tocados en la exposición, como el carro autopropulsado -antecedente del automóvil moderno- y el odómetro. Hay un notable número de "errores" intencionados en algunos de los apuntes de Leonardo relacionados con maquinaria. Muchas veces omitió un componente clave, lo dibujó de manera incorrecta o usó una referencia escrita para corregir un error poco evidente. Se cree que hacía esto a sabiendas, como una marca propia de diseño, para confundir a los no autorizados si sus diseños caían alguna vez en manos equivocadas o para frustrar posibles copias.

Volar ha sido un sueño de los hombres desde tiempos inmemoriales, pero Leonardo fue un pionero en convertir esta aspiración en una búsqueda científica. Al principio trabajó en máquinas voladoras basadas en el movimiento de las alas. Analizó los patrones de vuelo de aves y murciélagos, y estudió la anatomía de sus alas. Pensó que los seres humanos aprenderían a volar si pudieran desarrollar y hacer funcionar máquinas que copiaran el movimiento de las aves, aunque, con el tiempo, se dio cuenta de que los humanos, con menos de la cuarta parte de la potencia de sus pesos totales en brazos y músculos pectorales, nunca tendrían la fuerza necesaria para volar como aves. Por tanto, comenzó a investigar el vuelo sin movimiento de alas, estudiando la velocidad del viento y maneras de usar las corrientes de aire para alcanzar grandes alturas. Sus ideas, bosquejadas en muchos cuadernos de notas, prefiguran los planeadores, aeroplanos, helicópteros y paracaídas de hoy, y que el visitante podrá disfrutar durante su visita a la exposición.

Instrumentos de música, óptica y de medición del tiempo Leonardo aplicó teorías mecánicas y observaciones acústicas en sus diseños de nuevos tipos de instrumentos musicales, el tambor mecánico o el piano portátil son algunos de esos inventos que pueden verse en la muestra. Fue músico, cantante y actor consumado y, mientras estuvo en Milán, el duque Ludovico el Moro le ayudó a producir y a poner en escena espectaculares obras renombradas por sus efectos especiales También tuvo gran interés por la óptica y los efectos de la luz. Las máquinas de tiempo de Leonardo son de particular interés. Le fascinaban la medición del tiempo y el reto de la precisión y la continuidad. Su trabajo explora y reúne diversas disciplinas científicas: física, mecánica, geometría y carpintería. Los resortes y engranajes de relojes de hoy, fueron utilizados por primera vez por Leonardo.

Leonardo creía que la mecánica era la llave para entender al mundo. Estudió el comportamiento de los elementos -agua, aire y luz- e identificó patrones de actuación bajo diferentes circunstancias. Muchos de los diseños de Leonardo que pueden verse en la exposición: el mecanismo de rueda dentada-linterna, la rueda voladora o el martillo manejado por una leva excéntrica, están vinculados de alguna manera con muchas máquinas y dispositivos modernos.

 

 
 

Putto sobre una Cornisa

Leonardo Da Vinci
Punta y tinta sobre papel
Pinacoteca Ambrosiana de Milán

 

Leonardo pintor y dibujante

Los dibujos preparatorios de Leonardo para La Batalla de Anghiari capturaron el movimiento de los caballos enfurecidos, el terror, la angustia y la agresión de unos soldados contra otros en plena batalla. El artista y sus asistentes emplearon más de un año en trasladarlos a escala real sobre el muro de la Sala del Gran Consejo en el Palazzo Vecchio y fueron descritos por sus contemporáneos como maravillosos, sorprendentes y surreales.

Como artista, Leonardo quiso dominar la anatomía del cuerpo humano, del que pensaba que era una máquina maravillosa y casi perfecta, capaz de realizar multitud de movimientos. Sus cuadernos incluyen numerosos dibujos que muestran los principios mecánicos subyacentes en el movimiento de nuestro cuerpo. Ideó un cuarto de espejos para hacer dibujos anatómicos perfectos. Diseccionó y dibujó los cuerpos de más de treinta hombres y mujeres de todas las edades, buscando entender la belleza de las proporciones humanas y el funcionamiento de músculos y tendones del cuerpo en movimiento. La disección de cadáveres humanos no era habitual en época de Leonardo, por lo que tuvo que realizar esta investigación casi en secreto.

Leonardo, junto a Miguel Ángel, Rafael y Tiziano, formó parte del Renacimiento italiano. La mayoría de sus esculturas y pinturas fueron realizadas en Florencia y Milán, entre 1473 y 1513. Leonardo emprendió la realización de, al menos, veinticinco pinturas, aunque varias de ellas han llegado hasta nosotros sólo como copias. Diez reproducciones de esas obras, entre las que se encuentran La Virgen de las Rocas, Retrato de un Músico, La Anunciación o La Dama de Armiño, se exhibirán en este ámbito.

 

 
 

Estudio de un Jinete

Leonardo Da Vinci
Punta y tinta sobre papel
Gallerie dell’Accademia de Venecia

 

Obras maestras

Cada año más de ocho millones de personas visitan el Museo del Louvre de París para ver la Monna Lisa, pero lo que hoy contemplan tiene poca semejanza con la obra creada por Leonardo da Vinci. Nos separan más de quinientos años de la imagen que realmente tuvo este retrato entre los años 1503 y 1506. Los materiales usados para realizar el retrato han sido alterados por el tiempo y las restauraciones. El soporte de madera se ha encogido y ha producido distintos tipos de grietas. Los aglutinantes, los pigmentos y las propiedades ópticas del barniz han cambiado por efecto del paso de los años y de las interacciones químicas. Este espacio se dedica al trabajo de investigación de Pascal Cotte, ingeniero y científico francés, inventor de la cámara multiespectral, que ha tenido el privilegio de realizar un escáner digital del retrato, la información extraída gracias a esa cámara tan especial permitió descubrir hasta veinticinco secretos, que ahora se desvelan en la exposición.

El Hombre de Vitruvio ilustra las teorías postuladas por el tratadista Marco Vitruvio Polión en el siglo I antes de Cristo. Muestra las proporciones del cuerpo humano según las describió el arquitecto romano. Se trata, probablemente, de la más famosa ilustración de Leonardo da Vinci. Creada alrededor del año 1492, según consta en uno de sus cuadernos, expone la figura de un hombre desnudo en dos posiciones superpuestas, con las piernas y brazos separados e inscritos simultáneamente en un círculo y en un cuadrado. Esta imagen es un ejemplo tanto de la estrecha relación entre arte y ciencia, como del interés de Leonardo por las proporciones perfectas.

En 1495, Leonardo llevaba trabajando para Ludovico Sforza 13 años. A pesar de su escasa confianza en el florentino, el duque decidió entonces encomendarle un gran encargo. Que pintase La Última Cena en el convento dominico de Santa María delle Grazie. La última comida de Jesucristo antes de ser apresado y crucificado. Una copia perteneciente a la Royal Academy of Arts de Londres realizada por Giampietrino, discípulo de Leonardo, se unirá a la muestra en el mes de febrero, hasta entonces, una proyección de más de ocho metros ocupará su lugar con una animación que explica la historia de la pintura.

 

 
 

Resurrección

Fernando Yáñez de la Almedina
Hacia 1516
Óleo sobre tabla
130 x 98 cm
Museo de Bellas Artes de Valencia

 

Escultura y códices

Leonardo aprendió las bases de la escultura durante su aprendizaje con Verrocchio, en Florencia. El duque de Milán quería una gran estatua de bronce de su padre, Francesco Sforza, montado a caballo. Esta escultura se la encargó a Leonardo, quien trabajó en su diseño durante varios años, realizando hermosos bocetos y trabajando sobre las proporciones ideales del caballo perfecto. Estaba decidido a que la escultura sería tres veces el tamaño real, y que el caballo alcanzaría los 7 metros de altura.

Las observaciones y hallazgos técnicos y científicos de Leonardo se encuentran en sus manuscritos, de los cuales conservamos más de 6.000 páginas. Después de la muerte de Leonardo, sus cuadernos llegaron a manos de su discípulo más leal, Francesco Melzi, quien los conservó hasta su propia muerte en 1579. Sin embargo, sus herederos tuvieron menos interés y respeto por el legado del maestro, vendiendo o regalando páginas de los códices y contribuyendo así a su dispersión. Leonardo se expresó gráficamente en italiano, usando un tipo especial de escritura, con la particularidad de que sus anotaciones sólo se podían leer reflejadas en un espejo, ya que practicó un tipo de escritura peculiar por su trazado de derecha a izquierda. Solamente escribía de manera convencional cuando se dirigía a otra persona.

Los llamados Códices Madrid son unos manuscritos que fueron traídos a Madrid, con toda probabilidad, a finales del siglo XVI por el escultor Pompeo Leoni. A su muerte (1608), tal vez fueron adquiridos por Juan de Espina, quien los legó por manda testamentaria al rey Felipe IV. Más tarde, ambas piezas, tras ser incorporadas a la Biblioteca Real, fueron completadas con una especie de portada, posiblemente elaborada por Juan de Iriarte, y reencuadernadas en piel de color rojo, habiendo sido adornados los planos con hierros dorados según el estilo dominante en el siglo XVIII. Por un error cometido en la transcripción de las signaturas topográficas, los dos manuscritos han sufrido una desaparición temporal a efectos de consulta. Su localización, en el año 1965, ha permitido poner a disposición de los investigadores y del público en general este legado excepcional.

 

 
 

Flora

Francesco Melzi
Hacia 1530
Óleo sobre tabla
64 x 52 cm
Galleria Borghese de Roma

 

El Studiolo y la huella de Leonardo

La cultura humanística vigente entre el Quattrocento y el Cinquecento difundió la moda de tener una habitación concebida como un espacio dedicado al cultivo de la mente y de la memoria. Este tipo de estancia recibió el nombre de studiolo ("estudio"). Evidentemente tal lugar se caracterizaba por la presencia de una mesa con un pupitre de plano inclinado, un atril giratorio y un recado de escribir, todo ello constituía un mobiliario fundamental. También se colocaban objetos varios. Unos eran necesarios para el desempeño del trabajo realizado en ese ámbito, tales como un compás, unas reglas, una esfera armilar, etc., y otros se escogían por su valor simbólico, por ejemplo, un reloj o un espejo. Por ello resulta natural que Leonardo dispusiese de tal cuarto en sus distintos lugares de residencia. En la presente exposición se ofrece una reconstrucción arqueológica de una habitación de este tipo, confeccionada de acuerdo con los testimonios visuales y los documentos escritos disponibles de la época. La ingente producción autógrafa del maestro florentino fue trazada en un marco semejante al exhibido.

Como hemos apuntado, podrán verse también en la exposición cuadros de los discípulos italianos de Leonardo, como Francesco Melzi o Bernardino Luini, y de los pintores españoles Fernando Llanos y Fernando Yáñez, introductores del Renacimiento en España, los famosos Hernandos, que reflejan la enorme influencia que el pintor tuvo sobre ambos y trata de esclarecer los vínculos formativos de los dos artistas con el propio Leonardo. El espacio se articula en torno a dos obras de Yáñez, La Piedad y La Adoración de los Magos, pintadas para la llamada capilla de los Caballeros de la Catedral de Cuenca hacia 1525-1532 y que, por primera vez, se presentan con sus auténticas cualidades pictóricas gracias a los trabajos de restauración encargados por Canal de Isabel II con motivo de esta exposición.

 

 
 

La Última Cena (Copia del Original de Leonardo)

Giampietrino
Hacia 1515
Óleo sobre lienzo
298 x 770 cm
Royal Academy of Arts de Londres

 

Actividades complementarias

Destacamos el documental El Hombre que lo Quería Saber Todo. En la zona inferior de Arte Canal, hay una sala de proyección en la que los visitantes podrán disfrutar de este documental creado por la BBC, en el que un grupo de expertos reconstruye y pone a prueba cada uno de los diseños de Leonardo. Duración del documental: 50 minutos.

Otra actividad de Da Vinci, El Genio es la colocación de tres puestos con tres juegos interactivos cada uno, en la zona final del recorrido de la exposición y, por tanto, en funcionamiento en el mismo horario de la muestra. Estos tres juegos son: El Pintor: el usuario deberá intentar realizar con su cuerpo las poses que se le van indicando en la figura que aparece en pantalla para ir destapando así cada uno de los recuadros que componen una imagen del retrato la Monna Lisa. Cada pose completada sumará puntos en el marcador; El Genio: juego de preguntas y respuestas relacionadas con la vida y obra de Leonardo, datos que se han podido ver en el recorrido. Para responder, el usuario deberá "tocar" con una de sus manos la respuesta que considere correcta. Se completará correctamente el juego si se acierta a 10 preguntas; Físico y Mecánico: El usuario verá caer objetos por la pantalla, no todos relacionados con Leonardo. Desplazándose de izquierda a derecha, y ayudándose de un sistema mecánico de engranajes "ligado a su cuerpo", deberá capturar un número determinado de aquellos que sólo guarden relación con Da Vinci.

 

Hasta el 2 de mayo de 2012 en la Fundación Canal de Isabel II (Mateo Inurria, nº 2, Madrid)
Horario: todos los días, de 10:00 a 21:00 horas; días 24 y 31 de diciembre de 2011,
de 10:00 a 15:00 horas; cerrado los días 25 de diciembre de 2011 y 1 de enero de 2012.

 

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