RESTAURACIÓN DE ANTONIO CUSTODIO LÓPEZ

Antonio Custodio López García


 

 
     
     
Estado previo
 
Estado final

 

El pasado 13 de junio de 2013 se celebró en el Palacio de los Camarasa la presentación de la restauración de la pila bautismal que posee la parroquia de Santo Domingo de Guzmán del municipio giennense de Torres. La intervención fue realizada por el restaurador Antonio Custodio López, gracias a la iniciativa de la parroquia torreña y la colaboración de la Fundación Caja Rural de Jaén.

La pila bautismal de Torres es una bella pieza de cerámica mudéjar de 91 cm de altura, elaborada por talleres giennenses a finales del siglo XV o principios del XVI. Junto con la pila de San Bartolomé de Jaén -cuya composición y decoración similar revelan un mismo taller de procedencia- son los dos únicos ejemplares cerámicos de este tipo que conserva la provincia, pues la pequeña pila cerámica que pertenecía a la localidad de Mancha Real se encuentra actualmente en el Museo de Cerámica de Barcelona.

 

 
 
Pila bautismal de San Bartolomé de Jaén
 
 
 
 
Primitiva pila de Mancha real (imagen facilitada
por el Museo de Cerámica de Barcelona)

 

La primera referencia documental aparece en el Inventario de bienes de la parroquia, con fecha del 9 de mayo de 1676, donde se cita "una pila verde de Barro con su pie de Piedra" (dicho legajo no tiene foliación, por lo que se facilita para la consulta del manuscrito (folio 198 r.).

No hay muchas referencias a su ubicación primitiva, si bien los habitantes de Torres siempre han recordado la pila junto al altar del resucitado; posteriormente, en los años 80 del pasado siglo XX, se traslada al altar de los Dolores y al poco tiempo se ubica en el coro bajo donde se encuentra actualmente.

De las intervenciones sufridas hay que destacar una documentada en 1647 ("çien reales que se gastaron en la que se hiço y un cançel en la yglesia desta villa y adobar la pila del bautismo") (Cuentas de Fábrica, años 1615-1656. Cuentas del Mayordomo Pedro Fernández Ventura, folio 194 v. (foliación facilitada por el restaurador), así como algunas reparaciones importantes sufridas en el siglo XX, en las que se pintó y aplicó cemento.

 

 
 
Primera referencia documental de la pila de Torres

 

La pila bautismal de Torres se compone de una taza semiesférica de cerámica esmaltada en verde, en el exterior, y blanco en su cara interna. Todo el conjunto se asienta sobre una base de piedra compuesta por bocel, media caña y un segundo bocel, del que parten palmetas hacia las esquinas finalizando en un pedestal.

La pila muestra un borde exvasado, engrosado al exterior de sección triangular y decorado con pequeñas conchas en relieve, a continuación una inscripción de caracteres góticos que procede del Evangelio según San Marcos 16,16: "+ quien creyere i bautiçado fuere salvo será el que non fuere en verd (será condenado)", cordón y el resto de la superficie decorado con arquerías y piñas en las enjutas.

En la composición sigue la misma estructura que la pila de San Bartolomé de Jaén; aunque ésta última muestra la inscripción en latín y emplee como motivos decorativos estampillas florales y clavellinas.

 

 
 
Inscripción completa de la pila bautismal de Torres

 

El estado de conservación de la pila bautismal de Torres era muy delicado. La taza presentaba importantes fracturas y grietas, zonas disgregadas del bizcocho y esmalte por acción de las sales, pequeñas pérdidas de decoraciones y una gran cantidad de añadidos que distorsionaban el aspecto original de la pila, caso de cemento, pintura de origen industrial y pátinas.

 

 
 
Detalles del deterioro que presentaba la obra
 
 

 

La restauración partió de una propuesta desarrollada a partir de los criterios actuales de intervención de máximo respecto al original, mínima intervención y uso de materiales estables y reversibles.

La primera actuación fue la limpieza y eliminación de añadidos, encaminada a recuperar el aspecto original y al mismo tiempo apreciar los daños ocultos por dichas intervenciones. Se comenzó con la eliminación de la pintura industrial que cubría la cara externa mediante disolvente y ayuda mecánica del bisturí.

 

 
     
     
     
     
Eliminación de la capa de pintura industrial que presentaba la obra

 

La retirada del cemento fue especialmente complicada, sobre todo en el fondo de la pieza, donde se hallaron al menos ocho estratos de cemento que correspondían a distintas intervenciones.

Dicha limpieza se realizó exclusivamente con procedimientos mecánicos como bisturí, dremel y taladro; especialmente en la zona del fondo, en la que se debía realizar la eliminación del cemento de forma muy controlada para no dañar el esmalte original de la pila.

En la zona del fondo, además, se halló el desagüe primitivo (muy deteriorado), un tubo metálico utilizado para desalojar el agua cuando el anterior desagüe fue sellado y gran cantidad de grietas y pérdidas de esmalte.

 

 
     
     
     
     
Testigo del cemento que presentaba las paredes y eliminación del cemento y concreciones

 

Posteriormente se llevó a cabo la desalación de la obra, empleando papetas de pulpa de celulosa humectadas en agua desionizada o bien actuando con ácidos dependiendo del tipo de sal analizada.

Los tratamientos del soporte continuaron con la consolidación de zonas disgregadas, el sellado de grietas y en último lugar la adhesión de piezas separadas con un adhesivo acrílico y pinzas de presión.

 

 
 
Desalación con pulpa de celulosa
 
 
 
 
Adhesión de piezas separadas

 

Con respeto al esmalte, y siguiendo el criterio de mínima intervención, se decidió reintegrar las pérdidas de la zona inferior que eran especialmente numerosas y de gran tamaño. Dichas faltas se nivelaron con masilla vinílica de color blanco y se reintegraron cromáticamente con acrílico, permitiendo una diferenciación a corta distancia mediante la realización de un rayado en la cara externa y un estarcido en el fondo de la taza. Las zonas intervenidas fueron protegidas con un barniz satinado o brillante según el caso.

 

 
 
Estucado de las faltas
 
 
 
 
Reintegración cromática de las faltas

 

En el fondo de la pila bautismal se procedió a la reintegración del soporte perdido para ajustar el desagüe a su diámetro original (que se hallaba desgastado por intervenciones anteriores) y actuando también sobre las pérdidas de esmalte tal y como se comentó anteriormente.

 

 
 
Fondo. Estado previo
 
 
 
 
Fondo. Estado final

 

Con respecto a la piedra de la pila se procedió a su exhaustiva limpieza, eliminación de repintes y cemento, desmontaje, adhesión de las dos piezas que la componen y, finalmente, el llageado de la unión con mortero de cal y arena coloreado en la zona de unión.

 

 
     
     
Proceso de intervención en la base de piedra
     
     

 

La presente intervención servirá como punto de partida para un trabajo de investigación sobre pilas bautismales de origen andaluz. Muchas de estas piezas pertenecen en la actualidad a colecciones privadas; por lo que ruego que si alguien tiene constancia de alguna de estas piezas contacte conmigo a través del correo electrónico restauro.ac@hotmail.com, con intención de incluirlas en dicho estudio.

 

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