ADQUISICIONES DE ARTE ESPAÑOL DEL MUSEO MEADOWS DE DALLAS

12/09/2022


 

 
 
El célebre Fernando del Toro, barilarguero, obligando a la fiera con su carrocha

 

Introducción

El Museo Meadows de Dallas, Universidad Metodista del Sur (SMU por sus siglas en inglés) ha adquirido recientemente siete importantes obras de arte español, de los siglos XVII al XX, incluyendo tres pinturas y cuatro obras sobre papel. Las tres pinturas -San Francisco de Herrera (1635), Salir del baile (1901) de Román Ribera Cirera y Naturaleza muerta (1981) de Antonio Rodríguez Luna- entran en la colección gracias a las donaciones realizadas para celebrar la vida y el liderazgo de Mark A. Roglán, quien fue director del Museo Meadows durante 15 años y que falleció el pasado año. Otros dos cuadros fueron donados a la Colección de Arte Universitario (UAC) de la SMU, gestionada por el Museo Meadows: La pintura de paisaje Bahía agradable con barcos (1999), de Larry Horowitz, y Autorretrato (2013), del ex profesor de arte de la SMU Roger Winter.

Según la directora interina del Museo Meadows y conservadora Amanda W. Dotseth, "estas adquisiciones de pinturas y grabados españoles en memoria del doctor Roglán participan en el cumplimiento de la misión del museo de contar nuevos relatos sobre la historia de España y su arte. Las obras también representan diferentes momentos históricos, desde la época moderna temprana hasta la contemporánea, y son ejemplos de primer orden, en su mayoría de artistas hasta ahora no representados en la colección permanente. Asimismo, prometen inspirar nuevas oportunidades educativas para el campus y las comunidades del norte de Texas". También "las donaciones a la Colección de Arte de la Universidad representan importantes incorporaciones a nuestros fondos de artistas de Texas y de la SMU que amplían los fondos existentes en la misma", afirmó Dotseth.

 

 
 
San Francisco

 

San Francisco

Francisco de Herrera (hacia 1590-1654), también conocido como Francisco de Herrera el Viejo, comenzó su carrera en Sevilla a principios del siglo XVII, donde realizó varios encargos antes de trasladarse a Madrid hacia la década de 1640. Entre sus numerosos encargos destacan la capilla de la Vera Cruz del Convento de San Francisco, el retablo mayor de la iglesia del Colegio de Teología de la Compañía de Jesús y el retablo mayor de la iglesia del convento franciscano de Santa Inés.

San Francisco es el primer cuadro del artista que entra en la colección del Museo Meadows de Dallas, complementando un dibujo que ya se encontraba en los fondos del museo. La obra fue realizada durante un período de intensa productividad de Herrera el Viejo, contemporáneo de muchos de sus encargos más importantes, así como de su producción de imágenes devocionales más pequeñas de santos individuales, de las cuales esta obra es un ejemplo excelente.

Esta pintura es un óleo sobre lienzo cuyas dimensiones son 136 x 96,5 cm, regalo de la madrileña Galería Caylus en honor del fallecido director Mark A. Roglán. 

Herrera el Viejo ha representado al santo como penitente poco antes de su estigmatización. El análisis de la pintura con radiografía revela que el artista pretendía originalmente pintarlo de perfil, al igual que otros artistas españoles de la época. Sin embargo, al desarrollar la composición, eligió evidentemente atraer al espectador de forma más directa, representando al popular santo de cara al exterior mientras mira al cielo, con sus manos sin heridas unidas en oración. Los detalles que lo rodean -una calavera, una cruz y un cordón anudado, que representan los votos de pobreza, castidad y obediencia- señalan al espectador la piedad de Francisco.

 

 
 
Salir del baile

 

Salir del baile

De origen barcelonés, Román Ribera Cirera (1849-1935) fue uno de los pocos artistas españoles que tuvieron éxito comercial en París. Al igual que Fortuny, las pinturas de Ribera Cirera sobre la vida moderna en la capital francesa fueron muy populares entre los coleccionistas. Sin embargo, con Salir del baile (1901) parecía dispuesto a romper con esas limitaciones, presentando una mirada más inspirada en el impresionismo de un grupo de fiesteros de moda. Esta opinión está respaldada por el material de archivo en el que el artista escribió su deseo de cambiar de camino para centrarse más en sus propias ideas y no en las exigencias de su marchante.

La escena presentada -un grupo bien vestido que busca un taxi después de un baile- atrae la atención del espectador especialmente hacia tres figuras a medida que el ojo se desplaza por la obra: la primera es una mujer que lleva una capa de marfil ribeteada de pieles sobre un vestido de flores, presentada de perfil con el cuerpo girado en una dirección y la cara mirando hacia el lado izquierdo del cuadro; junto a ella hay otra mujer que mira de espaldas al espectador y lleva una capa de color amarillo intenso, habitual en otras obras de Ribera Cirera, lo que sugiere que podría ser uno de sus accesorios habituales en el estudio; la última de las tres mujeres está de pie con el rostro enmarcado por un colorido bonete naranja y mirando directamente al espectador.

Por otro lado, en el extremo derecho, un obrero sostiene una caja de herramientas, lleva un abrigo y un sombrero pintados en marrones y negros apagados que contrastan con el colorido de las mujeres.

Salir del baile es un óleo sobre lienzo de 58,5 x 81,3 cm que ha sido adquirido por la institución de Dallas con fondos aportados por los amigos del Museo Meadows en honor a Mark A. Roglán.

 

 
 
Naturaleza muerta

 

Naturaleza muerta

Naturaleza muerta (1981) es una obra abstracta, principalmente en blanco y negro, pero acentuada por pequeños elementos de rojo en el círculo negro del centro de la composición. Se trata de un óleo sobre lienzo (100 x 100 cm) y constituye una donación anónima en honor a Mark A. Roglán.

Realizada al final de la carrera artística de Antonio Rodríguez Luna (1910-1985), la pintura evoca el estilo figurativo de muchas de sus obras anteriores -el círculo en el centro de la obra sugiere las tradicionales naturalezas muertas de la historia del arte- sin dejar de ser firmemente abstracta. Rodríguez Luna, al que el poeta Juan Rejano calificó de "pintor de la diáspora española", pasó gran parte de su vida adulta en el exilio en México, evitando el largo periodo de la dictadura franquista.

Como adición a la colección del Museo Meadows, Naturaleza muerta ofrece una importante oportunidad para destacar la obra de un artista español en el exilio, al tiempo que refuerza la colección de pinturas posteriores a 1980 de la institución. Complementa otros fondos del siglo XX perteneciente a la colección permanente, como las pinturas de Antonio Saura, Fernando Zóbel, Antoni Tàpies y Miquel Barceló.

 

 
 
Banderillas de fuego

 

Otras adquisiciones recientes de arte español para el Meadows

El célebre Fernando del Toro, barilarguero, obligando a la fiera con su carrocha (dibujada y grabada entre 1814 y 1816) y Banderillas de fuego (dibujada y grabada entre 1815 y 1816), láminas 27 y 31, respectivamente, realizadas en aguafuerte, aguatinta bruñida, punta seca y buril, pertenecientes a la serie "Tauromaquia" de Francisco José de Goya y Lucientes (1746-1828), quinta edición impresa en 1921, regalos de H. Glynn Childers.

Bodegón (1995, 56,5 x 74,9 cm) y Mujer (1997, 47 x 58,4 cm), obras sobre papel de Manel Anoro (español nacido en 1945), litografía y aguafuerte respectivamente. Regalos de Jody G. Brotherson.

Junto con estas incorporaciones a la colección de arte español del Museo Meadows, la institución anunció la adquisición de dos obras para la Colección de Arte Universitario (UAC por sus siglas en inglés). La UAC, que a menudo se presta en todo el campus de la SMU, es particularmente importante en obras de artistas estadounidenses gracias a la generosidad de los numerosos ex alumnos y amigos de la Universidad. Estos dos cuadros realzarán espacios de todo el campus, uniéndose a otros paisajes y retratos de diversos artistas. Se trata del Autorretrato (2013) de Roger Winter (estadounidense nacido en 1934), pintado al óleo sobre lino (96,5 x 81,3 cm), regalo de Jere H. Mitchell, y de Bahía agradable con barcos (1999) de Larry Horowitz (estadounidense nacido en 1956), pintura al óleo sobre lienzo (127,6 x 168,9 cm), regalo de Joanne Bober.

 

 
 
Bahía agradable con barcos

 

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