VIERNES SANTO

Enrique Ruiz Portillo (03/10/2016)


 

 

Introducción

La Hermandad del Santo Entierro de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) ha inaugurado en el Museo de la Ciudad la exposición Viernes Santo que permanecerá abierta hasta el 23 de octubre de 2016.

Esta muestra es una visión de los más de cuatro siglos de la historia de la Hermandad con motivo de la conmemoración del 75 aniversario de la realización de las imágenes de la Virgen de la Soledad y el Cristo de la Buena Muerte por el imaginero alcalareño Manuel Pineda Calderón. Para ello se expone la mayor parte del patrimonio histórico y artístico que atesora esta Institución, así como otras piezas cedidas por hermandades, parroquias y particulares. La Hermandad del Santo Entierro es imprescindible en la Semana Santa Alcalareña. Es la cofradía de las cofradías, y de la que forman parte todas las Hermandades.

El título de la muestra recuerda al momento central y culminante de la vida de la Hermandad, pues la procesión al atardecer del Viernes Santo ha permanecido inalterable en toda su historia. El comisario de la exposición es Enrique Ruiz Portillo, licenciado en Historia del Arte que ha coordinado un equipo de unas cincuenta personas que han hecho posible esta iniciativa, dentro del programa de actos conmemorativo.

Las salas del Museo permiten hacer un recorrido por la historia de esta hermandad alcalareña por primera vez, lo que lleva a conocer una institución con más de 400 años de existencia. Para ello se han reunido destacadas obras de escultura, pintura, talla, dorado, bordados, orfebrería, tejidos, además de la valiosísima documentación histórica que conserva la Hermandad tanto en libros y documentos como en su archivo fotográfico.

Abre la exposición el cartel anunciador de esta efeméride, obra del pintor alcalareño Jesús Alcarazo (ver enlace), a partir del cual se desarrollan los tres capítulos en que se divide la exposición.

 

 

Capítulo I. Antigua Hermandad. SS. XVI-XIX

Este primer capítulo de la muestra comienza con el origen de la Hermandad vinculado a la orden Carmelita en la antigua ermita de Santa Lucía. La Orden del Carmelo, su relación con las Hermandades de la Soledad y el desaparecido convento de Alcalá de Guadaíra en el que la Hermandad labró su capilla dan paso a las referencias a la vida de la Hermandad durante los siglos XVII y XVIII. El siglo XIX con la invasión francesa (1808) y la Desamortización de 1835 acabó con el cenobio carmelita y la Hermandad quedó huérfana de la Orden que la vio nacer. Las reglas de 1847 y la reorganización a partir del último tercio del siglo XIX cierran este capítulo con dos elementos de la época: los "pidones" con sus platos y la Alegoría del Triunfo de la Santa Cruz, que se incorporó al cortejo en esta etapa, y que hoy procesiona sobre las antiguas andas neogóticas que pertenecieron a las Hermandades sevillanas del Calvario y de La Estrella, entre otras.

 

 

Capítulo II. La Soledad de María

Durante la Edad Moderna (ss. XVI-XVIII) el título principal era el de Hermandad de la Soledad, teniendo el Entierro de Cristo un papel secundario. El segundo capítulo se dedica a la devoción a la Dolorosa de la Hermandad y en él se expone el magnífico conjunto de vestiduras bordadas del paso de Duelo de finales del siglo XIX que pertenecieron a la sevillana Hermandad de La Mortaja y en los que intervino Rodríguez Ojeda, las imágenes de las Santa Mujeres obras de Pineda Calderón que acompañan a la Dolorosa así como su valiosa corona de plata, auténtica joya de la platería de finales del siglo XVIII, y otras piezas de su ajuar. Se expone también el conjunto de paños de bocina de Rodríguez Ojeda y se ha recuperado el Sinelabe que realizó el célebre bordador para la Hermandad en 1923. Concluye la sala con una representación simbólica de los Siete Dolores de María ya que la Virgen de la Soledad, al final de la Pasión de Cristo, los recoge todos ellos.

 

 

Transición: Pineda Calderón

Este capítulo es una transición entre los dedicados a las advocaciones titulares al ser el imaginero alcalareño una pieza clave en la reposición de las imágenes, acontecimiento que ha motivado la muestra. El capítulo rememora la realización de los nuevos titulares en la posguerra así como sus pasos y otros enseres, y supone un digno homenaje de la Hermandad a su hermano y artista Manuel Pineda Calderón, conteniendo no sólo esculturas y bocetos preparatorios, sino también documentación y el diseño original del paso de Duelo.

 

 

Capítulo III. Santo Entierro de Cristo

La última sala recoge el misterio central de la Hermandad por lo que se exponen elementos del paso del Sepulcro rodeado por las insignias y los personajes que participan en el cortejo fúnebre de la tarde del Viernes Santo: el riquísimo Misterio alegórico de Sibilas, Virtudes y Santas Mujeres, el grupo de romanos que vela el cuerpo de Cristo, las representaciones de hermandades y autoridades que acompañan al Duelo, y los nazarenos, que visten los hábitos que ha utilizado la Hermandad a lo largo de su historia. Junto a ellos hay referencias a la vida diaria de la institución, a su Capilla, sus cultos, sus hermanos, su labor social y asistencial... formándose en esta sala un conjunto que se convierte en un reflejo del pasado, el presente y futuro de la Hermandad.

 

 

Conclusiones

Entre los muchos valores que la exposición contiene destacaremos también la visión global de los cuatro siglos de historia, la oportunidad única de contemplar los enseres con gran detalle y detenimiento, así como algunas recuperaciones históricas como las antiguas túnicas de nazarenos o la figura del "pidón".

 

 

Fotografías de Alejandro Calderón Sánchez

 

Dirección y horario: Calle Juez Pérez Díaz, s/n. La exposición permanece abierta todos los días. Lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas (los lunes sólo por las mañanas); fines de semana y festivos, de 12:00 a 14:00 y de 19:00 a 21:00 horas, siendo clausurada al mediodía del próximo 23 de octubre.

 

 

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