Descripción del proyecto. Consideraciones generales

La Virgen del Carmen y el Niño (ver enlace) son esculturas en madera de pino estofadas y policromadas. Realizadas por Jesús de Perceval a mediados del siglo XX.

Para caracterizar mejor los deterioros, cronología y porcentaje de original que quedaba oculto bajo los añadidos se llevaron a cabo unas pruebas radiológicas.

De todas las conclusiones extraídas se redactó una Propuesta de Intervención y Presupuesto aceptados por la Hermandad y el Obispado de Almería, con lo que comenzaron los trabajos de Restauración.

El paso del tiempo había provocado una serie de daños en ambas imágenes, derivados de los siguientes agentes de deterioro:

- Degradación por proceso natural.

- Alteración por la funcionalidad del objeto.

- Alteración por intervenciones anteriores realizadas por el hombre.

Caracterizados estos deterioros se decidió restaurar la escultura. Para ello se redactó un Proyecto en el que se estableció una Propuesta de Intervención.

Criterios generales de intervención

Desde un principio nuestro objetivo era la puesta en valor de la imagen de la Virgen del Carmen y el Niño y la devolución en la medida de lo posible del aspecto original de la talla, todo ello encaminado a la devolución de la unidad estética e histórica de una pieza devocional y objeto de culto, como es la obra objeto de la intervención.

Para estos menesteres se siguieron, los criterios que a este respecto se establecen a nivel internacional, haciendo que esta intervención restauradora fuese lo más respetuosa posible con el original, evitando falsificaciones o recreaciones que pudieran ocultar el diseño primigenio.

Se actuó siempre sobre una base de datos ciertos y utilizando materiales de contrastada efectividad que permitieron la diferenciación entre el original y el fruto de la restauración.

Proceso de restauración (I)

A su llegada al taller, la imagen presentaba un estado de conservación bastante malo, concretados sobre todo en un fuerte ataque de xilófagos, mal estado de los ensambles, repintes muy agresivos y de escasísima calidad y roturas fruto de la manipulación.

Se llevó a cabo un proceso de estabilización ambiental de las obras, limpieza superficial de la misma y consolidación de urgencia de aquellas zonas que presentaban riesgo de desprendimiento.

Antes de proceder a la limpieza de la obra se llevaron a cabo varias catas con diferentes disolventes para seleccionar el más idóneo, de manera que pudiéramos eliminar las sucesivas capas de barnices sucios y envejecidos, así como los repintes que se habían realizado sobre la obra. La elección final fue un gel acuoso de TRIETANOLAMINA para las carnaciones y la mezcla de ACETONA+ALCOHOL en una proporción adecuada (según la zona) para los tratamientos en las ropas.

Se pudo comprobar con este proceso no sólo que buena parte de la imagen estaba repintada, sino que además se habían colocado estucos que sobrepasaban la laguna primigenia, que se habían imprimado en negro en la mayoría de los casos.

Para poder llevar a cabo la intervención con la máxima profundidad se retiró la peana que traía la Virgen, descubriendo que en su interior había gran cantidad de suciedad y especialmente llamativa resultaba la presencia de un pájaro muerto, que seguramente durante su proceso de descomposición había atraído insectos que habrían atacado a la imagen.

Según se iba limpiando se iba inyectando XYLAMON TRATAMIENTO PREVENTIVO Y CURATIVO para erradicar el ataque de carcoma y se introdujo durante un tiempo prudencial la imagen en Cámara de Vacío por sustitución de Gases para erradicar cualquier presencia biótica.

Al terminar el proceso de desinsectación se fue inyectando PARALLOID B72 en cada agujero para consolidar correctamente las galerías de carcomas que se habían creado.

Proceso de restauración (II)

Se protegió la capa pictórica con PAPEL JAPONÉS y COLA DE CONEJO, terminó de asentar mediante la aplicación de Calor y Humedad controlada.

Se ha conseguido recuperar el estofado original de la nube, para cuya limpieza (y de todos los elementos) se retiraron la Rosa de los Vientos y los Peces, todos los cuales se han tratado de manera individualizada. En la trasera de la Rosa se lee "C. Luiz". Según indagaciones del Hermano Mayor se trata del Oficial de Escultura de Perceval. Según estas averiguaciones podemos concluir que la parte escultórica correspondió a C. Luiz y que la parte pictórica (policromía) correspondería a Perceval.

En las radiografías se observó la presencia de grandes clavos en el interior de la Imagen a la altura del cuello. Previa protección de la policromía del ensamble se separaron ambas piezas y se reensambló usando VARILLAS DE FIBRA DE VIDRIO. La adhesión se realizó con PVAc y ARALDIT HV427 bicomponente, de similar comportamiento a la madera. Para propiciar una capa de separación entre el original y el estrato de reintegración se aplicó una fina capa de barniz sobre la que se llevó a cabo la reintegración cromática. Dicho proceso se realizó con pigmentos al barniz.

A petición de la Junta de Gobierno se hizo un estudio sobre la Corona encaminado a hacerla "de quita y pon". El resultado arrojó que la Corona estaba ensamblada con trozos de trapo, restos de estuco y bol, por lo que era perfectamente factible ejecutar este proyecto. De todas las conclusiones se informó a la Hermandad y al Obispado, acometiéndose los trabajos. El hueco que quedó en la cabeza de la Virgen se enrasó, y se reintegró matérica y cromática para conseguir que cuando la Virgen no tenga la Corona resulte una vista decorosa al tratarse de una Imagen de Culto.

Así mismo se sustituyó la peana antigua de materiales de ínfima calidad por otra copiada de la original de Perceval, realizada en madera de cedro, estucada, dorada con pan de oro y perfectamente ensamblada.

Los mismos materiales y tratamientos se usaron en la escultura del Niño Jesús. Finalmente se aplicó a ambas imágenes una capa de protección a base de barniz tipo LEFRANC.

Apéndice (Recomendaciones)

1. Manipular la escultura USANDO GUANTES, preferiblemente de látex, para evitar que se pueda resbalar durante la manipulación.

2. Limpiar periódicamente el polvo que se deposite usando EXCLUSIVAMENTE un plumero o trapos muy suaves. NO INSISTIR en una zona determinada.

3. La limpieza del polvo es especialmente importante en zonas próximas al mar, ya que la conjunción de humedad y polvo puede ocasionar depósitos que se fijan a la capa pictórica.

4. Evitar que, en lo posible, se toque la imagen, ya que puede generar abrasiones y pérdidas de capa pictórica.

5. Se recomienda colocar un paño en la mano de la Virgen que sustenta al Niño para evitar arañazos en la extremidad y en la parte inferior del Divino Infante.

6. En caso de algún deterioro grave, debe contactarse con el restaurador que ha llevado a cabo la intervención. No se debe permitir que manos no autorizadas lleven a cabo estos trabajos, ya que "puede ser peor el remedio que la enfermedad".