LA CAPILLA DE SAN JOSÉ EN SEVILLA

Con información de http://arecasanjose.com (24/01/2015)


 

 

La capilla sevillana de San José, también llamada "de los carpinteros", es conocida por los ciudadanos hispalenses como "de los pajaritos" y posee en su interior un excepcional conjunto del último barroco sevillano. Se encuentra ubicada en el centro de Sevilla, muy cerca del ayuntamiento, entre las calles Tetuán y Sierpes, una de las zonas con más trasiego de viandantes y turistas de la ciudad. Siendo visitada, constantemente, mientras permanece abierta, por todos los que pasan por sus puertas. El interior de la capilla, de gran riqueza, conforma como bien recogen los autores de la Guía Artística de Sevilla y su provincia "uno de los recintos más representativos del barroco sevillano". Los bienes muebles forman un conjunto de carácter unitario compuesto por retablos de madera dorada, pinturas murales, azulejería, órgano, tribunas, cuadros e imágenes.

En la actualidad el estado de conservación de la Capilla de San José tiene un aspecto sólido, habiéndose restaurado recientemente sus cubiertas y fachadas. No así su interior que pese a conservar un impresionante conjunto barroco, espera paciente su restauración. El frágil estado en el que se encuentra el conjunto de bienes muebles, es consecuencia, de su historia material y esta viene condicionada por una serie de factores fundamentales que han actuado a través del tiempo cómo catalizadores del deterioro:

 

- El incendio del inmueble en el año 1931 produjo graves daños, se derrumbó gran parte de la bóveda de la nave (dos tercios), causando graves quemaduras en las pinturas murales y decoraciones de las bóvedas del crucero, retablos, y revestimientos decorativos. La totalidad del conjunto quedó oscurecida por el humo de la combustión.

- Las filtraciones de agua han producido uno de los deterioros más graves y son un gran ejemplo de cómo las patologías de la edificación han repercutido en la obra interior. Los factores más comunes han sido las humedades ya sean por filtraciones o por capilaridad o en menor medida por condensación. El agua ha entrado con profusión principalmente desde la linterna y desde la ventana del crucero del lado de la Epístola, donde se aprecian antiguas filtraciones que han causado gran deterioro a las pinturas murales (pérdidas y falta de cohesión). Las más acusadas en la bóveda y gran parte de la cúpula, estas fueron cubiertas posteriormente con grandes reintegraciones cromáticas que se extendieron cómo repintes sobre la superficie original desvirtuando gravemente la visión del conjunto pictórico. Los azulejos y los mármoles han sido afectados por la interacción de las humedades en los muros y la migración de sales a superficie ocasionando en los primeros una laminación de la capa de esmalte y en los segundos una disgregación y pulverulencia. Ambos con diferentes faltas y pérdidas generalizadas.

- Movimientos estructurales de la edificación, motivados por desplazamientos del terreno o seísmos, han provocado grietas en los muros con las inmediatas consecuencias negativas en los estratos decorativos. El agua ha entrado por grietas estructurales de gran tamaño, esto es visible en uno de los ángulos del crucero.

- Intervenciones de reparación y restauración, ya que los principales daños producidos por el incendio y por el agua se han subsanado reconstruyendo las bóvedas derrumbadas, limpiando las zonas más oscurecidas y repintando lo más llamativo de las faltas, en una tonalidad muy oscura en general; asimismo se realizaron numerosas reparaciones y repintes en los retablos, pinturas murales y demás bienes muebles, así cómo barnices oxidados con el tiempo.

- El uso continuado de todo este conjunto conlleva desgastes, reparaciones, restauraciones y hasta readaptaciones por cambio de gustos o por reajustar y adecentar las áreas perdidas o deterioradas. Dentro de este apartado se pueden definir los enlucidos o blanqueos en la nave y el coro y las restauraciones periódicas realizadas.

- Envejecimiento de los materiales. La naturaleza de los materiales, unida a los efectos anteriormente citados, ha acelerado el declive de los mismos.

 

Con el fin de salvar el extraordinario conjunto de bienes muebles, con obras de artistas como Cayetano de Acosta, Joaquín Bilbao o Agustín de Perea, se ha creado la Asociación Cultural Pro Restauración Capilla de San José de Sevilla, entidad sin ánimo de lucro. Su único objetivo, con la colaboración de la Asociación para la Restauración del Patrimonio Artístico Nacional (ARPAN), es la puesta en valor de la capilla, mediante la restauración de los bienes muebles y un programa de actividades que pretende la difusión, el conocimiento y el disfrute de esta joya barroca, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1912.

Donaciones: La Caixa - 2100-8436-47-0100029243 (si la donación es anónima, indíquenlo en el concepto).

 

 

Durante la realización del proyecto de restauración de la sevillana Capilla de San José, a cargo de la empresa Ágora Restauraciones de Arte, se ha llevado a cabo un estudio pormenorizado del estado de conservación de cada uno de los bienes muebles que necesitan ser restaurados y sus patologías. A continuación se describen, a grandes rasgos, cuales son los deterioros más importantes:

 

Grietas o pérdidas de fragmentos
En el caso de las pinturas murales, las grietas se presentan de diferentes longitudes y grosores en el muro y las bóvedas con pérdidas de policromía en los bordes y en algunas zonas pérdidas de fragmentos; en el de la madera, son unos de los deterioros más comunes y se extiende por todo el conjunto (retablos, imágenes, tribunas, órgano, artesonado). Las grietas son de diferentes grosores y longitudes. Muchas piezas, debido a este fenómeno y a la cristalización de la cola están sueltas, o simplemente se han desprendido y perdido. Esto ha propiciado que muchas piezas fueran fijadas con clavos a lo largo de la historia deteriorando el soporte y la base de preparación al penetrar y oxidarse. Este fenómeno se extiende por todo el conjunto de forma abundante (retablos, tribunas, esculturas) llegando incluso a ser una patología común en este tipo de material.

Base de preparación deteriorada y pérdida de dorado o policromía
Las zonas más afectadas son aquellas donde hubo mayor concentración de calor o humedades. Estas repercutieron en pérdidas y reposiciones (repellados y repintados con diferentes cronologías y materiales). En el caso de la madera policromada y dorada (retablos, revestimientos decorativos), las principales causas de esta deformación pueden ser el menguado del soporte, el secado de la base de preparación o la humedad, produciendo una falta de elasticidad de la base de preparación. Esto se manifestó en la aparición de craquelados, escamas, pulverulencias, exfoliaciones y pérdidas de la preparación, dorado y policromía. En el caso de las pinturas murales, se produce una desintegración de la superficie pictórica o escamación (en el caso de mortero de yeso), por eflorescencias salinas. Estas últimas afectan también a los azulejos (laminación de la capa del esmalte y despegado de las piezas) y elementos decorativos de yeso.

Daños producidos por el incendio, velas o instalaciones eléctricas
En el caso de madera dorada o policromada, los daños más comunes son quemaduras del soporte, zonas carbonizadas, ampollas u hollín. Este último fue el más abundante, y propició una limpieza en el pasado, esta fue muy agresiva en algunas zonas, produciendo abrasiones y pérdida de policromía. Un ejemplo de ello puede apreciarse en el retablo mayor, son unos ángeles que han perdido la policromía y solo se aprecia la base de preparación. Otras intervenciones fueron el retallado y repolicromado de figuras quemadas con repintes con purpurina, en zonas de madera dorada y en la reja (en la actualidad se encuentra esa pintura oxidada, con un tono sucio y verdoso). También se aprecian pequeñas quemaduras por velas (antigua iluminación) y restos de cera. En la actualidad existe un sistema de iluminación eléctrico, con el consiguiente peligro de incendio por calentamiento o cortocircuito. En el caso de la pintura mural, el incendio produjo graves daños con el derrumbe de parte la bóveda de la nave y su reconstrucción (repellado y reintegración), cómo citábamos anteriormente.

Daños por acumulación de estratos superficiales
Elementos que con el paso del tiempo se han ido depositando sobre la superficie del conjunto (polvo, cera, tela de araña y deyecciones de ave). Este se posa sobre el conjunto como un manto gris, alterando su percepción y actuando como degradante pues al combinarse con la humedad ya que contiene partículas que dañan y favorece la actividad biológica. Donde se acumula hace que desaparezca la capa pictórica, el dorado y la capa de preparación afectando a todo tipo de materiales. En las pinturas murales el polvo se acumula en los poros y en el resto de materiales en superficies salientes.

Capa de protección
El barniz sufre un envejecimiento y se oscurece, alterando la percepción de los colores. En el caso de las pinturas murales se observa incluso zonas de acumulación del barniz en forma de goterones. En zonas doradas y policromadas se percibe también su oxidación y deterioro en algunas áreas.

 

El objetivo general del proyecto es la conservación, restauración y puesta en valor de esta capilla, y su contenido artístico, acercándolo al público. El resultado es un proyecto adecuado, eficiente que cumple con los objetivos y se adapta a las necesidades de la obra y al uso del edificio.

El criterio será el de recobrar, en lo posible, los conjuntos decorativos que se conservan. Para ello será necesario recuperar primero, las propiedades físicas estables de los materiales originales, integrando los distintos elementos entre ellos, para restablecer su unidad espacial y complementaria, dentro del conjunto. Así, a excepción de los paramentos de la nave, después de la consolidación de los estratos originales del soporte, base de preparación y capa cromática, se procederá a la eliminación de suciedad, hollín, barnices oxidados, repintes, estratos ajenos al original, así como de los elementos añadidos ya obsoletos. La reintegración volumétrica y cromática tendrá como fin conseguir la unidad de los elementos dentro del conjunto y restablecer una coherencia y lectura espacial ordenada. Para ello se tendrán, como límite, los criterios actuales aceptados internacionalmente para éste tipo de operaciones: respeto a la historia material del conjunto, a la huella del paso del tiempo y a la identificación de las reintegraciones que se realicen.

El planteamiento general tiene como fin extender los trabajos durante 18 meses en una sola fase con un equipo de 20 restauradores, un historiador, un fotógrafo, un arquitecto técnico y un químico especializado en la analítica de las obras de arte. A la intervención de restauración, y complementaría de ésta, se sumaría el estudio científico de la obra. Para la realización de todo ello será necesaria la colocación de una infraestructura durante el tiempo que duren los trabajos, consistente en andamiaje, circuito eléctrico, vestuario y servicios. En general el equipo intervendría durante 40 horas semanales (un total aproximado de 63.360 horas laborables; el número de horas efectivo sería aproximadamente un 5% menos, ya que a la estimación de horas laborables habría que descontar días festivos, parte proporcional de vacaciones, etcétera).

Durante el desarrollo de los trabajos, con un presupuesto cercano a los 1,5 millones de euros, la capilla de San José continuará con su culto habitual, ya que la disposición de los andamios y el plan de obra permitirán la articulación de ambas funciones. En el caso que fuera necesario realizar los trabajos en diferentes fases, la intervención se dividiría en tres frases (pinturas murales, retablos y resto de bienes muebles).

 

 

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