La casa Fernando Durán subastará el próximo 28 de diciembre un magnífico busto de Carlos V en mármol de Carrara, atribuido a Pompeo y Leone Leoni, con un precio de salida de 400.000 euros. El busto se encontraba hasta hace poco presidiendo el salón del palacio de los Marqueses de Mirabel, en Plasencia (Cáceres), un inmueble propiedad de la familia Falcó, actual depositaria del título de Marqueses de Mirabel.

El Palacio de Mirabel es una de las principales atracciones turísticas del municipio y esta venta mermará considerablemente su patrimonio artístico. Mirabel es además Bien de Interés Cultural (BIC) desde el año 1978, por lo tanto al llevar la obra 500 años en el edificio, es un elemento consustancial del mismo y se encuentra también bajo su protección. Separarla del palacio constituye una acción ilegal.

Para fundamentar legalmente lo anterior podemos acudir al Artículo 334 del Código Civil, el cual establece que son bienes inmuebles:

"3. Todo lo que esté unido a un inmueble de una manera fija, de suerte que no pueda separarse de él sin quebrantamiento de la materia o deterioro del objeto.

4. Las estatuas, relieves, pinturas u otros objetos de uso u ornamentación, colocados en edificios o heredades por el dueño del inmueble en tal forma que revele el propósito de unirlos de un modo permanente al fundo."

Por otro lado, el Artículo 45 de la Ley 2/1999, de 29 de Marzo, relativa al Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, establece lo siguiente respecto a la integridad de las colecciones:

"1. Las colecciones de bienes muebles que estén declaradas Bien de Interés Cultural o inventariadas y que consideradas como una unidad reúnan los valores propios de estos bienes, no podrán ser disgregadas por sus titulares o poseedores sin autorización de la Consejería de Cultura y Patrimonio.

2. Los bienes muebles declarados de interés cultural o inventariados, o respecto de los que se hubiera incoado expediente para su inclusión en tales categorías, por su vinculación a un bien inmueble, son inseparables del inmueble sin autorización expresa de la Consejería de Cultura y Patrimonio."

El busto conserva restos de policromía. Está datado sobre 1555, cuando los Leoni, padre e hijo, ya trabajan juntos para el emperador, de modo que en su autoría hay una probable colaboración de Leone con su hijo Pompeo Leoni, como ya aconteció en el busto de bronce del emperador de 1553 que se conserva en el Museo del Prado. El busto mide 90 x 24 x 60 cm, y la peana sobre la que se asienta 18 x 41 x 48 cm.

Carlos V es esculpido con corona de César de la antigüedad romana y el rostro fino y consumido, de su última época. Fue regalo del emperador a su cronista oficial, Luis de Ávila y Zúñiga, marqués consorte de Mirabel, que tenía una gran cercanía con el emperador y fue su cronista de batallas durante toda la vida del mismo, acompañándolo en las grandes empresas del reinado. Se dice que el retiro de Carlos V en Yuste fue influenciado por el cronista, que le pinto el paraje cacereño donde moriría finalmente como el perfecto lugar para descansar de los muchos males que aquejaban al agotado y enfermo emperador.

Esta obra es una de las escasísimas creaciones de los Leoni que siguen en manos particulares, dado que la mayoría de las realizadas para la casa del emperador y luego de su hijo el rey Felipe II, permanecieron en las Colecciones Reales y hoy se exponen en el Claustro de los Jerónimos, añadido al Museo del Prado, y en El Escorial, donde los Leoni realizan los espléndidos mausoleos de Carlos V y Felipe II, así como el magnífico retablo mayor del monasterio de San Lorenzo del Escorial, con otros grandes artista de la época.

El Ministerio de Cultura prohibió la exportación de la pieza en 2013, cuando los Falcó quisieron venderla por primera vez tras ser restaurada en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid. La Ley permitiría a la Junta de Extremadura el derecho de tanteo el día de la subasta, en caso de que se decidiera a comprar el busto.